La sirena varada: Año 1, Número 4

cen del mal que aqueja a la gran mayoría
de autores contemporáneos: el miedo.
Hay que aceptarlo, a todos nos da
miedo escribir algo en lo que no nos
sentimos cómodos porque no queremos
que nos critiquen. Pero debemos
de tomar el ejemplo de estos jóvenes
que, posiblemente sin ninguna experiencia
previa, han hecho suyo un
género con el cual podrán desarrollar
no sólo sus habilidades como autores,
sino también sus habilidades para poder
criticar el mundo que los rodea, así
como poder brindar una opinión clara
y, posiblemente, imparcial.
Todos tenemos miedo a algo, y los
que escribimos le tenemos miedo al
escarnio, nos limitamos y, en lugar de
aprender de los errores y las burlas,
nos encerramos en las cuatro paredes
de nuestra mente y nos sentamos
en el primer recurso que creemos que
dominamos.
Si dejamos que el miedo al fracaso
nos domine no podremos lograr nada,
por eso los invito a realizar algo diferente
a lo que están acostumbrados.
Nunca se sabe en que se puede ser
bueno si no lo intentamos... o si nadie
se burla de nosotros en el proceso.