Tercer Testamento - El Libro de la Vida Verdadera
Tercer Testamento - El Libro de la Vida Verdadera
Tercer Testamento - El Libro de la Vida Verdadera
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
1 ¿Qué podréis pedir al que os ha creado que Él no os conceda, siempre que lo que pidáis sea para el bien <strong>de</strong> vuestro<br />
espíritu o <strong>de</strong> cuerpo? Mas <strong>de</strong>béis apren<strong>de</strong>r a ser conformes con mi voluntad. Estáis en un tiempo <strong>de</strong> restitución, en el<br />
cual no <strong>de</strong>béis ser inconformes con vuestras pruebas.<br />
2 Amad, que vuestro amor os ayudará a restituir. Destruid con vuestra caridad todo egoísmo.<br />
3 La tierra que pisáis es pasajera, vuestro viaje aquí es corto, <strong>de</strong>spués penetraréis en <strong>la</strong> vida eterna. Sin embargo, Yo<br />
quiero que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> este valle <strong>de</strong> lágrimas conozcáis el camino trazado en los preceptos <strong>de</strong> mi Ley.<br />
4 No <strong>de</strong>bilitéis en <strong>la</strong> fe ni en <strong>la</strong> esperanza; tened siempre presente que el fin <strong>de</strong> esta jornada llegará; no olvidéis que en<br />
Mí habéis tenido vuestro principio y que el fin lo tendréis también en Mí, y ese fin es <strong>la</strong> eternidad, porque no existe <strong>la</strong><br />
muerte <strong>de</strong>l espíritu.<br />
5 Tened como i<strong>de</strong>al <strong>la</strong> eternidad y no <strong>de</strong>sfallezcáis en <strong>la</strong>s vicisitu<strong>de</strong>s. ¿Acaso sabéis si ésta sea vuestra última<br />
encarnación en <strong>la</strong> Tierra? ¿Quién podría <strong>de</strong>ciros que en ese cuerpo que hoy tenéis estáis saldando todas vuestras<br />
<strong>de</strong>udas contraídas con mi justicia?<br />
Por eso os digo: aprovechad el tiempo, pero no vayáis <strong>de</strong> prisa. Si con fe y conformidad aceptáis vuestros sufrimientos y<br />
con paciencia apuráis el cáliz, en verdad os digo, vuestros méritos no serán estériles.<br />
6 Haced que el espíritu camine siempre a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte para que no <strong>de</strong>jéis nunca <strong>de</strong> perfeccionaros.<br />
7 Yo soy quien permite <strong>la</strong>s pruebas en vuestro paso, para <strong>de</strong>tener a vuestro espíritu cuando se aparta <strong>de</strong>l camino <strong>de</strong> mi<br />
Ley para vivir sujeto tan sólo a su libre albedrío. Examinad el fondo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pruebas; Yo os lo permito, para que<br />
comprobéis que cada una <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s es como un cincel que va puliendo vuestro corazón. Esa es una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s razones por <strong>la</strong><br />
cual el dolor os acerca a Mí.<br />
8 Mas el hombre ha buscado siempre los p<strong>la</strong>ceres, ha ido tras el po<strong>de</strong>r y <strong>la</strong> gran<strong>de</strong>za para enseñorearse en <strong>la</strong> Tierra y<br />
ser rey <strong>de</strong> sus propios hermanos.<br />
Si Yo os he creado con el mismo amor a todos, ¿por qué ha habido siempre quienes preten<strong>de</strong>n ser superiores? ¿Por<br />
qué ha habido quienes conduzcan a <strong>la</strong> Humanidad bajo <strong>la</strong> humil<strong>la</strong>ción y el látigo? ¿Por qué hay quien repudia al humil<strong>de</strong><br />
y no se conmueve su corazón por llevar el dolor a sus semejantes? Porque ésos son espíritus que no me han reconocido<br />
aún como el Padre que ama a todas sus criaturas y como al único dueño <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s existencias.<br />
He ahí por qué existen hombres que usurpan y <strong>de</strong>sconocen los <strong>de</strong>rechos sagrados <strong>de</strong>l hombre. <strong>El</strong>los me sirven <strong>de</strong><br />
instrumento para mi justicia y, creyendo ser señores y reyes, sólo son siervos. ¡Perdonadles!<br />
De Enseñanza 98<br />
43 Pensad, discípulos amados, cuánto tenéis que prepararos para que vuestros emisarios, llevando <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> mis<br />
reve<strong>la</strong>ciones, puedan llegar a todos aquellos lugares don<strong>de</strong> hayan surgido los hombres sorprendiendo con sus dones<br />
espirituales a sus hermanos.<br />
44 Gran<strong>de</strong> será <strong>la</strong> lucha para vosotros, porque no sólo os concretaréis a <strong>la</strong> oración, a <strong>la</strong> meditación y a los buenos<br />
<strong>de</strong>seos, sino también a <strong>la</strong>s obras <strong>de</strong> caridad.<br />
45 No será suficiente que digáis: -Tengo fe. Con ello no basta. La fe es indispensable, pero hay que <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r y<br />
perfeccionar los dones que tenéis para que llevéis mi pa<strong>la</strong>bra, no sólo con los <strong>la</strong>bios sino en vuestras obras.<br />
Para que mi Doctrina brille en los actos <strong>de</strong> vuestra vida, tenéis que consagrar parte <strong>de</strong> vuestro tiempo al estudio y al<br />
<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> vuestros dones espirituales: ésa será <strong>la</strong> forma en que llevéis con paciencia <strong>la</strong>s pruebas que encontréis en<br />
vuestro camino, aplicando en cada una <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s mis enseñanzas.<br />
49 Ese vacío que <strong>la</strong> Humanidad me presenta en su espíritu, es el que vengo a llenar con <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> esta Doctrina, nueva<br />
en apariencia, pero en realidad eterna; esta Doctrina que hace luz en los espíritus y en los corazones, porque reve<strong>la</strong> todo<br />
73