-El-engaño-de-Google
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También es cierto que los Google-boys ya se han acostumbrado
a la riqueza y el lujo> y tienen todo el derecho, porque
Google es una de las mejores, si no la mejor, idea de tecnologías
de la información (TI) de la última década.
Oficialmente, los miembros del triunvirato Google perciben
una paga simbólica de un dólar y el resto de su sueldo lo
cubren con facturas de gastos. El presidente ejecutivo, Eric
Schmidt, por ejemplo, cobra anualmente unas compensaciones
de más de 500,000 dólares y necesita aproximadamente la
misma cantidad para su seguridad personal Sin embargo, los
paquetes de acciones que poseen entre los tres bastarían para
alimentar a docenas de generaciones. Sólo las participaciones
de Schmidt ascienden a casi 10.000 millones de dólares, míentras
que las de los dos fundadores rondan los 20.000 millones.
Así se puede vivir tranquilo. Y también alardear.
A los que en su día fueron los chicos buenos de las TI les
gusta más el dinero y el lujo de lo que confiesan. Así lo demuestra
el litigio por el avión privado de la empresa, un Boeing
767-200, que estuvo aparcado algunos años en el desierto de
Arizona y fue comprado en 2006 a la aerolínea australiana
Qantas por 15 millones de dólares. Oficialmente, el avión estaba
destinado a la fundación Google.org, la organización benéfica
de Google. Querían tener un jet para desplazar con urgencia
a grupos numerosos (apenas cuenta con 50 plazas) a zonas
de crisis humanitarias. Sin embargo, a la máquina se la conoce
oficiosamente como «el avión de las fiestas». Un detalle al margen:
el jet también fue objeto de disputa por el tamaño de los
aposentos privados a bordo. El motivo de la pelea fue, concretamente,
quién se quedaba con la «habitación» más grande.
Por lo visto, no bastaba con una cama de matrimonio kingsize.
Posteriormente, a principios de octubre de 2007, se supo
que después del avión transatlántico Google había comprado
un segundo jef, un Boeing 757. Los aviones de Google son un
reflejo de la buena colaboración que existe entre la empresa y
las autoridades. Las dos naves tienen permiso para utilizar el
campo de aviación de la NASA de Moffet Field, cerca de
Mountain View, cosa que no puede hacer ningún otro avión