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Tercer Testamento - El Libro de la Vida Verdadera

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¿Acaso queréis que Cristo se haga hombre nuevamente para vivir entre vosotros?<br />

Devolvedme el cuerpo que me quitasteis sacrificándolo en <strong>la</strong> cruz y os prometo volver en cuanto hombre. ¿Podéis<br />

hacerlo? No. En cambio, Yo os he encontrado muertos a <strong>la</strong> luz y a <strong>la</strong> fe y os he resucitado espiritualmente. Habíais<br />

perdido vuestro cuerpo en <strong>la</strong>s entrañas <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra y Yo os he dado uno nuevo. Sólo Yo puedo hacer estas maravil<strong>la</strong>s;<br />

mas en verdad os digo que <strong>la</strong> vida que a Jesús arrancasteis en el Calvario, se extendió sobre toda <strong>la</strong> Humanidad como<br />

un rocío <strong>de</strong> vida eterna.<br />

14 Por eso os digo que vosotros sois mi templo, ese santuario que existe en vuestro espíritu y que es don<strong>de</strong> busco<br />

vuestra adoración, don<strong>de</strong> quiero que mi voz encuentre su eco, don<strong>de</strong> quiero que se levante mi altar y don<strong>de</strong> Yo pueda<br />

habitar por siempre.<br />

15 Toda mi Doctrina y mi Ley no son sino una preparación para que penetréis en <strong>la</strong> vida espiritual. Cuántos <strong>de</strong> los que<br />

me han escuchado en este tiempo, ya se encuentran morando en el Más Allá, llenos <strong>de</strong> gozo en su espíritu, porque no<br />

sufrieron tropiezos en su tránsito hacia aquel mundo infinito, mientras muchos hombres, escépticos en su materialismo,<br />

sonríen irónicamente cuando se les hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida espiritual; mas llegará <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte, aquél<strong>la</strong> en <strong>la</strong> que no hay<br />

corazón que no tema, ni espíritu que no tiemble ante <strong>la</strong> presencia inminente <strong>de</strong> <strong>la</strong> eternidad.<br />

De Enseñanza 88<br />

(Entregada durante <strong>la</strong> II Guerra Mundial)<br />

2 Dudáis <strong>de</strong> llegar a tener <strong>la</strong> inocencia <strong>de</strong> un ave o <strong>la</strong> belleza <strong>de</strong> una flor, porque so<strong>la</strong>mente os juzgáis a través <strong>de</strong><br />

vuestra pobre indumentaria o por algún <strong>de</strong>fecto físico <strong>de</strong> vuestra envoltura; mas no miráis al espíritu, a ese ser dotado <strong>de</strong><br />

belleza y gracia celestial.<br />

<strong>El</strong> espíritu es luz, inteligencia, amor, sabiduría, armonía, eternidad, y <strong>de</strong> todo esto carecen <strong>la</strong>s aves y <strong>la</strong>s flores. Buscad<br />

<strong>la</strong> belleza <strong>de</strong>l espíritu, el<strong>la</strong> será en vosotros como un espejo que refleje fielmente <strong>la</strong> faz <strong>de</strong>l Creador. No os afanéis tanto<br />

por vuestra belleza exterior, aunque sí os digo que no <strong>de</strong>scuidéis nada <strong>de</strong> vuestro ser.<br />

3 La limpieza <strong>de</strong>l cuerpo no está contra <strong>la</strong> espiritualidad, mas no olvidéis que el espíritu está antes que el cuerpo.<br />

Recordad que ha tiempo os dije: Limpiad el vaso por fuera y por <strong>de</strong>ntro.<br />

4 Si alguno llegara a pensar que es <strong>de</strong>masiado simple mi pa<strong>la</strong>bra para venir <strong>de</strong> Dios, Yo le digo que tome en cuenta que<br />

son los sencillos y los rudos los que han venido a oírme y <strong>de</strong>bo hab<strong>la</strong>rles a ellos en forma que me entiendan; mas si<br />

queréis i<strong>de</strong>as y conceptos más profundos, os digo a todos los que han juzgado pobre mi manifestación, que se preparen<br />

y se comuniquen <strong>de</strong> espíritu a Espíritu con mi Divinidad, que es lo que estoy esperando <strong>de</strong> los hombres, y entonces a<br />

sus mentes vendrá una inspiración tan profunda, que tendrán que <strong>de</strong>cirme que no les hable en esos términos que tan<br />

sólo Dios pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r.<br />

Nuevamente os digo como en el Segundo Tiempo: Os he entregado lecciones terrenales y no creéis; ¿cómo creeríais si<br />

os diera <strong>la</strong>s celestiales?<br />

5 Cuando el corazón encierra buena fe y <strong>la</strong> mente se hal<strong>la</strong> libre <strong>de</strong> prejuicios o <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as confusas, <strong>la</strong> vida se aprecia<br />

mejor y <strong>la</strong> verdad se contemp<strong>la</strong> con mayor c<strong>la</strong>ridad. En cambio, cuando en el corazón se lleva escepticismo o vanidad y<br />

errores en <strong>la</strong> mente, todo parece confuso y hasta <strong>la</strong> misma luz parece tinieb<strong>la</strong>.<br />

6 Buscad <strong>la</strong> verdad, el<strong>la</strong> es <strong>la</strong> vida; pero buscad<strong>la</strong> con amor, con humildad, con perseverancia y con fe.<br />

7 No penséis que me sienta ofendido si alguno no cree en mi presencia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esta manifestación, porque en nada se<br />

afecta mi verdad. ¡Cuántos hombres han dudado <strong>de</strong> que exista un Ser Divino que haya creado todas <strong>la</strong>s maravil<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l<br />

Universo, y no por eso el sol ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> darles su luz!<br />

8 ¡Cuántos caminos inciertos y cuántas riquezas superfluas habéis tenido que <strong>de</strong>jar para seguir esta huel<strong>la</strong>, pero cuán<br />

pronto habéis sentido <strong>la</strong> paz y <strong>la</strong> fortaleza como compensación a vuestras renunciaciones! Es que no podríais ser <strong>de</strong> mis<br />

emisarios si antes no hubieseis modificado vuestra vida.<br />

9 Son <strong>la</strong>s lámparas <strong>de</strong> fe <strong>la</strong>s que iluminan al mundo, y Yo quiero que vosotros seáis los portadores <strong>de</strong> esa luz. ¡Ah, si<br />

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