Casi Ciencia, Casi Ficcion

(Entrando en la sala, donde siete sillas rodean a una
mesa redonda)
Investigador: Tomen asiento, por favor. Tenemos que
seguir con el experimento.
C: ¿Experimentan con nosotros de nuevo? La última
sorpresa no fue muy agradable.
Investigador: Lamento que hayan pasado un mal rato. Si
los reconforta, les puedo asegurar que esta no es una
prueba personal ni está dirigida a hacerles pasar un
mal rato. Nadie salió herido de esto.
E: ¿O sea que no somos los primeros en participar en
este experimento?
Investigador: No, por supuesto que no. Esto lleva años
realizándose.
A: ¿Y entonces para qué nos necesitan, si ya lo hicieron
varias veces?
Investigador: Para tener muestras estadísticamente
significativas, para comparar métodos y estudios, para
entender mejor como funcionamos. Lamento si sus
expectativas de este estudio cambian con esto, pero
para compensarlo les puedo asegurar que están aquí
porque son únicos, y por eso cada estudio amplía
nuestro conocimiento.
B: Bueno, sigamos con esto a ver si lo terminamos
rápido.
Investigador: Esta bien. Siéntense por favor.
(Se sientan los siete especímenes rodeando la mesa.
Les colocan electrodos conectados a la mesa en las
sienes. Frente a cada uno hay una pequeña pantalla y
seis botones con letras de la A a la H.)
C: No será lo mismo que hicimos ayer, ¿no?
Investigador: Parecido. Voy a probar los botones.
(Tocando uno por uno los botones, una pequeña pero
dolorosa corriente eléctrica corrió por cada uno de los
especímenes. Todos, más por la sorpresa que por el
dolor, saltaron en sus sillas gritando en diferentes tonos y
volúmenes.)
E: ¿Era eso necesario?
Investigador: Si. Lo lamento. Sé que es un poco
incómodo.
A: ¿Un poco?
Investigador (sin prestarle atención): En la pantalla
aparecen una por una ocho preguntas. Cada uno de
ustedes está identificado por una letra marcada en la
mesa. Lo único que tienen que hacer es, en orden,
nombrar a uno de ustedes según su letra, hacerle una
pregunta del cuestionario, y si responde mal tocar el
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botón que le corresponde. Cuando todos terminen
todas las preguntas pueden irse a casa. Les pido que
no hagan trampa. A, puede empezar.
C: ¿Y si me niego?
Investigador (alejándose): Solo les pido que no hagan
trampa.
(Silencio. Se cierra la puerta y quedan los siete solos,
enfrentados.)
B: Hagámoslo rápido y terminemos con esto.
F: No se si esto es correcto.
B: Correcto o no, quiero que me paguen por esto, y
quiero que lo terminemos rápido. Empezá por favor.
A: Bueno, bueno. Será desagradable pero hay que hacer
lo que hay que hacer, en nombre de la ciencia, ¿no? A
ver. Apareció la primera pregunta. Te la hago a vos, C,
así te aflojás un poco: ¿Cuál es la quinta letra del
abecedario?
C: ¡E!
A: ¡Correcto! No era tan malo, ¿no?
B: Me toca. A ver, E, para que practiques tu cultura,
¿Cuál es el continente más grande?
E: Asia. Esa la sabemos todos.
B: Pasaste la prueba. El que sigue.
"Van resolviendo el tema rápido, pero todavía no
recibieron descargas. ¿No lo habremos hecho demasiado
fácil?"
"Ya llegan a la cuarta pregunta. Ahí todo cambia.
Mantenete atento a C, que por su espectro debe estar
temblando ahora."
C: Para vos, F... (silencio)
F: ¿Y?
C: Ehhh... ¿Por qué le dieron un premio Nobel a
Einstein?
F: ¡Por la teoría de la relatividad!
C: Ehhh... No es correcto.
F: ¿Cómo?
C: Fue por describir el efecto fotoeléctrico, según esto. Lo
lamento.
Bzzzzz. Auch.
C: Lo lamento en serio.
F: ¡Me cago en Einstein!
B: ¡Epa! ¿Vos no eras religioso?
F: Dios me va a entender.
C: Dale, cuanto antes terminemos con esto mejor.