Tercer Testamento - El Libro de la Vida Verdadera
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50 Estudiad e interpretad bien mis enseñanzas, porque <strong>de</strong> no hacerlo así, caeríais en fanatismo <strong>de</strong>bido a <strong>la</strong> ma<strong>la</strong><br />
interpretación que le <strong>de</strong>is a mis lecciones <strong>de</strong> espiritualidad, y ésta que es elevación, no admite errores.<br />
51 Vivid con pureza, con humildad, sencil<strong>la</strong>mente. Cumplid con todo lo que sea justo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lo humano, así como con<br />
todo lo que se refiere a vuestro espíritu. Apartad <strong>de</strong> vuestra vida lo superfluo, lo artificioso, lo nocivo, y recreaos, en<br />
cambio, con todo lo que <strong>de</strong> bueno se encuentra en vuestra existencia.<br />
54 No son mis siervos los que con pa<strong>la</strong>bras vanidosas pregonan servirme, haciendo a<strong>la</strong>r<strong>de</strong> <strong>de</strong> sabiduría o juzgando a<br />
sus hermanos.<br />
55 Ninguno está autorizado para juzgar <strong>la</strong>s obras <strong>de</strong> sus hermanos, porque si el que está limpio no lo hace, ¿por qué ha<br />
<strong>de</strong> hacerlo quien lleva manchas en su corazón?<br />
De Enseñanza 132<br />
18 Esta nueva Era, por ser <strong>la</strong> <strong>de</strong> espiritualidad, por estar iluminada por <strong>la</strong> luz divina que todo lo ac<strong>la</strong>ra y que os enseña a<br />
compren<strong>de</strong>rlo todo, será l<strong>la</strong>mada <strong>la</strong> Era <strong>de</strong>l Espíritu Santo.<br />
20 Cesarán <strong>la</strong>s confusiones, <strong>de</strong>saparecerán <strong>la</strong>s encrucijadas, se disiparán los misterios, y una luz bril<strong>la</strong>nte, pero a <strong>la</strong> vez<br />
dulce y suave, porque es <strong>la</strong> <strong>de</strong>l Espíritu Divino, dirá a los hombres que mucho buscaron, dudaron y se atormentaron: He<br />
aquí <strong>la</strong> verdad.<br />
35 Apren<strong>de</strong>d a orar, os dice vuestro Maestro. Quiero conversar con vosotros en el rincón <strong>de</strong> vuestra alcoba.<br />
Quiero conversar con mis enfermos y ungirles, haciéndoles sentir el consuelo <strong>de</strong> mi bálsamo divino; quiero conce<strong>de</strong>ros<br />
aquéllo que hace mucho tiempo estáis esperando.<br />
36 Apren<strong>de</strong>d a conversar con el Doctor <strong>de</strong> los doctores, oh enfermos benditos, porque mucho habréis <strong>de</strong> invocarme<br />
mañana, cuando ya sanos tengáis a vuestro cargo otros enfermos.<br />
37 Tened siempre fe, para que el mi<strong>la</strong>gro se verifique y haced méritos para que siempre os encontréis dignos <strong>de</strong> lo que<br />
solicitéis.<br />
38 ¿Cuáles son los méritos que pue<strong>de</strong> hacer un enfermo, imposibilitado para toda lucha?<br />
Sus méritos pue<strong>de</strong>n ser muchos y gran<strong>de</strong>s si sabe revestirse <strong>de</strong> paciencia y conformidad, si sabe ser humil<strong>de</strong> a <strong>la</strong><br />
voluntad divina y sabe ben<strong>de</strong>cirme en medio <strong>de</strong> su dolor, porque su ejemplo será <strong>de</strong> luz en muchos corazones que<br />
habitan en tinieb<strong>la</strong>s, o se <strong>de</strong>sesperan y se entregan a los vicios o piensan en <strong>la</strong> muerte cuando les sorpren<strong>de</strong> una<br />
prueba.<br />
39 No os <strong>de</strong>is por vencidos, no os confeséis nunca fracasados, no os dobleguéis bajo el peso <strong>de</strong> vuestros sufrimientos,<br />
tened siempre ante vosotros <strong>la</strong> lámpara encendida <strong>de</strong> vuestra fe; esa fe y vuestro amor os salvarán.<br />
41 Necesitáis conocer mi pa<strong>la</strong>bra para que sanéis y para que resucitéis a <strong>la</strong> vida verda<strong>de</strong>ra, oh muertos <strong>de</strong>l corazón y <strong>de</strong>l<br />
espíritu.<br />
De Enseñanza 133<br />
1 Bienvenidos seáis, amados míos, que venís a escuchar mi pa<strong>la</strong>bra. He aquí al Maestro <strong>de</strong> <strong>la</strong> Humanidad; ahora me<br />
estoy comunicando por medio <strong>de</strong> estos portavoces, como en otro tiempo hablé a los pueblos por boca <strong>de</strong> los profetas.<br />
2 ¿Encontráis entre los hombres algo más gran<strong>de</strong> que lo que os ha reve<strong>la</strong>do vuestro Dios? No. Entonces, ¿por qué<br />
seguís veredas extraviadas, si ante vuestros ojos he puesto un camino recto? Sólo Yo puedo reve<strong>la</strong>ros lo que para<br />
vosotros han sido misterios. ¿Quién más pue<strong>de</strong> intervenir en los <strong>de</strong>signios <strong>de</strong> Dios?<br />
Sólo mi luz divina podía haberos reve<strong>la</strong>do que vuestra vida presente os ha sido concedida para expiar faltas pasadas<br />
que vuestro corazón ignora. En ese cáliz <strong>de</strong> amargura estáis expiando errores para purificar vuestro espíritu y alcanzar<br />
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