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Una Vida con Proposito - Iglesia Adventista Agape

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<strong>Una</strong> <strong>Vida</strong> <strong>con</strong> <strong>Proposito</strong>.doc<br />

servir. Él hizo todas estas cosas y no fueron molestia para su grandeza, lo hizo porque quiere que<br />

sigamos su ejemplo. 8<br />

Las tareas pequeñas a menudo muestran un gran corazón. Tu corazón de siervo se revela en hechos<br />

pequeños que otros no piensan hacer, como cuando Pablo juntó la madera para hacer una fogata y<br />

calentar a todos después del naufragio. 9 Estaba tan exhausto como todos, sin embargo hizo lo que los<br />

demás necesitaban. Ninguna tarea te molesta cuando tienes un corazón de siervo.<br />

Las grandes oportunidades a menudo se disimulan en pequeñas tareas; las cosas pequeñas en la vida<br />

determinan las grandes. No busques hacer grandes tareas para Dios, haz las que te ponga por delante y<br />

Él te asignará cualquiera que quiera que hagas. Antes de intentar cosas extraordinarias, trata <strong>con</strong> las<br />

ordinarias. 10<br />

Siempre habrá más gente queriendo hacer “grandes” cosas para Dios que cosas pequeñas. La carrera<br />

para ser líder está abarrotada mientras que el campo para quienes quieren ser siervos es amplio y<br />

abierto. A veces sirves hacia arriba a su superiores, y a veces sirves hacia abajo, a aquellos en<br />

necesidad. De cualquier manera, desarrollas un corazón de siervo cuando anhelas hacer cualquier cosa<br />

que se necesite.<br />

Los siervos verdaderos son fieles a su ministerio. Los siervos terminan sus tareas, cumplen <strong>con</strong><br />

sus responsabilidades, mantienen sus promesas y completan sus compromisos. No dejan el trabajo a<br />

medias ni lo abandonan cuando se desaniman; son dignos de <strong>con</strong>fianza y responsables.<br />

La fidelidad siempre ha sido una cualidad excepcional. 11<br />

La mayoría de las personas no <strong>con</strong>oce el significado del compromiso. Se comprometen casualmente<br />

pero luego incumplen por cualquier razón y sin ninguna duda, remordimiento o lamento. Cada semana, las<br />

iglesias y muchas organizaciones deben improvisar debido a que los voluntarios nunca se prepararon o<br />

nunca llegaron o nunca llamaron para decir que no podrían asistir. ¿Puedes <strong>con</strong>tar <strong>con</strong> otros? ¿Tienes<br />

promesas, votos que cumplir, o compromisos que necesitas honrar? Esta es una prueba. Dios prueba tu<br />

fidelidad. Si pasas el examen estás en buena compañía: Abraham, Moisés, Samuel, David, Daniel,<br />

Timoteo y Pablo fueron llamados siervos fieles de Dios. Aún mejor, Dios ha prometido recompensar tu<br />

fidelidad en la eternidad. Imagínate lo que sentirás cuando Él te diga: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel!<br />

En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu Señor1”. 12<br />

Por otra parte, los siervos nunca se retiran. Sirven fielmente tanto como vivan. Puedes jubilarte de<br />

tu carrera, pero nunca del servicio a Dios.<br />

Los siervos verdaderos mantienen un bajo perfil. Los siervos no se promueven ni llaman la atención<br />

sobre sí mismos. En vez de actuar para impresionar y resaltar su éxito, “se ponen el delantal de<br />

humildad para servirse unos a otros”. 13 Si se les re<strong>con</strong>oce por su servicio, humildemente lo aceptan,<br />

pero no permiten que la notoriedad los distraiga de sus trabajos.<br />

Pablo expuso un tipo de servicio que parece ser espiritual pero realmente es puesto en su sitio, para<br />

mostrar un hecho que llama la atención. Él lo llamó”servir al ojo”, 14 para referirse a los que sirven <strong>con</strong> la<br />

intención de impresionar a las personas para que vean cuán espirituales son. Este era el pecado de los<br />

fariseos, que ayudaban a otros, daban y siempre oraba unos por otros en actos públicos. Jesús <strong>con</strong>dena<br />

esa actitud y advierte: “Cuando hagas buenas obras, no trates de vanagloriarte. Si lo haces, no<br />

recibirás recompensa de tu Padre en el cielo”. 15<br />

La autopromoción y el servicio no se mezclan. Los siervos verdaderos no sirven para ser aprobados o<br />

aplaudidos; viven para una sola audiencia: Dios. Como dijo Pablo: “Si yo buscara agradar a otros, no sería<br />

siervo de Cristo”. 16<br />

No en<strong>con</strong>trarás muchos siervos verdaderos expuestos a la luz, de hecho, lo niegan si es posible. Se<br />

<strong>con</strong>tentan sirviendo en silencio bajo las sombras. José es un gran ejemplo. Nunca llamó la atención a sí<br />

mismo, sino que en silencio sirvió a Potifar, a su carcelero, al copero y al panadero del Faraón, y Dios lo<br />

bendijo por esa actitud. Cuando el Faraón lo promovió a una posición importante, José todavía mantuvo<br />

un corazón de siervo, aun <strong>con</strong> sus hermanos, que lo traicionaron.<br />

Desafortunadamente, muchos líderes de hoy empiezan como siervos y terminan como celebridades.<br />

Empiezan a <strong>con</strong>vertirse en adictos a la atención, in<strong>con</strong>scientes de que eso siempre los ciega. Puedes

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