La sirena varada: Año 1, Número 4
El cuarto número de La sirena varada: Revista literaria bimestral; correspondiente a los meses de diciembre del 2017 y enero del 2018
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Primer día de la investigación: Daniel<br />
Brauer, nacido en el Distrito<br />
Federal en 1977. Hombre de estatura<br />
media: 1.76 cm., quizás. Delgado,<br />
piel morena clara. Ojos Negros, sumidos<br />
en sus orbitas pero de mirada penetrante,<br />
nariz grande y recta, su boca<br />
aparentemente normal, pero que al<br />
reírse pareciese exageradamente grande<br />
dejando ver sus blancos y perfectos<br />
dientes que eclipsan sus labios rosas,<br />
casi inexistentes. Una cicatriz atraviesa<br />
el ancho de su ceja derecha, otra más<br />
habita en la comisura de su ojo izquierdo,<br />
justo donde nacen las patas de gallo<br />
(todo indica una infancia violenta).<br />
«Sus manos se distinguen por ser grandes<br />
pero, al mismo tiempo, delgadas,<br />
perfectas, sin rasguño alguno, de total<br />
contraste con su cara». Describían sus<br />
últimas dos novias de la universidad.<br />
<strong>La</strong> última vez que se le vio, vestía un<br />
pantalón de mezclilla azul y una camisa<br />
café, que hacía juego con los zapatos<br />
del mismo color. «<strong>La</strong> camisa siempre<br />
fajada pero curiosamente el cinturón<br />
que sujetaba su pantalón nunca estaba<br />
colocado en las prensillas, sino sobre<br />
ellas y sus botas, por más desgastadas<br />
que se encontraban, siempre daban el<br />
aspecto de nuevas o por lo menos de<br />
estar en buen estado de tan lustradas<br />
que las lleva». Describió su compañero<br />
Mauricio Alcántara.<br />
Nunca cambiaba el color de sus calcetines,<br />
que no importando el color<br />
de los zapatos o el pantalón, siempre<br />
eran blancos, esto se pudo corroborar<br />
después de interrogar a algunos de sus<br />
compañeros de la universidad, que así<br />
lo describían. «Llamaba la atención, ya<br />
que nunca participaba y menos escribía<br />
en sus clases de literatura y aun así<br />
obtenía las mejores calificaciones. Su<br />
carácter era pasivo y serio (introvertido)».<br />
Describieron sus compañeros:<br />
Juan Garros, Mauricio Alcántara, Leticia<br />
López y Efraín Huerta.<br />
Segundo día de la investigación:<br />
Desde la secundaria, después de leer<br />
algunos textos de historia y otros más<br />
de Eduardo del Río «Ríus», dejo la religión<br />
a un lado, religión católica que<br />
le había inculcado de mala manera su<br />
padre. Daniel nació prematuramente<br />
en un taxi, a los siete meses cuando su<br />
madre se dirigía al hospital por dolores<br />
en el vientre. Iba sola, debido a que su<br />
esposo trabajaba hasta Mixcoac y la<br />
familia de ambos vivía en el estado de<br />
Morelos, en Zacatepec para ser exacto.<br />
Rentaban un cuarto en el pueblo de<br />
Santo Domingo, Coyoacán. «Ella viajaba<br />
en el taxi sobre Avenida Tlálpan,<br />
pero en el eje 8, cuando se dirigía al<br />
Hospital General, no pudo más y dio a<br />
luz, muriendo aquella tarde». Explico<br />
su abuela paterna, doña Yolanda Mendoza<br />
de Brauer.<br />
Tercer día de la investigación: Daniel<br />
vivió bajo la presión psicológica de su<br />
padre Guillermo, así que huyó de él y<br />
vivió con su abuela paterna, en Morelos,<br />
desde los once años, pero cuando<br />
entró al bachillerato tuvo que radicar<br />
nuevamente en el D.F. Vivió en Taxqueña<br />
con una amiga de la abuela hasta<br />
que cansado de los insultos de ésta última<br />
prefirió rentar un cuarto cerca del<br />
metro Taxqueña. Información obtenida<br />
después de interrogar a una vecina que<br />
aparentemente también fue su novia.<br />
Cuarto día de la investigación: Sin<br />
conseguir adaptarse a la escuela y estudiando<br />
todavía a los 30 años, Daniel pagaba<br />
sus gastos con la compra y venta de<br />
CD, películas piratas y algunos libros. De<br />
vez en cuando visitaba las librerías para<br />
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