Una Vida con Proposito - Iglesia Adventista Agape
Una Vida con Proposito - Iglesia Adventista Agape
Una Vida con Proposito - Iglesia Adventista Agape
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
43<br />
<strong>Una</strong> <strong>Vida</strong> <strong>con</strong> <strong>Proposito</strong>.doc<br />
determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios. Esto lo hizo Dios para que<br />
todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren”. 11<br />
Conocer y amar a Dios es nuestro gran privilegio; ser <strong>con</strong>ocido y amado por él es Su mayor placer. Él<br />
dice que “si alguien ha de gloriarse, que se gloríe de <strong>con</strong>ocerme y de comprender que yo soy el Señor...<br />
pues es lo que a mí me agrada”. 12<br />
Es difícil imaginar cómo es posible una amistad íntima entre un Dios perfecto, invisible y<br />
omnipotente y el ser humano finito y pecador. Sería más fácil de entender una relación entre el Amo y<br />
el siervo, o entre el Creador y lo creado, incluso entre el Padre y el hijo. Pero, ¿qué significa que Dios<br />
quiera ser mi amigo? Si <strong>con</strong>sideramos las vidas de los amigos de Dios en la Biblia, podemos aprender<br />
seis secretos de la amistad <strong>con</strong> Dios. Veamos dos secretos en este capítulo y los cuatro restantes en el<br />
siguiente.<br />
CÓMO LLEGAR A SER EL MEJOR AMIGO DE DIOS<br />
Mediante la <strong>con</strong>versación <strong>con</strong>stante. No será posible desarrollar una relación estrecha <strong>con</strong> Dios si<br />
sólo asistimos a la iglesia una vez a la semana ni tampoco si sólo tenemos un rato a solas <strong>con</strong> Dios. La<br />
amistad <strong>con</strong> Dios se cultiva cuando compartimos todas nuestras vivencias <strong>con</strong> Él.<br />
Por supuesto que es importante establecer el hábito del devocional diario <strong>con</strong> Dios, pero Él quiere<br />
ser más que una cita en nuestra agenda. 13 Quiere ser incluido en cada actividad, en cada <strong>con</strong>versación,<br />
en cada problema y hasta en cada uno de nuestros pensamientos. Es posible mantener una <strong>con</strong>versación<br />
<strong>con</strong>tinua <strong>con</strong> Él y “a la espera de su respuesta” durante todo el día, comentándole lo que estamos<br />
haciendo o pensando en ese momento. “Oren sin cesar” 14 implica <strong>con</strong>versar <strong>con</strong> Dios mientras realizamos<br />
las compras, <strong>con</strong>ducimos el automóvil, trabajamos o desarrollamos cualquier otra tarea cotidiana.<br />
Existe el <strong>con</strong>cepto erróneo de que “pasar tiempo <strong>con</strong> Dios” significa estar asolas <strong>con</strong> Él. Por<br />
supuesto, <strong>con</strong>forme al modelo de Jesús, necesitamos pasar tiempo a solas <strong>con</strong> Dios, pero eso representa<br />
apenas una fracción del tiempo que estamos despiertos. Todo lo que hacemos puede ser “tiempo que<br />
pasamos <strong>con</strong> Dios” si lo invitamos a acompañarnos y somos <strong>con</strong>scientes de su presencia.<br />
Hay un libro clásico para aprender a desarrollar una <strong>con</strong>versación <strong>con</strong>stante <strong>con</strong> Dios: Practicing the<br />
Presence of God (la práctica de la presencia de Dios). Fue escrito en el siglo diecisiete por el hermano<br />
Lawrence, un humilde cocinero en un monasterio francés. El hermano Lawrence fue capaz de <strong>con</strong>vertir<br />
hasta las tareas domésticas más comunes y serviles, como preparar las comidas y lavar los platos, en<br />
actos de alabanza y comunión <strong>con</strong> el Creador. “La clave de la amistad <strong>con</strong> Dios ⎯dijo⎯, no es cambiar lo<br />
que uno hace sino cambiar la actitud de uno al hacerlo. Lo que normalmente haces para ti, comienzas a<br />
hacerlo para Dios; ya se trate de comer, bañarse, trabajar, descansar o sacar la basura”.<br />
En la actualidad a veces sentimos que tenemos que “distanciarnos” de nuestra rutina diaria para<br />
poder adorar a Dios, pero eso se debe a que no hemos aprendido a practicar su presencia todo el<br />
tiempo. Al hermano Lawrence le resultaba fácil adorar a Dios mientras desarrollaba las tareas comunes<br />
de la vida; no tenía que viajar para asistir a retiros espirituales especiales.<br />
Ese es el ideal de Dios. En el Edén, la adoración no era un a<strong>con</strong>tecimiento al que había que asistir sino<br />
que era una actitud ininterrumpida; Adán y Eva estaban en comunión <strong>con</strong>stante <strong>con</strong> Dios. Como Él está<br />
<strong>con</strong> nosotros todo el tiempo, no hay un lugar donde puedas estar más cerca de Dios que donde te<br />
encuentras ahora mismo. La Biblia dice que Él gobierna sobre todos: “Está sobre todo y por medio de<br />
todos y en todos”. 15<br />
Otra de las ideas útiles del hermano Lawrence era pronunciar oraciones más cortas y<br />
<strong>con</strong>versacionales <strong>con</strong>tinuamente durante el día, en vez de establecer sesiones largas y oraciones<br />
complejas. Para mantener la <strong>con</strong>centración y evitar la distracción, a<strong>con</strong>sejaba: “Sugiero que no usen<br />
muchas palabras cuando oren, porque los discursos largos son propicios para la distracción”. 16<br />
En estos tiempos de falta de atención, esa sugerencia de hace 450 años es de particular relevancia:<br />
Que las oraciones sean sencillas.