los-presidentes-de-la-iglesia
manual
manual
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Lección 20<br />
Análisis<br />
• ¿Qué c<strong>la</strong>se o qué grado <strong>de</strong> valor creen que necesitarían uste<strong>de</strong>s si a <strong>los</strong> quince<br />
años tuvieran que atravesar el océano para ir a <strong>la</strong> misión entre gente cuyo<br />
idioma no conocieran (no existían <strong>los</strong> centros <strong>de</strong> capacitación misional en ese<br />
entonces) y cuya comida y cuyas costumbres fuesen <strong>de</strong>sconocidas?<br />
(Permita que hagan comentarios variados.)<br />
• ¿Qué les parecería ir “sin bolsa ni alforja”, es <strong>de</strong>cir, sin dinero?<br />
Cuando Joseph F. Smith tenía quince años, recibió el l<strong>la</strong>mamiento para ir a <strong>la</strong><br />
misión a <strong>la</strong>s Is<strong>la</strong>s Sandwich, que ahora tienen el nombre <strong>de</strong> Hawai. Poco <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> llegar enfermó, pero <strong>de</strong>dicó el tiempo que duró su enfermedad a apren<strong>de</strong>r el<br />
idioma para po<strong>de</strong>r comunicarse con <strong>los</strong> nativos; lo aprendió en cien días.<br />
A<strong>de</strong>más, llegó a sentir verda<strong>de</strong>ro amor por <strong>la</strong> gente y a gustar <strong>de</strong> sus comidas.<br />
Hubo misioneros que se dieron por vencidos y volvieron a su tierra; había otros<br />
que pensaban que sólo se <strong>de</strong>bía tratar <strong>de</strong> convertir al Evangelio a <strong>los</strong> europeos y a<br />
<strong>los</strong> norteamericanos, pero Joseph F. Smith sabía que el Señor lo había enviado<br />
allí, por medio <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Brigham Young, a llevar <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l Evangelio a <strong>los</strong><br />
nativos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s is<strong>la</strong>s, tan cariñosos y llenos <strong>de</strong> generosidad.<br />
Tres años más tar<strong>de</strong>, todavía con menos edad <strong>de</strong> <strong>la</strong> que tienen <strong>los</strong> jóvenes <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
actualidad cuando reciben su l<strong>la</strong>mamiento para <strong>la</strong> misión, él fue relevado y<br />
autorizado para regresar a su tierra. En el viaje <strong>de</strong> regreso, al igual que en el <strong>de</strong><br />
ida, <strong>los</strong> jóvenes misioneros tenían que <strong>de</strong>tenerse a trabajar en <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntaciones o<br />
en cualquier otro lugar a fin <strong>de</strong> ganar el dinero que necesitaban para alimentos y<br />
ropa, y para su regreso a Salt Lake City. Al llegar a San Bernardino, una ciudad <strong>de</strong><br />
California, a él lo contrataron para conducir un carromato a través <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto,<br />
hasta Salt Lake.<br />
En esa época existían fuertes sentimientos antagónicos contra <strong>los</strong> mormones. Se<br />
culpaba a Brigham Young y al pueblo mormón <strong>de</strong> <strong>la</strong> terrible Masacre <strong>de</strong> Mountain<br />
Meadows, ocurrida en 1857, en <strong>la</strong> que habían perdido <strong>la</strong> vida algunos inmigrantes<br />
que no eran miembros <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia mientras viajaban por Utah en dirección al<br />
estado <strong>de</strong> California. A<strong>de</strong>más, un ejército <strong>de</strong> <strong>los</strong> Estados Unidos estaba en camino<br />
hacia Utah por causa <strong>de</strong> acusaciones falsas que habían hecho oficiales<br />
gubernamentales <strong>de</strong>l estado que eran enemigos <strong>de</strong> <strong>los</strong> Santos <strong>de</strong> <strong>los</strong> Últimos Días.<br />
“Había muchos hombres esparcidos acá y allá que tenían <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> <strong>de</strong>l asesinato<br />
en su alma” y que se jactaban <strong>de</strong> que matarían a cualquier mormón que<br />
encontraran (Smith, Life of Joseph F. Smith, pág. 188). Por ese motivo, <strong>los</strong> miembros<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia viajaban siempre en pequeños grupos para estar más protegidos.<br />
El grupo con el que viajaba Joseph F. Smith se había <strong>de</strong>tenido a acampar una<br />
tar<strong>de</strong> cuando una banda <strong>de</strong> “borrachos a caballo invadió el campamento...<br />
maldiciendo y b<strong>la</strong>sfemando, y amenazando matar a cualquier ‘mormón’ que se<br />
les atravesara en el camino. Al oír<strong>los</strong> llegar, algunos <strong>de</strong> <strong>los</strong> hermanos se habían<br />
ido a escon<strong>de</strong>r caute<strong>los</strong>amente entre <strong>los</strong> matorrales que estaban junto al río.<br />
Joseph F. Smith estaba... juntando leña. [En seguida, cuando se dirigió a <strong>la</strong> fogata<br />
a <strong>de</strong>jar <strong>la</strong> leña, uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> rufianes borrachos, pisto<strong>la</strong> en mano, dijo] que era su<br />
<strong>de</strong>ber [matar] a todo ‘mormón’ que encontrara... Con voz fuerte y encolerizada,<br />
le preguntó [a Joseph F. Smith] si era ‘mormón’. [Haciendo caso omiso <strong>de</strong>l arma<br />
con que le apuntaba] y mirándolo con fijeza a <strong>los</strong> ojos, le contestó osadamente:<br />
‘Sí, señor, lo soy. De pies a cabeza’.<br />
107