La sirena varada: Año 1, Número 4

de estas últimas las marcas nacionales
son más pequeñas y por lo tanto no
invierten tanto en lo que conocemos
como «marketing».
Esto es lo que hace la diferencia, cuando
estamos enfrente del televisor, y somos
atraídos por los comerciales de estas
grandes industrias que buscan captar
nuestra atención a toda costa, con el fin
de garantizar la compra de sus productos
como lo sugiere Delgado (1998):
«El incremento constante de la población
mundial, que viene duplicando
el número de habitantes cada 30 años
o menos, y la no menos importante población
consumista de las poblaciones
del mundo industrializado (…), han
orientado a las explotaciones agrarias
hacia modelos productivistas incompatibles
con el sostenimiento de un
medio ambiente equilibrado.»
El consumismo es una crisis global
que afecta al mundo de la misma que
lo hace la contaminación ambiental. La
compra excesiva de bienes materiales
causa el malgasto de los recursos no
renovables que tenemos en el planeta,
como son el agua, el petróleo, el oro, el
aluminio, entre otros.
A manera de conclusión, podemos
decir que las fiestas decembrinas son
un hecho que impacta gravemente a
nuestra sociedad, debido a que somos
responsables de la manera en la que
festejamos esta época del año. Se debe
sustituir el pensamiento «lo quiero», al
que verdaderamente se debe de tener
al comprar «lo necesito».
Por lo que se hace una invitación, a
que se sea más consciente al momento
de festejar las fiestas decembrinas. Hay
que recordar lo que estas fiestas significan,
más allá de pensar en los bienes
materiales, hay que pensar en maneras
de convivir con los seres queridos. Hay
que aprender que la felicidad no se obtiene
de las cosas que se compran, sino
de las acciones que se hacen, relaciones
y lazos que se mantienen con nuestros
seres queridos.
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