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fabricantes de rebelion

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logística y sincronización comunicativa. Por cierto un día en don<strong>de</strong> se pudo <strong>de</strong>mostrar<br />

en medio <strong>de</strong> la confrontación, la inmensa distancia <strong>de</strong> mentalidad, propósitos y<br />

concepción <strong>de</strong> la lucha, que existía entre la milicia popular y los cuerpos militares.<br />

Estando urgidos <strong>de</strong> armamento y ayuda <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un esfuerzo solitario <strong>de</strong> horas, en un<br />

momento en que se podía avanzar e incluso dar la batalla ante el mismo Miraflores,<br />

relucía en su inercia e invali<strong>de</strong>z el almirante Gruber Odreman. Ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> soldados y<br />

armas, apostado inmóvil en el sillón principal <strong>de</strong> Museo Militar, no fue capaz ni siquiera<br />

<strong>de</strong> reconocer la batalla que se estaba dando a pocos metros <strong>de</strong> don<strong>de</strong> se encontraba. Su<br />

guerra era otra; el amigo esperaba por un ejército profesional que daría la batalla por él y<br />

lo llevaría directo al po<strong>de</strong>r. Si no llegaba ese momento cualquier otra posibilidad estaba<br />

<strong>de</strong>scartada <strong>de</strong> antemano. En la segunda conversación que apenas iniciamos ya era un<br />

hombre <strong>de</strong>sarmado y rendido. Entonces, ¿cuál era la alianza?, preguntaba Sergio,<br />

¿dón<strong>de</strong> queda la tan invocada memoria <strong>de</strong> Bolívar?<br />

La muerte <strong>de</strong> Sergio significó un punto crucial <strong>de</strong> inflexión <strong>de</strong> las fuerzas<br />

populares en medio <strong>de</strong> toda esta larga rebelión. Con su <strong>de</strong>saparición comienza a tejerse<br />

una nueva etapa don<strong>de</strong> la controversial escalada utópica que vivimos tendrá que<br />

comenzar a entendérselas con una dosis muy cruda <strong>de</strong> realismo político, siempre<br />

mediado por una inmensa confusión <strong>de</strong> interpretación respecto a lo real y lo posible que<br />

ha durado hasta estos días. No obstante, es necesario repetir mil veces que la posición y<br />

el ejemplo <strong>de</strong> Sergio eran y siguen siendo absolutamente correctos. En él se concentró<br />

un sentimiento <strong>de</strong> autoestima y autosuficiencia <strong>de</strong>l esfuerzo colectivo transformador que<br />

ningún cálculo <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r o estrategia <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s tenía <strong>de</strong>recho a sacrificar, ni<br />

siquiera a poner en riesgo. Es verdad que hicimos todo lo posible porque ese riesgo<br />

nunca aparezca; <strong>de</strong> hecho los ¨realistas¨ <strong>de</strong>l momento (Carlos, El Negro, Ivan, yo<br />

mismo, y disculpen a quienes <strong>de</strong>jo <strong>de</strong> nombrar) nos movimos en todo momento hacia la<br />

búsqueda <strong>de</strong> una mediación feliz entre la batalla <strong>de</strong> la calle y la <strong>de</strong> los cuerpos militares,<br />

corroborando el <strong>de</strong>seo mesiánico que comenzaba a <strong>de</strong>spertar en el colectivo. Se<br />

comienza a concebir la estrategia <strong>de</strong>l “tres en uno” <strong>de</strong> la cual ya hablaremos. Salimos<br />

con las tablas en la cabeza. Peor, nos llenamos <strong>de</strong> tensiones <strong>de</strong>structivas que se<br />

interiorizaron hasta la médula <strong>de</strong> los colectivos que servían <strong>de</strong> articuladores <strong>de</strong>l proceso<br />

popular hasta reventarlo en muchos casos. Con la caída <strong>de</strong> Sergio se perdió a un ser<br />

inmenso; la cara más auténtica <strong>de</strong> esta compleja rebelión. Jamás sabremos como la<br />

muerte pudo acabar con tanta vida.<br />

En los años que vendrán se per<strong>de</strong>rá en forma dramática la autonomía <strong>de</strong> alma y<br />

cuerpo <strong>de</strong> aquellos momentos, algo que ni el realismo político más inteligente permitió<br />

que se restaure a plenitud, lo que ha obligado, al menos a los que <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>mos los<br />

i<strong>de</strong>arios nuestroamericanos, a tener que reinventarnos por completo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las<br />

complicadas realida<strong>de</strong>s que habrán <strong>de</strong> aparecer. Un <strong>de</strong>safío todavía incumplido. Muy<br />

pronto la misma náusea <strong>de</strong> Sergio miles <strong>de</strong> cuerpos empezaron a sentirla; cuerpos que<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces hemos tenido que tragarnos basuras cada vez más infectas. Por alguna<br />

esquina tendrá que salir alguien que comience a vomitar sin vergüenza las pobredumbres<br />

<strong>de</strong> esta historia y recoger su verda<strong>de</strong>ra luz. Si este escrito sirve para mejorar el <strong>de</strong>tonador<br />

<strong>de</strong> la explosión <strong>de</strong>sintoxicante, pues queda justificado.

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