-El-engaño-de-Google
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demasiado poco», y anunció que los futuros planes de expansión
se plantearían alrededor de este tema.
Para que esta personalización funcione, es necesario conocer
al usuario, y esto se consigue con los distintos servicios que
ofrecen la información en bandeja a Google. De hecho, la personalización
no es más que un sistema de programas y ordenadores
que sabe quiénes somos y qué hacemos.
Algunas ideas de Google resultan un tanto sospechosas. Justo
al lado de la entrada principal del cuartel general de Mountain
View, en el edificio 43, hay una enorme pizarra llamada
«Masterplan» donde, si nos tomamos algo de tiempo, podremos
llegar a leer ideas un tanto abstrusas. Sobre este gran panel,
los empleados dan rienda suelta a sus pensamientos y escriben
con rotulador propuestas sobre cosas alas que Google debería
dedicarse. En su mayoría son simples disparates, ideas con las
que mofarse de los críticos de la empresa. Quizás por ello se han
escrito tantas cosas despectivas sobre el Masterplan. ¿A qué debería
dedicarse Google? En la pizarra se pueden leer cosas como
«viajes en el tiempo», «teletransporte» o «control de antecedentes»
(esto último ya es probablemente una realidad).
Se podría decir que Google adoptó una idea de esta pizarra
cuando, en la primavera de 2007, registró una patente con la
que pretende ampliar los perfiles de los usuarios con un componente
psicológico. Google quiere desarrollar un método con
el que poder crear perfiles de conducta de los jugadores en línea.
El programa analiza el comportamiento de las personas
que juegan por Internet o en una consola conectada a la Red
(en juegos como World of Warcraft o Second Life) y extrae conclusiones
sobre la personalidad y las preferencias del jugador.
A partir de los diálogos con los jugadores se puede saber si alguien
es tranquilo, impulsivo, agresivo, colaborador o arriesgado.
Con esta información pretenden, una vez más, atraer a
empresas interesadas en anunciarse en los juegos. Los posibles
anunciantes podrían ser tanto una pizzería de la zona como un
fabricante de bebidas energéticas. En cualquier caso, la patente
encaja perfectamente con la estrategia que Google quiere aplicar
en los juegos. Su objetivo no es desarrollarlos, sino (y no