-El-engaño-de-Google
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En cualquier caso, y retomando la disputa eBay-Google,
que nadie se preocupe por la web de subastas, puesto que se ha
convertido en una tienda online donde las compras han superado
a las pujas. Sin embargo, el caso deja claro que las empresas
dependen de Google, Si la gente de Mountain View no
quiere que una firma se encuentre, no se encontrará.
Con el conflicto Google-eBay sobre la mesa, quien afirme
que los resultados de búsqueda normales no están a la venta y
que sólo la relevancia de una página es decisiva para su posicionamiento,
se equivoca, porque ha quedado demostrado que
Google ha relegado las páginas de eBay a posiciones menos visibles.
Si alguien deja de aportar dinero al sistema AdWords, el
negocio principal de Google (véase el capítulo «El amo de la
publicidad asalta el mercado offline») y es muy posible que su
acción tenga consecuencias en la lista de resultados. Aunque
las posiciones en los resultados de búsqueda normales no se
puedan comprar, la relación entre los enlaces publicitarios y
los de los resultados normales es probablemente muy estrecha
y se afectan mutuamente. Y es que la mentalidad del «quien
paga, manda» está a la orden del día en determinados ámbitos
del sector de la comunicación.
La búsqueda definitiva
Muy pronto, la imagen de Google «y compañía» cambiará
completamente y en los resultados de búsqueda no sólo aparecerán
líneas de texto, sino también fotografías y vídeos. Por
ejemplo: si queremos saber dónde se han celebrado hasta la fecha
los Juegos Olímpicos, junto a los resultados textuales veremos
también incrustado Google Earth, y sobre el globo virtual
aparecerán marcadas todas las sedes olímpicas. Hasta aquí,
ningún reparo, ya que supone una mejor visión de conjunto
para los internautas. Según la encuesta de MarketAgent.com,
esta «búsqueda universal» sería «interesante» o «muy interesante»
para casi tres cuartas partes de los usuarios de Google.
Sin embargo, la búsqueda multimedia también deja clara otra