Casi Ciencia, Casi Ficcion

queríamos ver cómo te desempeñabas con lo único en
que tenías plena libertad de acción, con la perilla."
Pero pasó la noche, pasó el día, día primero. Y la
memoria le comenzó a fluctuar mientras la culpa se
disolvía en dicotomías rutinarias. Así que volvió al
instituto aquella tarde, tal como pautaron. Seguía
valiendo la pena, pensó. Buena plata por participar en un
experimento sicológico de unas cuantas horas. Ahora
sabía que él era el conejo de indias. No más sorpresas.
Seguía valiendo la pena, pensó ahora que la conciencia
se había relajado. ¿Cuántos otros habrán hecho este test,
se preguntaba?
"Llegó el séptimo boludo, doctora ¿Podemos seguir
con el experimento?"
"Sigamos. Y el término adecuado es participante.
Llevá a los participantes a la mesa."
Eran siete en la mesa redonda. Los siete habían
pasado por lo mismo. Los sentaron sin más, solo con un
amable "Esperen aquí, por favor". Café, jugo,
sándwiches. Cordialidad y frialdad. ¿Dónde estaban los
investigadores?
A: ¿Vos sabés de qué se trata?
B: Ni idea. Después de lo de ayer ni idea para que nos
quieren.
A: ¿A ustedes también los hicieron hacer las preguntas y
apretar el botón?
B: Creo que todos pasamos por lo mismo.
A: El puto botón rojo...
B: Je. Nos hicieron pasar por pelotudos.
C: Más que pelotudo me sentí un hijo de puta... (Suspiro)
A: Sip, parece que todos pasamos por hijos de puta.
C: Supongo que si...
B: Déjense de joder, fue solo un experimento. No jodimos
a nadie al final.
C: Solo nos jodieron a nosotros.
B: ¿Por apretar un puto botón?
C: Un puto botón y una puta perilla. Nadie me dijo que
no era obligatorio girar la perilla.
B: Pero te dijeron que podías. ¿Qué te calentás?
C: Pero no era necesario. Y yo la giré, hasta siete, como
un verdadero hijo de puta. ¿Alguno de ustedes no llegó
a siete?
...Silencio...
D: No se ustedes pero a mí todo esto me pone nervioso.
Y cuando estoy nervioso me da hambre. (Toma un
sándwich y se sirve jugo)
A: Y... Ya que se puede... (Llena una taza de café) ¿Les
sirvo?
B: Dale.
E: Por favor...
21
"Vamos bien. Las mediciones están dando parámetros
de interacción altos. Revisá el espectrómetro de F. Si no
se despacha con un discurso ahora, vas a tener que
recalibrar el aparato."
F: Bueno. Gracias. Supongo que una tacita de café no me
va a venir mal.
B: Te va a venir fantástico. Si tuviera un whiskicito te
haría un café irlandés también.
F: Vos no debés tener úlcera como yo.
B: Vamos, la vida hay que disfrutarla.
C: Como la disfrutaron los que contestaban a nuestras
preguntas.
B: Y dale con eso. Al final era de mentira. No lastimaste a
nadie, ¿te acordás?
A: Buen punto.
C: No me importa que no hayan sufrido. Me importa que
lo hice sufrir.
A: Tenés razón ahí vos también.
B: Pará, alguno de los dos tiene que tener más razón que
el otro.
A: ¿Sabés qué? En eso tenés más razón.
F: Hey, ese es un chiste viejísimo.
A: Cierto. Vos sos el que más razón tiene.
…Tímidas Risas…
F: Igual te voy a decir que lo tuyo es un poco egoísta.
C: ¿Yo?
F: Si, vos. Por lo visto no te interesa tanto lo que
hipotéticamente sufrió el otro. Te importa más tu cargo
de conciencia.
C: Estás loco. Mi conciencia me pesa por haber tratado
mal a otro. Eso se llama interés en el prójimo.
F: Miralo así: ¿Qué es más importante para vos, que el
encuestado haya sufrido, o que vos creas que lo hiciste
sufrir?
C: ¡Que haya sufrido el!
F: Pero no sufrió. Y vos seguís alterado.
C: ¡Porque lo pude haber hecho sufrir!
F: Pero no sufrió. Es claro que te importa más tu
sufrimiento por haber conocido tu lado oscuro que el
del otro, que al fin y al cabo no pasó ninguna penuria.
Eso no es verdadero altruismo.
A: (¿Altru qué?)
E: Si me permitís, te voy a decir que lo tuyo es una
interpretación forzada. El pobre está hecho un trapo
por, como vos decís, haber encontrado su lado oscuro.
Vos lo confundís y aleccionás, diciéndole egoísta por
solo pensar en el y su sufrimiento. La realidad es que
cualquier demostración de altruismo...