Punto de reflexión: La vida <strong>con</strong>siste amar. DÍA DIECISÉIS PENSANDO EN MI PROPÓSITO 64 <strong>Una</strong> <strong>Vida</strong> <strong>con</strong> <strong>Proposito</strong>.doc Versículo para recordar: “Toda la ley se resume en un solo mandamiento: “Ama a tu prójimo como a ti mismo””. Gálatas 5:14 (NVI) Pregunta para <strong>con</strong>siderar: Con toda franqueza, ¿son las relaciones mi prioridad? ¿Qué medidas puedo tomar para asegurarme de que lo sean?
17 Un lugar a pertenecer Ya son ustedes... miembros de la familia de Dios, ciudadanos del país de Dios y <strong>con</strong>ciudadanos de los cristianos de todas partes. Efesios 2:19 (BAD) ...la familia de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, la cual sostiene y defiende la verdad. 1º Timoteo 3:15b (DHH) 65 <strong>Una</strong> <strong>Vida</strong> <strong>con</strong> <strong>Proposito</strong>.doc Eres llamado a pertenecer, no sólo a creer. Incluso en el entorno perfecto y sin pecado, en el jardín del Edén, Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo”. 1 Nos creó para vivir en comunidad, para la comunidad, para la comunión y para tener una familia, y no podemos cumplir los propósitos de Dios por sí solos. En la Biblia no hay ningún ejemplo de santos solitarios o ermitaños espirituales aislados de otros creyentes y privados de la comunión. La Biblia dice que formamos un cuerpo, somos sus miembros, hemos sido edificados juntamente, formados articulaciones, somos herederos <strong>con</strong>juntos, estamos sostenidos y ajustados en <strong>con</strong>junto, y seremos arrebatados juntos. 2 Ya no podemos valernos por nosotros mismos. Aunque nuestra relación <strong>con</strong> Cristo es personal, la intención de Dios no es que sea privada. En al familia de Dios estamos <strong>con</strong>ectados <strong>con</strong> todos los demás creyentes, y nos pertenecemos mutuamente por la eternidad. La Biblia dice: “También nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás”. 3 Seguir a Cristo implica participación, no solamente creer. Somos miembros de su cuerpo: la iglesia C.S.Lewis señaló que la palabra miembro tiene origen cristiano, pero que el mundo la ha vaciado de su significado original. Las casas comerciales ofrecen descuentos a sus “miembros” y los publicistas usan los nombres de sus miembros para crear listas de correspondencia. En muchas iglesias, la membresía suele reducirse a agregar su nombre a un registro, sin más requisito ni obligaciones. Para Pablo, ser “miembro” de la iglesia significaba ser un órgano vital de un cuerpo <strong>con</strong> vida, una parte indispensable y ligada al cuerpo de Cristo. 4 Necesitamos recuperar y poner en práctica el significado bíblico de ser miembro. La iglesia es un cuerpo, no un edificio; es un organismo, no una organización. Para que los órganos de tu cuerpo cumplan su propósito, deben estar <strong>con</strong>ectados al cuerpo. Lo mismo es cierto en tu caso, como parte del cuerpo de Cristo. Dios te creó para desempeñar un papel específico, pero si no te vinculas a una iglesia viva y local, te perderás el segundo propósito de tu vida. Descubrirás tu papel en la vida mediante tu relación <strong>con</strong> los demás. La Biblia dice en Romanos 12:4-5: “El sentido de cada una de las partes lo da cuerpo en su totalidad y no al <strong>con</strong>trario. Estamos hablando del cuerpo de Cristo formado por su pueblo elegido. Cada uno de nosotros en<strong>con</strong>tramos nuestro sentido y función como parte de su cuerpo. Si somos un dedo de la mano o del pie cortados y sueltos, no servimos de mucho, ¿no?”. 5 Fuera del cuerpo, los órganos se secan y mueren. No pueden sobrevivir solos; nosotros tampoco. Desvinculado y sin la fuente de vida que brinda el cuerpo local, tu vida espiritual se marchitará y dejará de existir. 6 Por ese motivo, el primer síntoma del enfriamiento espiritual suele ser la asistencia irregular a los cultos de adoración y otros encuentros de creyentes. Cuando descuidamos la comunión, todo lo demás también se va a pique.