Casi Ciencia, Casi Ficcion
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El dolor le agitaba el corazón. El sabía que era un<br />
monstruo. Solo no sabía que el dolor le duraría poco. Por<br />
algún motivo todos creemos que vamos a ir al cielo. El<br />
infierno, sea lo que sea, no es para mí. Yo soy<br />
suficientemente bueno como para no necesitar sufrir un<br />
purgatorio para tocar las túnicas de dios. Y sin embargo<br />
la vida nos da sorpresas de tanto en tanto. Y de repente<br />
creemos que el cielo, sea lo que sea, no va a resultar tan<br />
fácil. El sabía que era un monstruo. Solo no sabía que el<br />
dolor le duraría poco.<br />
Sucedió esa mañana. Lo sentaron frente a una<br />
botonera. Y una perilla. La perilla era grande. Del tamaño<br />
de la palma de su mano. La perilla de mierda tenía justo<br />
el tamaño de su mano, así le resultaba más fácil dejar su<br />
mano apoyada, y girarla. Por algún motivo era más fácil<br />
girarla para la derecha que para la izquierda. O tal vez<br />
era su impresión. La realidad es que por algún motivo<br />
izquierda a derecha fue el sentido recorrido. Desde 1<br />
hasta 7. Suerte que fue solo hasta siete. Uno por cada<br />
infierno del Dante. No sabía de qué se componían los<br />
infiernos. Pero sabía que eran siete. Uno por cada punto<br />
de la perilla.<br />
Encendió un cigarrillo. Eso lo iba a tranquilizar. Un<br />
cigarrillo le iba a rebajar uno o dos infiernos. Las<br />
preguntas le llenaban la cabeza de preguntas. Pero así<br />
como su entrevistado no las pudo responder y el subió la<br />
perilla, el no las puede responder ahora y dios le está<br />
subiendo la perilla a él.<br />
Es sencillo. Lo sentaron frente a la botonera y la<br />
perilla. Sentaron en frente al entrevistado. Ese hijo de<br />
puta. Y le dieron un cuestionario. Por cada respuesta<br />
errónea del entrevistado, el debía apretar el botón rojo.<br />
Una descarga eléctrica iba a hacer estremecer al<br />
entrevistado. En uno, la descarga leve estremecería al<br />
pobre. Siete, el dolor sería terrible. Y hasta siete llegó.<br />
"Si responde mal, apretá el botón rojo. Podés subir la<br />
perilla a tu gusto para aumentar la descarga.<br />
Aprovechala..."<br />
Aprovechala.<br />
Sentaron al entrevistado frente a él; ese bastardo era<br />
buen actor. Le conectaron los electrodos directo a las<br />
terminaciones nerviosas. Solo que en lugar de recibir<br />
información, los electrodos emitirían, en teoría, una<br />
descarga directa a la médula. Dolor. Dolor dependiente<br />
de la posición de la perilla. Dolor dependiente de la mano<br />
que dirige la perilla. Y empezó el cuestionario.<br />
"¿Cuál es la capital de Finlandia?"<br />
"¿Bruselas?"<br />
Bzzz.<br />
"Auch. Eso duele."<br />
"Lo lamento. ¿Cuál es el símbolo químico del cobre?"<br />
"No sé. ¿Ce-O?"<br />
Bzzz.<br />
20<br />
"Auch. No me está resultando divertido. ¿Como<br />
esperás que conteste algo que no veo desde el<br />
secundario?"<br />
"A mí tampoco me divierte. Pero están midiendo tus<br />
reacciones. Lo siento pero tengo que subir un punto la<br />
perilla (clack). ¿Cuánto duró la guerra de los cien años?"<br />
"¿Cien años?"<br />
Bzzz.<br />
"Auch! ¿Que no es acaso cien años?"<br />
"No. Es un poco más."<br />
"Esa fue una pregunta más que hija de puta. Parece<br />
que te resulta divertido."<br />
"No. En absoluto. Pero es el trabajo que me dieron.<br />
Voy a subir un punto más (clack)."<br />
"Seguro que te gusta este juego. Dale, turrito,<br />
haceme la pregunta."<br />
"¿Cuántos colores tiene el arco iris?"<br />
"¡Siete! ¡Son siete!"<br />
Bzzz.<br />
"¡Auch! ¡A no, no me digas ahora que no tiene siete<br />
colores!"<br />
"Según esto son seis."<br />
"¡No me jodas! ¡Todos sabemos que son siete! ¡No<br />
leíste bien la respuesta!"<br />
"Según esto son seis. ¿Qué fruto comió Eva?"<br />
"¡Manzana!"<br />
Bzzzz. Auch. Clack. ¿Dónde? Bzzzzz. Aauch. Clack.<br />
¿Cuándo? Bzzzzzz. Aaauuch. Clack. ¿Quién? Bzzzzzzz.<br />
Aaauuuch. Clack. ¿Por qué? Bzzzzzzzz. Aaaauuuch. Clack.<br />
¿Para qué? Bzzzzzzzzz. ¡¡¡Aaauuuch!!!<br />
...<br />
Por algún motivo los gritos del torturado siguen<br />
escuchándose durante mucho tiempo. Por algún motivo<br />
mucho tiempo no pasa de una noche. A la mañana<br />
nuevas perspectivas se vislumbran. Con el frío matinal se<br />
enfrían las emociones. Empezaba a entender que el dolor<br />
dura poco.<br />
"El experimento no fue el entrevistado sino el<br />
experimentador" le dijeron una vez finalizada la<br />
entrevista. "No nos interesaban las reacciones de quien<br />
contesta mal. Eso ya es conocido desde hace mucho. Por<br />
eso pusimos a un actor entrenado para simular que sufría<br />
cada vez que apretabas el botón rojo. Y por supuesto,<br />
más se sacudía cuanto más girabas la perilla. Todos<br />
sabíamos que no podía responder a ninguna pregunta<br />
bien. Y vos te diste cuenta en seguida. Nuestro<br />
experimento intentaba ver tus reacciones, no las de él.<br />
¿Ves esa cámara ahí colgada? No le apuntaba a él. Te<br />
apuntaba a vos. Queríamos ver como vos reaccionabas.<br />
Como preguntabas, como lo mirabas, como contestabas,<br />
cuanto tardabas en apretar el botón, y por sobre todo