La sirena varada: Año 1, Número 4
El cuarto número de La sirena varada: Revista literaria bimestral; correspondiente a los meses de diciembre del 2017 y enero del 2018
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<strong>La</strong> mujer se hallaba tendida sobre el filo<br />
de la cama del hotel sin ninguna huella<br />
de violencia. Se rumoraba entre policías<br />
que pudo haber sido un paro cardíaco.<br />
Sin embargo, en vida fue una afamada<br />
modelo que gozaba de buena salud y<br />
era poco probable que fuera así. Los<br />
médicos examinaron el cuerpo y concluyeron<br />
que seguía viva a pesar de las<br />
especulaciones. <strong>La</strong> pregunta es ¿Cómo<br />
es que seguía viva sin mover siquiera un<br />
párpado? <strong>La</strong> verdad era inquietante: un<br />
parásito se devoraba su cerebro.<br />
Anderson White<br />
En la época postecnológica, el cerebro<br />
humano llegó a desarrollar el 100% de<br />
sus capacidades. <strong>La</strong>s cosas se movían<br />
por telequinesia, las conversaciones<br />
lejanas se hacían por telepatía y en las<br />
cercanas, se podían leer hasta los pensamientos<br />
y sentimientos más oscuros.<br />
Todo estaba bajo control.<br />
Un grupo de transgresores promocionaba<br />
como boom existencial, las<br />
cápsulas de involución. Al ingerirlas se<br />
desactivaban ciertas áreas encefálicas<br />
responsables de la visión futurista y de<br />
la comunicación mental. Los mágicos<br />
efectos de esta terapia eran la sorpresa,<br />
el misterio, la incertidumbre; desconocidos<br />
por esos…pobres seres.<br />
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Karola Álvarez Pesántez