Una Vida con Proposito - Iglesia Adventista Agape
Una Vida con Proposito - Iglesia Adventista Agape
Una Vida con Proposito - Iglesia Adventista Agape
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
126<br />
<strong>Una</strong> <strong>Vida</strong> <strong>con</strong> <strong>Proposito</strong>.doc<br />
era joven y nunca haber descubierto que recibí el don de enseñanza ¡porque nunca enseñé! Sucedió sólo<br />
después de que comencé a aceptar oportunidades para hablar que vi más resultados, recibí <strong>con</strong>firmación<br />
de otros, y me di cuenta de que “¡Dios me había dotado para que hiciera eso!”<br />
Muchos libros llegan a descubrir este proceso al revés. Enseñan: “Descubre tu don espiritual para<br />
que <strong>con</strong>ozcas qué ministerio se supone que tienes”. Realmente esto opera de manera opuesta. Comienza<br />
sirviendo, experimenta en diferentes ministerios y descubrirás tus dones. Hasta que realmente no te<br />
involucres en el servicio, no sabrás para qué eres bueno.<br />
Tienes docenas de habilidades y dones es<strong>con</strong>didos que no sabes que los tienes porque nunca los has<br />
puesto a prueba. Así que te exhorto a que hagas cosas que nunca antes has hecho. No importa cuán<br />
viejo seas, te insto a que no dejes de experimentar. He <strong>con</strong>ocido muchas personas que han descubierto<br />
talentos es<strong>con</strong>didos a sus setenta y ochenta años. Conocí a una corredora de noventa años que ganó una<br />
carrera de 10kilómetros sin descubrir que disfrutaba correr ¡hasta que llegó a los setenta y ocho años<br />
de edad!.<br />
No trates de en<strong>con</strong>trar tus dones antes de enrolarte a servir en algo. Simplemente, empieza a servir<br />
ya. Descubre tus dones involucrándote en el ministerio. Intenta enseñar, dirigir, organizar, tocar un<br />
instrumento o trabajar <strong>con</strong> los jóvenes. Hasta que realmente no te involucres en el servicio, no sabrás<br />
para qué eres bueno. Si no funciona, llámalo “experimento”, no fracaso. Eventualmente descubrirá para<br />
qué eres bueno.<br />
Considera las oportunidades y la personalidad. Pablo a<strong>con</strong>sejó: “Haz una exploración cuidadosa de<br />
quién eres y el trabajo que estás haciendo para que entonces te sumerjas en él”. 3 Otra vez, esto ayuda<br />
a recibir retroalimentación de quienes mejor te <strong>con</strong>ocen. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué es lo que<br />
realmente disfruto hacer? ¿Cuándo me siento vivo completamente? ¿Qué es lo que hago cuando pierdo<br />
la noción del tiempo? ¿Me gusta la rutina o la variedad? ¿Prefiero servir en equipo o por mí mismo? ¿soy<br />
introvertido o extrovertido? ¿Soy más pensador que perceptivo? ¿en qué disfruto más, compitiendo o<br />
cooperando?<br />
Examina tus antecedentes y extrae las lecciones que aprendiste. Revisa tu vida y piensa en cómo<br />
ha sido formada. Moisés les dijo a los israelitas: “Recuerden hoy lo que han aprendido acerca del Señor<br />
a través de sus experiencias <strong>con</strong> Él”. 4 Olvidar las experiencias no es bueno. Esta es una buena razón<br />
para mantener un diario espiritual. Pablo, preocupado por los creyentes de Galacia, no podía<br />
desaprovechar el dolor que ellos habían pasado, así que les dijo: “¿Fueron todas sus experiencias<br />
desaprovechadas? ¡Espero que no!” 5<br />
Raras veces vemos el buen propósito de Dios en el dolor, el fracaso o la vergüenza mientras lo<br />
vivimos. Cuando Jesús le lavó los pies a Pedro, le dijo: “Tú no sabes ahora lo que estoy haciendo, pero<br />
después lo entenderás”. 6 Sólo en retrospectiva entendemos cómo Dios usa los problemas para bien.<br />
Extraer las lecciones de tus experiencias toma tiempo. Te recomiendo que tomes un fin de semana<br />
completo para un retiro y hagas una revisión de tu vida, en la que puedas hacer un alto para que veas<br />
cómo Dios ha trabajado en momentos decisivos en tu vida y <strong>con</strong>sideres cómo quiere que uses esas<br />
lecciones para ayudar a otros. Hay recursos que pueden ayudarte en esto. 7<br />
ACEPTA Y DISFRUTA TU FORMA<br />
Dado que Dios <strong>con</strong>oce lo que es mejor para ti, deberías aceptar <strong>con</strong> gratitud cómo te hizo. La Biblia<br />
dice: “¿Qué derechos tienes tú, un ser humano, para interrogar a Dios? La vasija no tiene derecho de<br />
decirle al alfarero: “¿Por qué me hiciste de esta forma?” ¡Sin duda el alfarero puede hacer lo que quiera<br />
<strong>con</strong> la arcilla!”. 8<br />
Tu forma fue determinada soberanamente por Dios para su propósito, de manera que no debes<br />
resentirte o rechazarla. En vez de tratar de reformarla tú mismo para parecerte a alguien, deberías<br />
celebrar la forma única que Dios te dio. “Cristo nos ha dado a cada uno de nosotros habilidades<br />
especiales, lo que Él quiere que tengamos de su bodega rica en dones”. 9