La définition d'une stratégie d'intervention. La ... - RehabiMed

La définition d’une stratégie d’intervention.
La definición de una estrategia de intervención
Defining a strategy for intervention
veces entraña el modificar una entidad pretérita, ayuda a plantearse la
posibilidad de gestionar dicha entidad de un modo diferente a conferir
módulos diferenciados por propietario; como podría ser perfectamente
la gestión colectiva que se propone. Contradictoriamente, en un
ámbito con una capacidad de acción tan restringida como los cascos
para este tipo de sociedades. No consiste en configurar el espacio de
nuevo sino en recolonizar lo ya existente adecuándolo a las exigencias
de la entidad colectiva. Frente a una obra de nueva planta donde cada
habitación su adecuación a un uso puede haber sido predeterminado
de antemano, en la rehabilitación de una estructura precedente que
ha perdido su función original, esto es, su posición dentro de un
organigrama establecido, la maleabilidad de cada elemento puede
ser inmensa, al tener que adaptarse a multitud de situaciones diversas
provenientes de los requerimientos de las entidades colectivas.
La cuestión, finalmente, sería buscar un compromiso por parte de la
población, así como nuevas líneas en la profesión del arquitecto y del
urbanista más vinculadas con lo que podría denominarse ingeniería
social. En este sentido el campo del diseño se amplía, no únicamente
se trata de dar una solución espacial adecuada, sino que debe dar
respuesta a variables tan a priori desacordes y distantes como la
propiedad, la privacidad o la producción. De este modo el compromiso
del arquitecto o proyectista con la intervención hace que éste se
transforme en una figura semejante a la de jardinero, que no sólo ha
de cuidar y mantener, sino que además debe incidir en la necesidad de
una experimentación continua para con el proyecto en los campos de
la convivencia, la habitabilidad y la proyección de la intervención hacia
la ciudad y el territorio.
Finalmente, las cooperativas habitacionales en cascos históricos
presentan una serie de ventajas que pueden hacer interesante su
implantación. La posibilidad de que éstas hagan de un inmueble o
conjunto de inmuebles sus espacios para la vida, incide positivamente
sobre su conservación y buen estado. Pero no sólo eso, sino que
además de crear un espacio para habitar, también se pueden generar
espacios y ámbitos para producir, para crear centros de trabajo, y para
desarrollar actividades culturales, conllevando todo esto hechos tan
notables para la ciudad mediterránea como la implantación de nuevas
tecnologías, o su adecuación para el turista. Todas estas connivencias,
finalmente, participarían en la generación de una identidad propia y
singular para los cascos históricos; se confieren realidades alternativas,
se exploran nuevos caminos que lejos de quedarse aislados en la trama
histórica, implican la conformación de un nuevo centro de atracción
sobre la misma. Esto es, inducir complejidad en la ciudad tradicional,
imbuirla de cualidades de tal modo que vibre en consonancia con los
nuevos tiempos. En definitiva la consolidación en la ciudad tradicional
mediterránea de identidades colectivas que la hagan funcionar y
evolucionar, no como una ciudad museo, sino como lo que debe ser,
una ciudad viva.
[1] Informe Brundtland, 1987.
[2] VV.AA. Curso de cooperativas de viviendas. Servicio de publicaciones del Colegio Oficial
de Arquitectos de Madrid. 1991.
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