fabricantes de rebelion
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propias vidas estaban en juego si ganaba el enemigo <strong>de</strong>l oficialismo. Pero ya nada<br />
pudieron hacer... Hugo Chávez barrió en las elecciones.<br />
Lo importante <strong>de</strong> aquel año fueron las vías por medio <strong>de</strong> las cuales se produjo la<br />
victoria <strong>de</strong>l 3 <strong>de</strong> Diciembre; un milagro que nadie esperaba en los comienzos <strong>de</strong> la<br />
contienda, cuya comprensión sólo es posible si rescatamos lo que fue la historia <strong>de</strong>l<br />
movimiento popular a lo largo <strong>de</strong> la última década. Tratándose precisamente <strong>de</strong> un<br />
momento síntesis <strong>de</strong> un largo período <strong>de</strong> luchas, hallaremos en él todos los componentes<br />
<strong>de</strong> su propia naturaleza: el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una nueva subjetividad revolucionaria, la<br />
agregación <strong>de</strong> nuevas culturas políticas y <strong>de</strong> formas alternativas <strong>de</strong> articulación, la<br />
reafirmación <strong>de</strong> una visión <strong>de</strong>mocrática profundamente radical e integral, la ética <strong>de</strong>l<br />
compromiso, hasta la reaparición <strong>de</strong> los hilos que organizaron la actividad subversiva <strong>de</strong><br />
aquellos años, pero así mismo reencontraremos muchos <strong>de</strong> los saltos regresivos que en<br />
ella se dan: la idolatría caudillezca, el pragmatismo político, la dinámica autoritaria <strong>de</strong>l<br />
militarismo, las herencias burocráticas <strong>de</strong> la izquierda tradicional, la ciega moral <strong>de</strong><br />
lealta<strong>de</strong>s, la hegemonía programática <strong>de</strong> lo que hemos <strong>de</strong>nominado “el medinismo”;<br />
componentes que encontrarán <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l terreno <strong>de</strong> la lucha electoral el momento<br />
propicio para ir imponiéndose en forma aplastante a pesar <strong>de</strong> la fuerza que retoman las<br />
prácticas articuladoras forjadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la base <strong>de</strong> la sociedad. El cariz partidocrático que<br />
asume la alianza <strong>de</strong>l “Polo Patriótico” y la vuelta al intragable cogollerismo bajo el cual<br />
se organiza el MVR, es un testimonio por <strong>de</strong>más <strong>de</strong>mostrativo <strong>de</strong> la capacidad que<br />
tienen las estructuras externas a la acción colectiva para mol<strong>de</strong>arlas y recuperarlas en un<br />
sentido contrario a la lógica <strong>de</strong> sentido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cual se constituyen, pero también son<br />
envolturas que han quedado muy bien advertidas <strong>de</strong>l potencial que tienen estas prácticas<br />
colectivas <strong>de</strong> salvar su nudos más creadores, autónomos y subversivos.<br />
En concreto, la aparición <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los últimos meses <strong>de</strong>l año 97 y los comienzos <strong>de</strong>l<br />
año 98 <strong>de</strong> los gérmenes iniciales <strong>de</strong>l MVR, está cruzada por una inmensa inventiva que<br />
puso a prueba toda la sabiduría y capacidad <strong>de</strong> sacrificio acumulada en una década. La<br />
multiplicación <strong>de</strong> esos “punticos rojos” en un primer momento se <strong>de</strong>be al afianzamiento<br />
<strong>de</strong> nuevas prácticas políticas que fueron cualificándose en la medida en que se<br />
<strong>de</strong>sarrollaban modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la resistencia completamente ajenas a los patrones<br />
tradicionales <strong>de</strong> la lucha gremial o partidista (incluso foquista) a la cual estábamos<br />
acostumbrados. De allí la aparente espontaneidad y libertad <strong>de</strong> movimiento con la cual<br />
se conforma el principal frente <strong>de</strong> lucha <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la batalla electoral. Se restablecen en<br />
esos momentos los hilos <strong>de</strong> comunicación que se habían perdido en la medida en que el<br />
movimiento bolivariano se iba cerrando sobre sus propias fronteras, sometido a<br />
enfrentamientos internos y prácticas autoritarias que ahogaban el <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong> los<br />
núcleos <strong>de</strong> base, y sobretodo la fresca comunicación que mantenían con el resto <strong>de</strong> los<br />
movimientos populares. In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> nuestra inscripción formal o no <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong> las filas <strong>de</strong>l MVR, en un principio fue muy fácil enten<strong>de</strong>r que nos encontrábamos<br />
frente a una lucha histórica que necesitaba <strong>de</strong> los esfuerzos <strong>de</strong> todos en el terreno que<br />
sea, y que era imprescindible reabrir los canales <strong>de</strong> solidaridad y entendimiento que<br />
habían quedado tan <strong>de</strong>bilitados. Una energía renaciente que se hace sentir<br />
inmediatamente en la calle produciendo la figura <strong>de</strong> un elector <strong>de</strong> más en más politizado<br />
que habría <strong>de</strong> interpelarse a sí mismo, a su existencia como individuo social, a su<br />
<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> optar por una realidad distinta, creándose un criterio mucho más auténtico y