Casi Ciencia, Casi Ficcion

- Y ni que hablar de las hemorroides internas
sangrantes. Pueden ser hemorroides sicológicas por el
duro destino que le tocó vivir, o en otras palabras el
destino le rompió el pugo.
- Por cierto, mi esposa me pregunta qué fue de la foto
que teníamos en el living.
- Me la guardé de souvenir. Si quieren, váyanse de
nuevo de vacaciones y sáquense otra. Ahora no me
cambie de tema. A las diecisiete horas en Salta y Leibnitz
tiene turno con el rabino Archer, un cabalista. Por
supuesto, en lugar de González usted será Gonzóvsky.
- ¿Un rabino? ¿Nos metemos con religiones?
- Mi ingenuo doctor Spock, hay varios ítems que usted
debe comprender. Primero, rabí Archer hace su pequeña
fortuna de la venta de amuletos y un agua curativa, el
“agua de cábala”.
- ¿Y para que puedo querer un amuleto?
- Para ver si vuelve Oriana. También el agua de
cábala la puede usar de enema, a ver si le cicatriza las
hemorroides sangrantes. ¿Puedo seguir con la lista de
ítems?
- Continúe, mi capitán.
- Gracias. Segundo, esos amuletos están
filosóficamente en contra de la ideología de las líneas
principales del judaísmo. Este rabino no es apreciado por
el establishment. Nadie nos va a hacer problemas, porque
nadie lo va a extrañar. Tercero, si fuera por mí, todo
aquel que venda parcelas en el paraíso o milagros divinos
por unos sucios valutoj merece que el Diap le caiga
encima. Cuarto, tenés razón. Meterse con religiones es un
asunto peligroso, y no me refiero a peligro estilo Odo. Es
un peligro estilo debate filosófico existencialista donde
bajo el raciocinio, la lógica y la presión popular el Diap va
a perder su genitalia por meterse con la libertad de culto
y con el verdadero mesías.
- Eso quiere decir no religiones para nosotros. Está
claro. De última la libertad de cultos es algo bueno.
- La libertad de cultos está bien, está claro. Lo que no
está tan claro es toda esa zona gris entre las religiones, la
fantasía y hasta el engaño. Alguien tiene que controlar
que no se aprovechen de los crédulos, y mañana ese
alguien va a ser el señor Gonzóvsky.
- ¿Y quién define hasta que tono de gris podemos
tocar?
- Ah, muy filosófica su pregunta, Spock. Si fuera por
mí cortaría cabezas sin piedad. Pero no podemos cambiar
culturas, tradiciones y mitos establecidos con una ley. No
hay manicomio suficientemente grande como para
encerrar a millones de locos, ni Diap suficientemente
fuerte como para controlarlos. De hecho, meterse con
religiones establecidas sería una condena a muerte para
el Diap. No importa que tan falsas, ridículas o inhumanas
sean sus posturas; no importa que se nieguen a ver bajo
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el microscopio o el telescopio basados en una bizarra
interpretación de algún profeta milenario mal citado; no
importa que los vecinos de un barrio sean cristianos, los
del otro hinduistas y los del otro zorohastristas, y todos
tengan la verdad; no importa que no tengan medios para
probar la existencia del paraíso, el hades, el nirvana o el
Valhala. No, nada de eso le importa al Diap, porque
nosotros luchamos contra ilusos y mentirosos, pero no
contra los “verdaderos” dueños de la fe.
- Entiendo sus ideas. Una atea no puede contra mil
teístas.
- Un momento, Spock. No se me apresure con su
lógica. Yo creo en lo que se puede probar, o falsear si
prefiere el término adecuado. Eso no me hace atea
estrictamente.
- ¿Y no estrictamente?
- Soy atea. Pero no me cambie de tema. La cosa es
clara. Quien vende curaciones, debe probarlas. Quien
vende predicciones, debe probarlas. Quien vende
arreglos, debe probarlos. No importa si lo disfraza de
religión o no. ¿Está claro? Ahora, si no promueve falsas
curaciones, falsas profecías o falsos arreglos, ya no es
nuestra jurisdicción. Especialmente...
- Especialmente si es una religión establecida.
- Muy bien, Spock. Empieza a tener telepatía. Mi
mente en su mente. Por reglas de la democracia, no
podemos cambiar lo que millones creen correcto, sea
esto correcto o no. Especialmente si parte de estos
millones son tus superiores. Por suerte para usted nadie
lo va a acusar de antisemitismo por investigar a rabí
Archer, siendo que Archer está en un tono de gris muy
oscuro.
- Mmm, déjeme resumir mi día de mañana. A las
nueve el Doctor Crusher, un homeópata. A las trece La
Forge, una nigromante. A las diecisiete el rabino cabalista
Archer. ¿Y para la noche no me queda nada?
- Por supuesto. A las veinte horas tiene una entrevista
con...
- Se da cuenta que mi pregunta era irónica, ¿no?
- ¿Usted se refiere a un exceso de trabajo con las tres
misiones anteriores, y por lo tanto era tácito que después
merecidamente podría volver a su casa a los brazos de su
amada, y por lo tanto una pregunta diciendo que puede
seguir trabajando implica humor por contradicción?
- Exacto.
- Bueno, porque realmente no me interesa. Como
decía, a las veinte tiene una entrevista con cinco
brillantes y pujantes jóvenes científicos. Acá tiene una
lista de preguntas para hacerles, y puede agregarle todas
las que considere necesarias. Al final tiene que saber
cuáles son las aspiraciones de cada uno, sus
conocimientos científicos y culturales, su carácter y
entereza, sus dietas diarias, sus gustos sexuales y hasta