"CHARANGO PARA TODOS" EL LIBRO DE HECTOR SOTO
El libro "Charango para todos" de Hector Soto, entrega variadas herramientas para aprender o enseñar charango. Entre otros muchos temas: Antecedentes del charango, ejercicios básicos, ritmos, una biblioteca con 500 acordes, escalas, etc y un repertorio de 30 canciones para charango solista, con enlace a una canal de YouTube (Charango para todos) escritas en partitura y tablatura. Todos el libro presenta diversos ejemplos ejercicios, conceptos, partituras enlazadas a un código QR para poder visualizar los videos tutorales desde un teléfono móvil o en el PC
El libro "Charango para todos" de Hector Soto, entrega variadas herramientas para aprender o enseñar charango. Entre otros muchos temas: Antecedentes del charango, ejercicios básicos, ritmos, una biblioteca con 500 acordes, escalas, etc y un repertorio de 30 canciones para charango solista, con enlace a una canal de YouTube (Charango para todos) escritas en partitura y tablatura. Todos el libro presenta diversos ejemplos ejercicios, conceptos, partituras enlazadas a un código QR para poder visualizar los videos tutorales desde un teléfono móvil o en el PC
- No tags were found...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
(5)<br />
Sistema de Clasificación<br />
de v. Hornbostel y Sachs,<br />
traducido al español por<br />
Carlos Vega, Buenos Aires,<br />
obra citada, 1946.<br />
CLASIFICACIÓN UNIVERSAL D<strong>EL</strong> <strong>CHARANGO</strong><br />
Aplicando la clasificación universal de los instrumentos de Hornbostel y Sachs (5) ,<br />
el charango es un CORDÓFONO, porque el cuerpo que emite el sonido<br />
está construido por un sistema cordal. Por tener un portacuerdas y un cuerpo<br />
de resonancia inseparables, es un CORDÓFONO COMPUESTO, y como las<br />
cuerdas corren paralelas a la caja del instrumento, se le puede situar en la familia<br />
de los LAÚ<strong>DE</strong>S <strong>DE</strong> MANO que tienen un portacuerdas en forma de mango.<br />
Por tener la caja de resonancia en forma abovedada, a la manera de una vasija, el<br />
charango está emparentado con el mandolín, la tiorba y la balalaika, entre otros<br />
instrumentos musicales.<br />
17<br />
U<br />
1<br />
ÁREA <strong>DE</strong> DIFUSIÓN<br />
El área de difusión del charango está circunscripta a las regiones centrales de<br />
América del Sur, especialmente aquellas en que ha sido históricamente<br />
más fuerte la influencia cultural de los pueblos originarios quechua y aimara.<br />
Geográficamente, su zona de mayor difusión es Bolivia, especialmente en<br />
las ciudades de Oruro y Potosí, en donde se le considera instrumento folclórico<br />
nacional. Es Bolivia, sin lugar a dudas, el país en donde se conserva más pura<br />
la tradición del charango, en donde los cultores proliferan por todos los lugares<br />
y los luthiers alcanzan un más alto grado de desarrollo. Los charanguistas se<br />
encuentran agrupados en la «Sociedad Boliviana del Charango», cuyo papel<br />
en la divulgación del instrumento ha sido muy relevante. La popularidad<br />
alcanzada por el charango, sin embargo, no es privativa de este país, sino de todos<br />
aquellos lugares que, sin ser bolivianos, han estado fuertemente atados por<br />
los mismos lazos culturales de los pueblos andinos y que, sin duda, corresponden<br />
a aquellas regiones de inmediata colindancia con Bolivia, específicamente,<br />
Perú, Chile y Argentina.<br />
DISPERSIÓN D<strong>EL</strong> <strong>CHARANGO</strong><br />
El curioso camino que recorren algunos hechos folclóricos, yendo y viniendo<br />
por algunas culturas, es recorrido también por el desarrollo del charango como<br />
una expresión antropológica que tiende a la universalización. En efecto,<br />
el charango nace con la imitación de algunos instrumentos europeos, se acriolla,<br />
se apropia del corazón de un pueblo, hace nido en una cultura, se desarrolla,<br />
crece, madura, alcanza su personalidad definitiva y luego, en su afán de no perecer,<br />
emigra incorporándose al quehacer musical de otros pueblos que, debido<br />
a una idiosincrasia similar, legitima allí su presencia. Se acriolla de nuevo, se acomoda<br />
y pasa a transformarse en una nueva expresión de ese pueblo. No es una<br />
apropiación indebida, como pudiera parecer; es el natural resultado de un proceso<br />
de folclorización de un bien cultural que se esmera por mantener su propia<br />
supervivencia.