Una Vida con Proposito - Iglesia Adventista Agape
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<strong>Una</strong> <strong>Vida</strong> <strong>con</strong> <strong>Proposito</strong>.doc<br />
y previsibles. Si quieres ser amigo de Dios, debes ser sincero <strong>con</strong> Él, comunicarle lo que de verdad<br />
sientes, no lo que piensas que deberías sentir o decir.<br />
Es posible que necesites <strong>con</strong>fesar una rabia oculta o algún resentimiento <strong>con</strong>tra Dios en ciertas<br />
partes de tu vida donde sientes que Dios no te trató <strong>con</strong> justicia o que te decepcionó. Hasta que<br />
maduremos lo suficiente como para entender que dios usa todo para bien de nuestra vida, estaremos<br />
resentidos <strong>con</strong> Él por simplezas como la apariencia física, nuestro trasfondo y formación, oraciones sin<br />
respuesta, penas del pasado y otras cosas que cambiaríamos si fuéramos Dios. La gente suele echarle la<br />
culpa a Él por el dolor que otros les han provocado: William Backus llama a eso “la grieta oculta <strong>con</strong><br />
Dios”.<br />
El resentimiento es el mayor impedimento para amistarse <strong>con</strong> Dios: ¿Por qué querría ser amigo de<br />
dios si permitió esto? El antídoto, por supuesto, es darse cuenta de que Dios siempre actúa<br />
defendiendo nuestros intereses, incluso cuando nos resulta doloroso y no podemos entenderlo. Pero<br />
expresar nuestro resentimiento y revelar nuestros sentimientos es el primer paso para la recuperación.<br />
Como lo hicieron tantas personas en la Biblia, cuéntale a Dios exactamente cómo te sientes. 5<br />
Dios dejó sus instrucciones respecto a la sinceridad sin tapujos en el libro de los Salmos: un manual<br />
de adoración lleno de protestas y desvaríos, dudas, temores, resentimientos y sentidas pasiones,<br />
combinadas <strong>con</strong> gratitud, alabanza y afirmaciones de fe. En ese libro se han catalogado todas las<br />
emociones. Cuando leas las emotivas <strong>con</strong>fesiones de David y de otros, entenderás que así es como Dios<br />
quiere que lo adores: sin ocultarle ningún sentimiento. Podemos orar como el salmista: “En su presencia<br />
expongo mi queja, en su presencia doy a <strong>con</strong>ocer mi angustia cuando me encuentro totalmente<br />
deprimido”. 6<br />
Es alentador saber que todos los amigos más íntimos de Dios ⎯Moisés, David, Abraham, Job entre<br />
otros⎯ tuvieron sus momentos de duda. Pero en vez de disimular su des<strong>con</strong>fianza <strong>con</strong> piadosa<br />
hipocresía, la expresaron <strong>con</strong> sinceridad, franca y públicamente. Expresar nuestras dudas suele ser el<br />
primer paso hacia el siguiente nivel de intimidad <strong>con</strong> Dios.<br />
Debo obedecer a Dios en fe. Siempre que <strong>con</strong>fiemos en la sabiduría divina y hagamos todo lo que<br />
nos manda, aunque no lo entendamos, estaremos afianzando la amistad <strong>con</strong> Dios. Usualmente no<br />
pensamos en la obediencia como una característica de la amistad; la reservamos para las relaciones <strong>con</strong><br />
los padres o <strong>con</strong> el jefe o <strong>con</strong> alguien en autoridad, pero no <strong>con</strong> un amigo. Sin embargo, Jesús dejó bien<br />
claro que la obediencia es una <strong>con</strong>dición para la intimidad <strong>con</strong> Dios. Él dijo: “Ustedes son mis amigos si<br />
hacen lo que yo les mando”. 7<br />
En el capítulo anterior señalé que la palabra que Jesús usó cuando nos llamó “amigos” podía<br />
emplearse para referirse a “los amigos del rey” en la corte real. Si bien estos compañeros cercanos<br />
tenían privilegios especiales, aun así estaban sujetos al rey y tenían que obedecer sus órdenes. Somos<br />
amigos de Dios, pero no somos sus iguales. Él es nuestro líder cariñoso, y nosotros lo seguimos.<br />
DÍA DOCE:<br />
DESARROLLA<br />
TU AMISTAD<br />
CON DIOS.<br />
Obedecemos a Dios no por obligación, temor o compulsión, sino porque lo<br />
amamos y <strong>con</strong>fiamos en que sabe lo que es mejor para nosotros. Queremos<br />
seguir a Cristo porque estamos agradecidos por todo lo que ha hecho por<br />
nosotros, y cuanto más de cerca lo sigamos, más estrecha será nuestra<br />
amistad.<br />
Los no creyentes piensan que los cristianos obedecen por obligación,<br />
porque se sienten culpables o por temor al castigo, pero es todo lo <strong>con</strong>trario.<br />
Obedecemos por amor, porque nos ha perdonado y liberado, y ¡nuestra obediencia nos llena de gozo!<br />
Jesús dijo: “Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi<br />
amor: Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor; así como yo he obedecido los<br />
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor: Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así<br />
su alegría sea completa”. 8<br />
Fíjate en que Jesús simplemente espera que hagamos lo mismo que Él hizo <strong>con</strong> el Padre. Esa relación<br />
es el modelo para establecer nuestra amistad <strong>con</strong> Él. Jesús hizo todo lo que el Padre le pidió que<br />
hiciera, y lo hizo por amor.