Tercer Testamento - El Libro de la Vida Verdadera
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61 He esperado a que llegaseis a <strong>la</strong> madurez espiritual para <strong>de</strong>ciros: Tomad <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> e id a sembrar.<br />
62 En el Segundo Tiempo os di un ejemplo <strong>de</strong> cómo <strong>de</strong>béis esperar <strong>la</strong> hora justa para dar cumplimiento a <strong>la</strong> misión que<br />
os trajo a <strong>la</strong> Tierra.<br />
63 Yo esperé a que mi cuerpo, aquel Jesús que contemp<strong>la</strong>ron los hombres, llegase a su mejor edad para cumplir a<br />
través <strong>de</strong> él <strong>la</strong> divina misión <strong>de</strong> enseñaros el amor.<br />
64 Cuando aquel cuerpo, el corazón y <strong>la</strong> mente habían llegado a su pleno <strong>de</strong>sarrollo, mi Espíritu habló por sus <strong>la</strong>bios, mi<br />
sabiduría cruzó por su mente, mi amor se posó en su corazón, y fue tan perfecta <strong>la</strong> armonía entre aquel cuerpo y <strong>la</strong><br />
divina luz que lo iluminaba, que muchas veces dije a <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s: Quien conoce al Hijo, conoce al Padre.<br />
65 Jesús tomó <strong>la</strong> verdad en Dios para enseñar<strong>la</strong> a los hombres, no vino a tomar<strong>la</strong> <strong>de</strong>l mundo. Ni <strong>de</strong> los griegos, cal<strong>de</strong>os,<br />
esenios o fenicios, <strong>de</strong> ninguno vino a tomar <strong>la</strong> luz. <strong>El</strong>los no conocían aún el camino <strong>de</strong>l Cielo, y Yo vine a enseñar lo que<br />
no era conocido en <strong>la</strong> Tierra.<br />
66 Jesús había consagrado su infancia y su juventud a <strong>la</strong> caridad y a <strong>la</strong> oración, en tanto llegaba <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> anunciar el<br />
Reino <strong>de</strong> los Cielos, <strong>la</strong> Ley <strong>de</strong>l amor y <strong>la</strong> justicia, <strong>la</strong> Doctrina <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz y <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida.<br />
67 Buscad <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra vertida en aquel tiempo y <strong>de</strong>cidme si el<strong>la</strong> pue<strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r <strong>de</strong> alguna doctrina humana<br />
o <strong>de</strong> alguna ciencia conocida entonces.<br />
68 Yo os digo que si verda<strong>de</strong>ramente hubiese tomado <strong>la</strong> sabiduría <strong>de</strong> aquellos hombres, hubiese buscado mis discípulos<br />
entre ellos y no en los hombres rudos e ignorantes con que formé mi aposto<strong>la</strong>do.<br />
69 Me preguntáis qué puedo <strong>de</strong>ciros <strong>de</strong> <strong>la</strong>s doctrinas y filosofías <strong>de</strong> aquellos pueblos, y Yo os digo que son inspiraciones<br />
<strong>de</strong>l espíritu, pero no <strong>la</strong> suprema verdad que sólo Yo poseo.<br />
De Enseñanza 170<br />
56 En verdad os digo que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros días <strong>de</strong> <strong>la</strong> Humanidad, el hombre tuvo <strong>la</strong> intuición <strong>de</strong> llevar en sí un ser<br />
espiritual, un ser que si bien era invisible, se manifestaba en <strong>la</strong>s distintas obras <strong>de</strong> su vida.<br />
57 Vuestro Señor os ha reve<strong>la</strong>do <strong>de</strong> tiempo en tiempo <strong>la</strong> existencia <strong>de</strong>l espíritu, su esencia y su arcano, porque aun<br />
llevándolo en vosotros, es tan <strong>de</strong>nso el velo en que os envuelve vuestra materialidad, que no podréis llegar a contemp<strong>la</strong>r<br />
lo que es más noble y puro en vuestro ser.<br />
58 Muchas son <strong>la</strong>s verda<strong>de</strong>s que el hombre se ha atrevido a negar; sin embargo, <strong>la</strong> creencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> existencia <strong>de</strong> su<br />
espíritu no ha sido <strong>de</strong> <strong>la</strong>s que haya combatido más, porque el hombre ha sentido y ha llegado a compren<strong>de</strong>r que negar a<br />
su espíritu sería tanto como negarse a sí mismo.<br />
59 La materia humana, cuando ha <strong>de</strong>generado a causa <strong>de</strong> sus pasiones, <strong>de</strong> sus vicios y <strong>de</strong> su materialismo, se ha<br />
convertido en ca<strong>de</strong>na, en venda <strong>de</strong> obscuridad, en prisión y en obstáculo para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l espíritu. A pesar <strong>de</strong> ello,<br />
nunca le ha faltado en sus horas <strong>de</strong> prueba un <strong>de</strong>stello <strong>de</strong> luz interior que venga en su ayuda.<br />
60 De cierto os digo que <strong>la</strong> expresión más elevada y pura <strong>de</strong>l espíritu es <strong>la</strong> conciencia, esa divina luz interior que le hace<br />
ser entre todas <strong>la</strong>s criaturas que le ro<strong>de</strong>an, <strong>la</strong> primera, <strong>la</strong> más alta, <strong>la</strong> más gran<strong>de</strong> y <strong>la</strong> más noble.<br />
61 -Maestro, me preguntáis en silencio -¿por qué sabemos tan poco <strong>de</strong>l espíritu?, ¿por qué sabemos tan poco <strong>de</strong><br />
nosotros mismos?<br />
62 Y el Maestro os contesta: Porque os habéis <strong>de</strong>dicado más a lo que os brinda el mundo y no os habéis consagrado al<br />
estudio <strong>de</strong> lo imperece<strong>de</strong>ro, que es vuestro espíritu.<br />
<strong>El</strong> mismo espíritu, ante <strong>la</strong>s bellezas, ante <strong>la</strong>s maravil<strong>la</strong>s y los <strong>de</strong>leites que le proporciona <strong>la</strong> vida, renuncia aunque sea<br />
pasajeramente a los goces que le pueda proporcionar su propio <strong>de</strong>sarrollo. Sin embargo, <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>ciros en verdad, que no<br />
por ello vayáis a creer que <strong>la</strong> materia sea más po<strong>de</strong>rosa que el espíritu y que ésta sea <strong>la</strong> causa <strong>de</strong> que haya <strong>de</strong>scendido<br />
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