Tercer Testamento - El Libro de la Vida Verdadera
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Quiero <strong>de</strong>ciros que no os conforméis con escuchar mi pa<strong>la</strong>bra y satisfacer vuestras necesida<strong>de</strong>s espirituales, sin pensar<br />
en <strong>la</strong>s <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, porque esa satisfacción no podrá ser completa si meditáis en que, precisamente en los instantes <strong>de</strong><br />
vuestro <strong>de</strong>leite espiritual, millones <strong>de</strong> hermanos vuestros luchan, se <strong>de</strong>sesperan o sucumben entre el fuego <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />
guerras fratricidas.<br />
29 Mi Doctrina viene a prepararos para una lucha en favor <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz y <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad en el mundo; mi enseñanza<br />
viene a <strong>de</strong>ciros lo que <strong>de</strong>béis hacer, para que todos trabajéis en esta obra salvadora. Entonces comenzará a<br />
experimentar vuestro espíritu <strong>la</strong> paz y <strong>la</strong> satisfacción que correspon<strong>de</strong>n a quienes <strong>la</strong>boran Conmigo en mis obras <strong>de</strong><br />
amor.<br />
30 Esta sensibilidad que va adquiriendo vuestro corazón al escucharme, no <strong>la</strong> perdáis al volver a vuestra lucha material,<br />
porque allí, en aquellos sen<strong>de</strong>ros, están vuestros hermanos esperando una pa<strong>la</strong>bra vuestra que encierre consuelo o una<br />
frase que lleve a su corazón mi mensaje <strong>de</strong> luz; mas si al presentarse ante vosotros, vuestro corazón ha vuelto a su<br />
dureza habitual, ni siquiera podréis asomaros al interior <strong>de</strong> quien venía buscando en vosotros algo que no era vuestro,<br />
sino <strong>de</strong> él: mi luz, mi paz, mi bálsamo.<br />
31 No penséis que vuestra falta <strong>de</strong> amor hacia <strong>la</strong> Humanidad pueda quedar impune, porque si vosotros faltaseis a<br />
vuestros <strong>de</strong>beres espirituales, vendrán <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s y al penetrar en el seno <strong>de</strong> vuestras congregaciones y percatarse<br />
<strong>de</strong>l mensaje que les habéis ocultado o retenido, se preguntarán interiormente si éstos son mis nuevos apóstoles,<br />
mientras otros, penetrando en mi enseñanza, os darán una lección <strong>de</strong> cómo <strong>de</strong>ben cumplirse los mandatos divinos.<br />
33 Nadie me diga que en su camino tiene gran<strong>de</strong>s obstáculos para po<strong>de</strong>r cumplir, porque si creéis que no se mueve <strong>la</strong><br />
hoja <strong>de</strong>l árbol si no es por <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong>l Padre, <strong>de</strong>béis compren<strong>de</strong>r que por sobre lo que l<strong>la</strong>máis obstáculos, <strong>de</strong>béis<br />
<strong>de</strong>sempeñar vuestra misión.<br />
35 Amad, servid, sed útiles, salvad y conso<strong>la</strong>d, haced <strong>de</strong> vuestra vida un bello ejemplo, una hermosa y práctica lección,<br />
para que seáis imitados. Entonces estaréis <strong>de</strong>rramando luz espiritual en vuestros hermanos.<br />
Hab<strong>la</strong>ndo <strong>de</strong> mi Doctrina cumpliréis c <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> sembrar <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad, pero hacedlo con humildad,<br />
teniendo en cuenta que toda obra que encierre vanidad, será semil<strong>la</strong> vana que nunca germinará.<br />
36 Yo os aseguro que si obráis en vuestra vida con <strong>la</strong> discreción, sinceridad y rectitud que os aconsejo, los corazones<br />
duros <strong>de</strong> quienes me habláis en vuestra oración, se ab<strong>la</strong>ndarán conmovidos por vuestra virtud, y llegaréis al<br />
convencimiento <strong>de</strong> que para el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> esta misión el espíritu elevado jamás encontrará obstáculos, porque<br />
estará por sobre todas <strong>la</strong>s pequeñeces <strong>de</strong> esta vida.<br />
37 Nunca penséis mal <strong>de</strong> los que no os quieran, ni os exasperéis con aquéllos que no os comprendan, ya que hasta el<br />
sentimiento más íntimo que tengáis hacia vuestros semejantes, se lo transmitiréis con el pensamiento.<br />
39 Yo he dado al espíritu potestad sobre <strong>la</strong> materia, para que triunfe en <strong>la</strong>s pruebas y llegue hasta el final <strong>de</strong>l camino;<br />
mas <strong>la</strong> lucha será gran<strong>de</strong>, porque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que el hombre formó en el mundo el único reino en el que cree, se rompió <strong>la</strong><br />
armonía que <strong>de</strong>be existir entre él y cuanto le ro<strong>de</strong>a.<br />
Des<strong>de</strong> su trono orgulloso quisiera someter todo al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su ciencia e imponer su voluntad sobre los elementos y <strong>la</strong>s<br />
fuerzas naturales; mas no lo ha logrado porque hace tiempo que rompió sus <strong>la</strong>zos <strong>de</strong> amistad con <strong>la</strong>s leyes espirituales.<br />
Ahora, cuando he dicho a este pueblo que los elementos pue<strong>de</strong>n obe<strong>de</strong>cerle, ha habido quienes no lo han creído, y Yo<br />
os digo que tienen razón al dudar, porque <strong>la</strong> naturaleza jamás obe<strong>de</strong>cerá a quienes <strong>la</strong> <strong>de</strong>sconozcan, profanen o burlen.<br />
En cambio, quien sepa vivir <strong>de</strong> acuerdo con <strong>la</strong>s leyes <strong>de</strong>l espíritu y <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia, o sea, que viva en armonía con cuanto<br />
le ro<strong>de</strong>a, ése a través <strong>de</strong> su vida se i<strong>de</strong>ntificará con su Creador, haciéndose merecedor <strong>de</strong> que los elementos <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
naturaleza le sirvan y obe<strong>de</strong>zcan como correspon<strong>de</strong> a todo hijo que sabe obe<strong>de</strong>cer a su Padre, el Creador <strong>de</strong> cuanto<br />
existe.<br />
40 No he dicho que este pueblo haya alcanzado <strong>la</strong> elevación necesaria para realizar esos mi<strong>la</strong>gros, ni que ya esté<br />
logrando <strong>la</strong> armonía entre lo material y lo espiritual; Yo sólo le inspiro para que busque esa meta a través <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
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