Una Vida con Proposito - Iglesia Adventista Agape
Una Vida con Proposito - Iglesia Adventista Agape
Una Vida con Proposito - Iglesia Adventista Agape
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
DÍA VEINTINUEVE:<br />
ACEPTA TU<br />
ASIGNACIÓN.<br />
114<br />
<strong>Una</strong> <strong>Vida</strong> <strong>con</strong> <strong>Proposito</strong>.doc<br />
<strong>con</strong>cluyó: “Tomando en cuenta la misericordia de Dios... ofrezcan sus vidas<br />
como sacrificio vivo, dedicado a su servicio”. 6<br />
El apóstol Juan enseñó que nuestro servicio a otros en amor muestra que<br />
verdaderamente fuimos salvados. Él dijo: “Nosotros sabemos que hemos<br />
pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos”. 7 Si no<br />
amo a los demás ni deseo servirles, y si sólo estoy <strong>con</strong>centrado en mis<br />
necesidades; debería preguntarme si Cristo está realmente en mi vida. Un corazón salvado es uno que<br />
quiere servir.<br />
Otro término para el servicio de Dios, mal interpretado por la mayoría de las personas, es la palabra<br />
ministerio. Cuando la mayoría de las personas la escuchan, piensan en pastores, sacerdotes y clérigos<br />
profesionales, pero Dios dice que cada miembro de su familia es un ministro. En su Palabra, los vocablos<br />
servidor y ministro son sinónimos, igual que servicio y ministerio. Si eres cristiano, eres un ministro y<br />
cuando estás sirviendo, estás ministrando.<br />
Cuando la suegra de Pedro enfermó y fue sanada por el Señor, instantáneamente “se levantó y<br />
comenzó a servirle”, 8 aplicando la recepción del don de la salud. Esto es lo que nosotros debemos hacer.<br />
Fuimos sanados para ayudar a otros. Fuimos bendecidos para ser de bendición. Fuimos salvados para<br />
servir, no para sentarnos y esperar el cielo.<br />
¿Alguna vez te has preguntado por qué Dios no nos llevó de inmediato al cielo en el momento que<br />
aceptamos su gracia? ¿Por qué nos deja en un mundo caído? Él nos puso aquí para cumplir <strong>con</strong> sus<br />
propósitos. <strong>Una</strong> vez que has sido salvado, Dios intenta usarte en sus planes. Él te tiene un ministerio en<br />
su iglesia y una misión en el mundo.<br />
Llamado para servir a Dios. A medida que crecías, pudiste haber pensado que ser “llamado” por<br />
Dios era algo para misioneros, pastores, monjas y otros trabajadores de “tiempo completo”; pero la<br />
Biblia dice que cada cristiano es llamado a servir. 9 Tu llamado a la salvación incluye el llamamiento a<br />
servir. Ambos son lo mismo. Cualquiera que sea tu trabajo o carrera, estás llamado al servicio cristiano<br />
a tiempo completo. Un “cristiano que no sirve” por definición es una <strong>con</strong>tradicción.<br />
La Biblia dice: “Él nos salvó y nos llamó a ser su pueblo, no por lo que hemos hecho sino según su<br />
propósito”. 10 Pedro añade: “Fueron escogidos para hablar de las excelentes cualidades de Dios, quien los<br />
llamó. 11 En el momento en que usas las habilidades que Dios te dio para ayudar a otros, estás cumpliendo<br />
<strong>con</strong> tu llamado.<br />
La Biblia afirma: “Ahora perteneces a Él... de manera que puedas ser usado para el servicio de<br />
Dios”. 12 ¿Cuánto de tu tiempo estás usando en servir a Dios? En algunas iglesias en China, a los nuevos<br />
creyentes les dan la bienvenida diciendo: “Jesús ahora tiene un nuevo par de ojos para ver, nuevos oídos<br />
para escuchar, nuevas manos para ayudar y un nuevo corazón para amar a otros”.<br />
<strong>Una</strong> de las razones por las que necesitas integrarte a la familia de la iglesia es para cumplir de forma<br />
práctica <strong>con</strong> tu llamado a servir a otros creyentes, todo es importante. La Escritura indica: “Todos<br />
ustedes juntos son el cuerpo de Cristo, y cada uno de ustedes es una parte necesaria y separada de<br />
éste”. 13 Tu servicio se necesita <strong>con</strong> desesperación en el cuerpo de Cristo; pregunta en cualquier iglesia<br />
local. Cada uno de nosotros tenemos un papel a desempeñar; cada papel es importante. En ningún sentido<br />
hay servicio pequeño para Dios.<br />
Tampoco hay ministerios insignificantes en la iglesia. Algunos son visibles y otros se desarrollan<br />
detrás del escenario, pero todos son valiosos. Los ministerios, pequeños o es<strong>con</strong>didos, a veces hacen una<br />
inmensa diferencia. En mi hogar, la luz más importante no es la del gran candelabro que está en el<br />
comedor, sino la de la pequeña lamparita de noche que impide que me golpee el dedo del pie cuando me<br />
levanto en la noche. No hay correlación entre tamaño e importancia. En asuntos del ministerio, todos<br />
dependemos unos de otros.<br />
¿qué pasa cuando una parte del cuerpo falla? Te enfermas. El resto de tu cuerpo sufre. Imagínate si<br />
tu hígado decidiera comenzar a vivir por sí mismo: “¡Estoy cansado! ¡No quiero servir más a este cuerpo!<br />
Quiero un año de descanso; que sólo me alimenten. ¡Tengo que hacer lo mejor para mi! Deja que otro