Casi Ciencia, Casi Ficcion

apoyo. Así es como tanto yo como usted debimos
emprender revisiones a nuestra manera de ver la realidad
ante las nuevas evidencias, científicas o de otra índole.
Verdad grande es que muchos han quedado en el camino
por negarse a ver los avances de la humanidad,
comprimidos en su estrecho pensamiento. Ejemplos de
esto abundan en todas las ramas de la ciencia, desde la
clonación que tanta demanda hizo de la bioética en el
pasado, hasta los recientes descubrimientos
arqueológicos del templo de Salomón que recanalizaron
los orígenes religiosos de la mitad de la población del
mundo. En otras palabras, los ojos abiertos son
necesarios. Así como siempre interpretamos las escrituras
y nos guiamos por ellas, la luz de la ciencia nos dio
herramientas para no caer en el oscurantismo.
Y sin embargo nuestra fe siguió incólume. Nos confirió
el modo adecuado de vivir la vida, sin desviarnos del
propósito divino y para convertirnos en seres iluminados.
Sin intención de degradar a la ciencia, por el contrario,
con una firme convicción de que su papel es
irreemplazable, le confieso que siento a la ciencia como
vacía y fútil si la religión no le da como a todas las otras
facetas de la vida una fuerza de empuje que la guíe por
un camino correcto. Pues ¿cómo dirigirnos con el vehículo
del método científico hacia ningún lugar?
La verdad divina es ese lugar. Nunca llegaremos, pues
di-s es uno. Y sin embargo nos acercamos. Nos
aproximamos en gran parte gracias a ustedes, los
científicos. Pero di-s es la meta y el camino. Nos marca el
sendero para que no caigamos en la depravación ética y
no nos destruyamos con el mismo vehículo que nos lleva
al todopoderoso. Las armas génicas son un claro ejemplo
de esta desviación. Todos los conocimientos biofísicos
desvirtuados en el golpe de una sola bomba destinada a
barrer el ADN. El señor nos dio el aliento de vida para
iluminarnos, no para cegarnos. Es en estas facetas que
las verdades de la religión deben guiar a las verdades de
la ciencia.
Pero tal vez el mayor impacto que podemos generar
como representantes religiosos, sin intención de hacer
proselitismo ni debatir sobre cuál es la religión más
válida, es intentar discernir la verdadera naturaleza
humana y del universo. Con la guía de las santas palabras
divinas que El mismo nos reveló, la labor de la religión es
penetrar en los insondables misterios a los cuales la
ciencia no tiene acceso.
De esta manera considero al avance de la humanidad
manejado por estas dos fuerzas paralelas,
complementarias y simbióticas.
Es así que la teoría del multiverso nos ha generado
una nueva serie de preguntas acerca de cómo di-s pudo
haber pensado el mundo. Considerando cierta la idea que
nos dividimos ante cada experimento cuántico, ¿cómo
podemos encarar la individualidad del ser? Es claro que
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como seres espirituales tenemos un objetivo que cumplir
en esta vida, una meta prefijada que nos purificará el
alma porque habremos alcanzado la autosuperación
espiritual. Y me pregunto... Si nuestra división nos hará
tomar diferentes caminos, ¿puede di-s habernos creado
este multiverso con el sentido de plantearnos múltiples
desafíos y, a pesar de ser seres diferenciados por cada
división, que nuestro verdadero yo, o sea nuestra alma
única, se vea en la necesidad de cumplir su objetivo y
corregir su alma en múltiples circunstancias? ¿Puede el
hombre llegar a di-s solo bajo la autosuperación en un
amplio y distanciado, pero paralelo, número de pruebas
de vida?
Es claro que debemos reformar nuestro modo de ver
la realidad ante estas nuevas evidencias que usted,
doctor Fischer, nos ha traído a la luz. De cualquier
manera nuestra fe sigue inamovible en la verdad revelada
por di-s.
Con mis más sinceras bendiciones,
Rab. David Grushka
- Me llegó una invitación para ser editor de "New
Journal of Cosmology".
- Felicidades, Beny. ¿Pero no era ese el journal que te
rechazaba todos tus manuscritos?
- No, no. Todo lo contrario. Estos fueron los que me
los aceptaron cuando ningún otro journal me prestaba
atención y yo andaba llorando por los pasillos. Les debo
una.
- Igual con la cantidad de citas que al final recibieron
por tus papers, me parece que ellos te deben a vos.
- Sabés que eso no funciona así. De cualquier
manera, siendo editor de este journal voy a tener el
privilegio de poder influenciar en las nuevas tendencias
de la cosmología.
- O sea decir "vos pasás y vos no", pero en lugar de
en una discoteca, lo hacés en una revista científica.
- Eso es un poco exagerado. Depende más de los
réferis de cada manuscrito que del editor.
- Por supuesto. Vos sólo vas a ser el juez que
dictamina.
- Pero pretendo ser un juez benigno. Hay muchas
buenas ideas nuevas en cosmología, que nadie le presta
atención por ser demasiado revolucionarias para el status
quo.