Una Vida con Proposito - Iglesia Adventista Agape
Una Vida con Proposito - Iglesia Adventista Agape
Una Vida con Proposito - Iglesia Adventista Agape
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
119<br />
<strong>Una</strong> <strong>Vida</strong> <strong>con</strong> <strong>Proposito</strong>.doc<br />
te impulsan a ser. Tu corazón representa la fuente de tus motivaciones, por qué actúas en la forma en<br />
que lo haces. 12<br />
Físicamente, cada uno de nosotros tiene latidos del corazón característicos. Así como cada uno tiene<br />
huellas dactilares únicas, tono de voz, etc., no hay dos latidos de corazón idénticos. Es asombroso que<br />
entre todos los billones de personas que viven, no haya otra que tenga los latidos del corazón<br />
exactamente igual a los tuyos.<br />
De la misma manera, Dios nos ha dado a cada uno “un latido” emocional” único que se apresura<br />
cuando pensamos acerca de temas, actividades o circunstancias que nos interesan. Instintivamente<br />
ponemos más atención a ciertas cosas que a otras. Esos son indicios que señalan dónde debes servir.<br />
Otra palabra que tiene que ver <strong>con</strong> el corazón es pasión. Hay ciertos temas que te apasionan y otros<br />
que no te interesan. Algunas experiencias captan tu atención mientras otras pasan inadvertidas o te<br />
aburren. Eso revela la naturaleza de tu corazón.<br />
Mientras crecías, puede que hayas descubierto algunas cosas muy interesantes, las cuales no le<br />
interesaban a nadie más en tu familia. ¿De dónde proceden esos intereses? Provienen de Dios. Él tiene<br />
un propósito al darte esos intereses natos. Tu latido emocional es la segunda llave para entender tu<br />
forma para servir. No ignores tus intereses. Considera cómo podrías usarlos para la gloria de dios. Debe<br />
haber una razón por la que te agrada hacer esas cosas.<br />
La Biblia declara <strong>con</strong> insistencia: “Sirve al Señor <strong>con</strong> todo tu corazón”. 13 Dios quiere que le sirvas <strong>con</strong><br />
pasión, no por obligación. Las personas rara vez dan lo mejor de sí al realizar tareas que no disfrutan.<br />
Dios quiere usar tus intereses naturales para servir a otros y a Él. Escuchar tu motivación interna<br />
puede apuntar al ministerio que Dios quiere que tengas.<br />
¿Cómo sabes que le sirves a Dios <strong>con</strong> tu corazón? La primera señal es el entusiasmo. Cuando haces<br />
algo que te gusta, nadie tiene que motivarte o retarte. Lo haces por puro gozo. No necesitas<br />
recompensas o aplausos o pagos, porque disfrutas sirviendo de esa manera. Lo opuesto también es<br />
cierto, cuando no tienes corazón para hacer algo, te desanimas <strong>con</strong> facilidad.<br />
La segunda característica de servir a Dios <strong>con</strong> todo tu corazón es la efectividad. Cuando haces algo<br />
para lo que dios te hizo amar, entonces das lo mejor de ti. La pasión exige perfección. Si no te interesa<br />
una tarea, probablemente no des lo mejor. En <strong>con</strong>traste, las personas que logran metas en cualquier<br />
campo son las que hacen las cosas <strong>con</strong> pasión, no por obligación o ganancia.<br />
Oímos a la gente decir: “Acepté un trabajo que detesto; lo que deseo es hacer dinero, así que algún<br />
día renunciaré y haré lo que me gusta hacer”. Ese es un error muy grave. No pierdas tu vida en un<br />
trabajo que no exprese tu corazón. Recuerda, lo más grande en la vida no son las cosas. Vivir una vida<br />
<strong>con</strong> propósito es más importante que todo el dinero del mudo. El hombre más rico del mundo, Salomón,<br />
dijo una vez: “<strong>Una</strong> vida simple en el temor de Dios es mejor que una vida rica <strong>con</strong> una tonelada de<br />
dolores de cabeza”. 14<br />
No te <strong>con</strong>formes <strong>con</strong> buscar “la buena vida”, porque no es lo suficientemente buena. Al fin y al cabo<br />
no satisface. Puedes tener mucha vida y aún así no tener nada por lo cual vivir. En vez de que tu meta<br />
sea “una vida mejor”, sirve a Dios en una forma que expreses tu corazón. Descubre lo que te gusta<br />
hacer, lo que Dios te puso en el corazón, y hazlo para su gloria.<br />
Esa es tu oportunidad.