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ioletta tenía miedo a los truenos.
V
Cuando éramos muy pequeñas, se metía en mi habitación en el
momento en que una tormenta se desarrollaba. Se subía a mi cama, me
despertaba y enroscaba su pequeño cuerpo contra el mío, y yo envolvía un
abrazo a su alrededor y tarareaba el arrullo de mi madre mientras la
tormenta arrasaba fuera. No estoy orgullosa de admitirlo pero siempre me
había gustado su indefensión. Me hacía sentir poderosa. En esos breves momentos, era la
mejor.
Así es como mis sueños empiezan esta noche. Una tormenta oscura arrasa fuera de mis
ventanas. Sueño que me despierto en mi habitación para encontrar a Violetta apretujada
junto a mí, debajo de las sábanas, su espalda vuelta, su cuerpo temblando, los rizos de su
cabello negro extendido en mi almohada. Sonrío adormilada.
—Todo está bien, mi Violettina —susurro. Pongo mi brazo alrededor de sus hombros y
empiezo a tararear—. Solo es una tormenta.
Se pondrá peor, susurra de vuelta. Su voz suena extraña, como un siseo. Inhumana.
Dejo de tararear. Mi sonrisa se desvanece.
—¿Violetta? —murmuro. Muevo mi brazo y la ruedo para enfrentarme.
Donde debería estar la cara de Violetta, no hay nada.
La cama se derrumba debajo de mí, y de repente estoy cayendo. Me caigo, caigo, caigo.
Caigo por siempre.
Splash.
Me esfuerzo por salir a la superficie, jadeando y limpiando el agua de mis pestañas.
¿Dónde estoy? Estoy rodeada por todos lados por lo que parece un océano tranquilo, sin
tierra a la vista. Encima, el cielo es gris carboncillo. El océano es negro.
Estoy en las aguas del Inframundo. El reino de los muertos.
Sé esto inmediatamente porque la luz aquí no es como la luz del mundo viviente,
completa y entera, ahuyentando las sombras con su calidez. La luz aquí está muerta, lo
suficientemente débil para mantener todo en un constante estado gris, sin colores, sin
sonidos, solo un mar tranquilo. Miro el agua oscura. La vista envía una espiral de terror a
través de mi estómago. Profundo, negro y sin fin, lleno de fantasmagóricas siluetas de
monstruos deslizándose.
Adelina.