19.05.2020 Views

1

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Te recuerda a Daphne, ¿no? ¿Ese rostro Tamouran?

Una nube de entumecimiento me recorre. Daphne. ¿Quién es Daphne?

A través de la niebla que me envuelve, siento una inmensa marea de ira creciendo en el

corazón de Enzo, empujándose y esforzándose por salir. La energía me hace jadear, coloco

una mano sobre mi boca para silenciarla. Mi corazón late frenético.

—Estás en terreno peligroso —dice Enzo en voz baja.

Dante titubea, por un momento, pero luego gesticula y se sumerge en ello. Su voz

adquiere un cambio sorprendente, haciendo una transición desde arrogante, a acosador

condescendiente con algo de genuina preocupación.

—Escucha. A todos nos gustaba Daphne. La mejor no malfetto que alguna vez conocí.

Me cuidó en la enfermedad… habría muerto si no fuera por ella. ¿Crees que no me di cuenta

todas las veces que abandonaste tus propiedades o la Corte Fortunata para ir a buscarla?

¿Pensaste que no sabíamos que querías casarte con ella?

Casarse con ella.

La voz de Dante se calma.

—¿Crees que no lloré su muerte también? ¿Qué no quise asesinar a cada Inquisidor en

la ciudad por ella?

Enzo escucha en silencio, su rostro un retrato de piedra. Ahora hay paredes alrededor

de su energía, apartándome de sus emociones. Lucho para concentrarme en mi ilusión de

invisibilidad. ¿Por qué no lo llamas mentiroso, Enzo? Porque todo es verdad, por supuesto.

No me sorprende que Enzo me mire como si fuera otra persona. Es porque está viendo a

alguien más. Otra chica que una vez vivió, a la que una vez amó, a quién ama todavía.

Dante se inclina. La furia en él aumenta.

—Adelina no es ella. Tiene el fuego, le daré eso y… dejando de lado las marcas… el

rostro. Pero son personas completamente diferentes, Verdugo. Y puedo decir que, si bien

todos confiaban en Daphne, nadie confía en tu nueva chica. Todos la toleramos, en el mejor

de los casos. —Dante hace una pausa para levantar dos dedos—. Ha ido en contra de tus

órdenes y ha sido vista hablando con el enemigo. Has matado por menos que eso. Le has

dado ventajas que no les das a otros. Te has ablandado con ella. No me gusta acatar

órdenes… pero las acepto de ti. No lo hice durante años solo para verte caer por una chica

que te recuerda a un amor muerto.

La mirada que Enzo le da a Dante es suficiente para que éste dé un cauteloso paso

atrás.

—Soy bastante consciente de quién es Adelina —dice el príncipe en voz baja—. Y quién

no es.

—No si piensas que estás enamorado, su alteza.

—Mis asuntos no son tu problema.

—Lo son si es una distracción de nuestros objetivos.

Enzo entorna los ojos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!