Casi Ciencia, Casi Ficcion

- ¿Y quienes hicieron estos estudios?
- ¿Cómo señora?
- Claro, una técnica médica como esta, con base
científica, debe tener publicaciones que prueben que
funciona, centros de investigación con trabajos
estadísticos, no se...
- Por supuesto señora. Están los estudios pioneros del
doctor Katz, que investigó la gemología profundamente.
Mientras, Tuvok me colocaba piedras de todos colores
sobre mí, para no perder tiempo. No sospechaba lo que
le esperaba.
- ¿El doctor Katz realizó estudios a doble ciego, para
corroborar la efectividad de las piedras?
- ¿Cómo dice señora?
- Le pregunté si el doctor Katz hizo estudios
estadísticos a doble ciego.
- No lo sé. Supongo. Él fue el padre de la gemología
moderna, y escribió y desarrolló mucho sobre el tema.
- Y usted como especialista debe conocer todo lo
escrito por él, ¿no?
- Si, claro.
- Entonces debería recordar los resultados de los
estudios a doble ciego.
- Perdone, pero no estoy al tanto.
- Pero usted sabe que es un estudio a doble ciego,
¿no doctor?
- Eh, no es mi área de especialidad...
- Pero si no conoce los estudios a doble ciego, ¿Cómo
es que obtuvo el certificado?
- ¿Qué certificado?
El bulldog había desenfundado de nuevo. Yo me
sentía en un deja-vu.
- ¿Cómo que qué certificado? El certificado del DIAP.
Lo tiene ¿no?
El doctor Tuvok se detuvo un instante, justo antes de
ubicarme una amatista en el medio de la frente. En ese
momento hubo una transformación facial. Se le
fruncieron las cejas. Se le dibujaron fisuras entre los ojos.
La boca invirtió su curvatura. Los labios se le apretaron.
Los ojos se le cerraron. Hasta juraría que crujieron sus
muelas. Definitivamente sabía que era el DIAP.
A diferencia de Uhura, Tuvok estaba al tanto de los
debates del congreso y de la sanción de la ley de control
de la parapsicología, medicinas alternativas, adivinaciones
y afines. No era de extrañar, con la cobertura que le
dieron los medios de comunicación. Hubo ciertamente
muchos debates tanto políticos como civiles, pero el tema
no podía pasar desapercibido después del affaire del
Templo Multiversal. Era solo una cuestión de tiempo
hasta que el ministerio de ciencias lo ponga en el tablero.
Por primera vez en la historia el ministerio de ciencias era
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un verdadero grupo de poder y no un mero órgano de
consulta. Y Tuvok lo sabía.
- Señora González, la escuela de gemoterapia está
comenzando los trámites para obtener el certificado. Esto
es algo muy nuevo todavía y lleva su tiempo. De
cualquier manera, con o sin certificado, nuestro trabajo
lleva siglos de perfeccionamiento y evolución. Cada día
salen de este consultorio varios pacientes satisfechos, con
mejoras notables en su estado de salud. La satisfacción
de mis pacientes es el mejor certificado que puedo tener.
Tuvok mantenía su voz relajante, pero algo había
cambiado.
- Bueno, doctor, está muy bien que sus pacientes
salgan contentos. ¿Pero conoce al señor placebo? Cuando
voy a la peluquería y me retocan el poco pelo que me
queda, me dicen que quedé fantástica y yo les termino
pagando contenta. Eso pasa aunque me mientan y yo
siga siendo fea como un pugo ¿Puede ser que sus
pacientes se sientan mejor después de su dulce
tratamiento, aunque las piedras no le hayan curado una
merdo?
Tuvok sabía perfectamente lo que era un placebo. O
sinceramente creía en el poder de las piedras, o mantenía
un acto muy convincente.
- Se hicieron muchos estudios acerca de la efectividad
de las gemas. Su efecto va más allá del placebo. Y
también se conoce el mecanismo de actuación. No
señora, los pacientes son más inteligentes de lo que
usted cree.
- No siempre tiene que ver con la inteligencia, mi
estimado doctor, aunque la falta de esta es una ayuda
para creer en cualquier merdo. ¿Cómo sabe usted que no
es un placebo? ¿Dónde aparecen los estudios?
- Veo que es muy incrédula. Le puedo mostrar los
trabajos publicados en el Journal of Alternative and
Complementary Sciences por el doctor Katz, donde se
comprueba estadísticamente que las gemas funcionan.
- ¿Journal of Alternative and Complementary
Sciences? ¿Es un ŝerco lo que me dice? Esa publicación
fue totalmente desacreditada por el ministerio de ciencias
hace años por la falta de criterio científico. No tienen ni
siquiera un estudio a doble ciego en toda su historia, ¡Y
usted me dice que un tal doctor Katz comprueba
estadísticamente! Ese journal es puro sesgo y mentiras.
¡Ni siquiera publican en esperanto!
- ¿Pero quién es usted para hablar así, señora? ¡Hace
quince años que practico esta terapia! ¿Qué sabe usted
de esto como para discutirme?
El bulldog lo había logrado de nuevo. Enfurecer a un
estereotipo del new age como Tuvok era un gran logro.
- Mire señora González, o me deja hacer mi trabajo o
se va. No me gustan los policías en mi consultorio.