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arriles. Su reacción ante tal éxito fue ésta: ‘El año pasado sentimos un gozo tan<br />

gran<strong>de</strong> al po<strong>de</strong>r mandarles a nuestros hermanos alemanes aquel<strong>la</strong>s papas, que este<br />

año <strong>de</strong>seamos mandarles otra vez todo lo que cosechamos ¡y también <strong>los</strong> barriles<br />

<strong>de</strong> arenques!’ ” (Fre<strong>de</strong>rick W. Babbel, On Wings of Faith, págs. 76–77).<br />

Análisis<br />

Aparte <strong>de</strong> pedírseles que hicieran un sacrificio, también se pidió a <strong>los</strong> santos<br />

ho<strong>la</strong>n<strong>de</strong>ses que “amaran a sus enemigos”.<br />

• ¿Qué sentimientos especiales o bendiciones <strong>de</strong>l Evangelio recibieron como<br />

recompensa? (Acepte <strong>la</strong>s diversas respuestas.)<br />

• ¿En qué consistió <strong>la</strong> ayuda <strong>de</strong> <strong>los</strong> miembros ho<strong>la</strong>n<strong>de</strong>ses a <strong>los</strong> miembros<br />

alemanes? ¿De qué manera se ayudaron a sí mismos en un sentido mucho más<br />

importante? (Lleve a <strong>los</strong> alumnos a compren<strong>de</strong>r que el sacrificio personal trae<br />

gran<strong>de</strong>s recompensas.)<br />

Pasaje <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s Escrituras<br />

En el Libro <strong>de</strong> Mormón, el rey Benjamín, en Mosíah 2:18–19, dice: “He aquí,<br />

me habéis l<strong>la</strong>mado vuestro rey; y si yo, a quien l<strong>la</strong>máis vuestro rey, trabajo para<br />

serviros, ¿no <strong>de</strong>béis trabajar vosotros para serviros unos a otros?<br />

“Y he aquí también, si yo, a quien l<strong>la</strong>máis vuestro rey, quien ha pasado sus<br />

días a vuestro servicio, y sin embargo, ha estado al servicio <strong>de</strong> Dios, merezco<br />

algún agra<strong>de</strong>cimiento <strong>de</strong> vosotros, ¡oh, cómo <strong>de</strong>bíais dar gracias a vuestro<br />

Rey Celestial!”<br />

El Señor está al tanto <strong>de</strong> nuestros sacrificios y nos da ayuda cuando se <strong>la</strong><br />

pedimos<br />

Ejemplo<br />

El siguiente inci<strong>de</strong>nte, re<strong>la</strong>tado por Fre<strong>de</strong>rick W. Babbel, ilustra <strong>la</strong> forma en que<br />

el Señor recompensó con una ayuda especial el sacrificio que hizo el presi<strong>de</strong>nte<br />

Benson.<br />

Las condiciones existentes en Europa <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> Segunda Guerra Mundial,<br />

particu<strong>la</strong>rmente en <strong>los</strong> sectores contro<strong>la</strong>dos por Rusia, hacía que les fuera muy<br />

difícil viajar a <strong>la</strong>s autorida<strong>de</strong>s eclesiásticas, aun en misiones caritativas.<br />

El hermano Babbel re<strong>la</strong>ta: “Por el hecho <strong>de</strong> tener que entrar a Polonia por <strong>la</strong> ruta<br />

aérea entre Berlín y Varsovia, establecida por <strong>los</strong> rusos, era necesario que<br />

consiguiéramos visados para entrar a Polonia a fin <strong>de</strong> que <strong>los</strong> oficiales militares<br />

consintieran en autorizarnos <strong>la</strong> entrada a Berlín...<br />

“El presi<strong>de</strong>nte Benson... me preguntó con inquietud si había podido conseguir el<br />

permiso que necesitábamos; fue muy evi<strong>de</strong>nte su <strong>de</strong>silusión cuando le contesté<br />

que no. Tuvimos <strong>la</strong> profunda impresión <strong>de</strong> que estábamos enfrentados con un<br />

problema insoluble. Después <strong>de</strong> reflexionar unos momentos en silencio, él dijo<br />

con calma pero con firmeza: ‘Permítame orar al respecto’.<br />

“Después <strong>de</strong> haber transcurrido dos o tres horas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en el que el<br />

presi<strong>de</strong>nte Benson se había retirado a su habitación a orar, vino a <strong>la</strong> puerta <strong>de</strong> mi<br />

cuarto y con una sonrisa en el rostro me dijo: ‘Prepare sus maletas. ¡Partimos para<br />

Polonia por <strong>la</strong> mañana!’.<br />

“Al principio casi no podía creer lo que veían mis ojos. Lo vi envuelto en una<br />

hermosa y radiante luz. Su rostro bril<strong>la</strong>ba como imagino que habrá bril<strong>la</strong>do el <strong>de</strong>l<br />

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