Casi Ciencia, Casi Ficcion

La Dra. me devolvió una mirada divertida como tantas
otras que me había dado con anterioridad. Cien veces la
había entrevistado para otros artículos, y cien veces me
puso esta misma cara de profesora aleccionando a su
estudiante. "¿Si se pueden sentir otros universos con la
mente? ¡Ni en pedo! Decime, ¿De dónde sacás estas
pavadas?" Me dio tanta gracia el tono anti-académico de
la Dra. que mi risa resonó por todos los pasillos
universitarios. La risa incluía un tanto de vergüenza por el
triste papel que sentía que estaba actuando en esta
novela.
Al verme riendo de esta manera, la Dra. me consoló
con mirada de tía. "No soy ninguna especialista en estos
temas, pero sé que no es el primer grupo, movimiento,
secta o como quieras llamarlo, que mezcla verdadera
ciencia con para-ciencia. Siempre existe la posibilidad que
tengan razón, pero la historia muestra que en su mayoría
son modas pasajeras que atraen a miles y tarde o
temprano desaparecen. Me encantaría entender cómo a
esta altura de la historia todavía la gente se mete en
estas ridiculeces".
La opinión de una Dra. en física me quedó bastante
clara. Según esta ciencia exacta el templo dice solo
incongruencias. Queda formulada entonces la pregunta
de la académica: ¿Cómo la gente se mete en estas
ridiculeces a esta altura de la historia?
Fragmentos de
Grabaciones Encontradas:
- ¿Qué tal, Ruth? ¿Podría hacerte algunas
preguntas?
- ¿De qué se trata?
- Un informe acerca del templo.
- Ah, dale entonces.
- ¿No te molesta si te grabo?
- Para nada.
- Bárbaro. Empecemos con algo personal. ¿Por qué
venís al templo?
- Uh, esa es una larga historia.
- ¿Tenés la versión resumida?
- Bueno, te puedo decir que antes de venir al templo
sentía que algo faltaba en mi vida. Entonces una amiga
me trajo, y en versión resumida empecé a entenderme a
mi misma aquí. Con el tiempo entendí cada vez más por
medio de las sesiones de meditación muchas realidades
que desconocía. Ahora puedo decirte que me siento
además muy bien cuando vengo y participo de las
actividades del templo.
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- ¿En qué actividades participás?
- Bueno, además de las charlas y sesiones de
meditación ayudo en las investigaciones y trabajo en el
orfanato.
- ¿Orfanato?
- ¿No sabías? El templo mantiene varias obras de
beneficencia, principalmente hogares para huérfanos. En
este templo en particular hay veinte chicos a nuestro
cuidado.
- No tenía idea. ¿De dónde surgió esto?
- Nuestro líder, bendita sea su memoria, era un
filántropo. Empezó con unos pocos huérfanos y nos dejó
casi diría una misión al encargarnos su cuidado. En su
humildad el Dr. Burg nunca comentó mucho del tema
excepto entre sus más cercanos.
- ¿Y quién se ocupa de los chicos?
- En este templo hay un par de encargadas que
trabajan con los chicos, y después varios iniciados
colaboramos en lo que podemos, dándole a los chicos lo
que necesitan.
- ¿Y quién mantiene al orfanato?
- El templo, claro. Todas las donaciones que
hacemos son al final para algo positivo.
- Entiendo. Y en las investigaciones, ¿qué es lo que
haces?
- Hago de conejito de indias.
- ¿Perdón?
- Yo no entiendo nada del tema. Lo único que sé es
que investigan cómo funciona el cerebro cuando estamos
comunicándonos.
- Y tu papel es...
- Mientras medito me enchufan y estudian.
- ¿Tenés idea que clase de estudios hacen?
- Acá más que nada hacen electro-encefalograma.
Una vez fui a otro templo donde me hicieron una
resonancia magnética. No es una experiencia agradable
para una claustrofóbica como yo.
- ¿Tienen un MRI? Ese es un equipo muy caro.
- El templo recibe muchas donaciones. También hay
otros equipos. Sé que uno de los más caros es algo de
positrones.
- Un PET. Muy, muy caro.
- Bueno. Nunca me llevaron a ese, pero suena
interesante.
- Me gustaría conocer a los investigadores. Pero
cambiando de tema de nuevo, me interesaría saber qué
es lo que pensás de la meditación, la comunicación y
todo eso.
- ¿Qué es lo que pienso? Primero puedo decirte que
me hace bien, sino claro no lo haría. Es muy positivo para