Tercer Testamento - El Libro de la Vida Verdadera
Tercer Testamento - El Libro de la Vida Verdadera
Tercer Testamento - El Libro de la Vida Verdadera
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
andos: uno, materializado, enriquecido con los bienes <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra para su propia restitución, haciendo estremecer<br />
hasta los cimientos al mundo con su po<strong>de</strong>río, porque su fuerza, su talento, <strong>la</strong>s gracias que el Padre <strong>de</strong>rramó sobre su<br />
espíritu, <strong>la</strong>s ha puesto al servicio <strong>de</strong> sí mismo, <strong>de</strong> su ambición, <strong>de</strong> su gran<strong>de</strong>za.<br />
19 Y contemplo también <strong>la</strong> otra parte <strong>de</strong> mi pueblo, <strong>la</strong> <strong>de</strong> los perseverantes y fieles, <strong>de</strong> los que siempre han sabido sentir<br />
mi presencia, <strong>de</strong> los que siempre han reconocido mi llegada entre los hombres, <strong>de</strong> los que han creído en mis<br />
reve<strong>la</strong>ciones y a pesar <strong>de</strong> todo me han obe<strong>de</strong>cido y me han cumplido.<br />
Y esa otra parte no so<strong>la</strong>mente sois vosotros que habéis sido testigos <strong>de</strong> mi comunicación por conducto <strong>de</strong>l entendimiento<br />
<strong>de</strong>l hombre en este tiempo, sino que parte <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> Israel espiritual está diseminada por todo el orbe y en el lugar<br />
don<strong>de</strong> cada quien se encuentra, recibe mi caridad, siente mi presencia, se sustenta con mi pan y me espera, sin saber<br />
por dón<strong>de</strong> he <strong>de</strong> llegar ni en qué forma, pero me espera.<br />
20 ¿Creéis que mi pueblo siempre va a estar dividido? En verdad os digo que no. Para vosotros ha llegado <strong>la</strong><br />
enseñanza, <strong>la</strong> luz y <strong>la</strong>s pruebas. Para aquéllos ha llegado mi justicia y <strong>la</strong>s pruebas también; les estoy conduciendo a<br />
gran<strong>de</strong>s pasos hacia el <strong>de</strong>spertar para su espíritu y aunque, <strong>de</strong> cierto, en el primer momento van a negar mi tercera<br />
venida al mundo como negaron <strong>la</strong> segunda, Yo os digo: No está ya lejano el instante <strong>de</strong> su conversión.<br />
22 Dividido el pueblo no ha podido triunfar sobre los <strong>de</strong>más pueblos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, pero os digo en verdad: Así como<br />
aquéllos han dado en el <strong>Tercer</strong> Tiempo gran<strong>de</strong>s pruebas <strong>de</strong> su fortaleza y <strong>de</strong> su luz <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida humana, quiero<br />
que también vosotros <strong>de</strong>is pruebas <strong>de</strong> vuestra espiritualidad, <strong>de</strong>is pruebas <strong>de</strong> que <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong>l espíritu es mayor que <strong>la</strong>s<br />
fuerzas humanas, para que en <strong>la</strong> contienda venza sobre éstas.<br />
¿No se llenaría <strong>de</strong> gozo vuestro espíritu y corazón, si por vuestro amor se lograra convertir a aquel pueblo tan<br />
tradicionalista y espiritualmente estacionado, a <strong>la</strong> Doctrina espiritualista? ¿No habría fiesta entre vosotros si el antiguo<br />
Israel se convirtiera por el nuevo Israel, o sea que el primero alcanzará gracia por el postrero?<br />
Hasta ahora, nada ha convencido al pueblo judío <strong>de</strong> que <strong>de</strong>be <strong>de</strong> romper con antiguas tradiciones para alcanzar su<br />
evolución moral y espiritual. Es el pueblo que en apariencia se ajusta a <strong>la</strong>s leyes <strong>de</strong> Jehová y <strong>de</strong> Moisés, pero que<br />
realidad sigue adorando al becerro <strong>de</strong> oro.<br />
Ya está próximo el tiempo en que ese pueblo errante y diseminado por el mundo, <strong>de</strong>je <strong>de</strong> mirar hacia <strong>la</strong> Tierra y eleve<br />
sus ojos hacia el Cielo, en busca <strong>de</strong> Aquél que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio, les fuera prometido como su salvador, y al que<br />
<strong>de</strong>sconoció y dió muerte porque le creyó pobre y sin bien alguno.<br />
Se acerca <strong>la</strong> hora en que aquel<strong>la</strong> cruz que por sentencia me dieron, se torne en vara <strong>de</strong> justicia sobre cada una <strong>de</strong><br />
aquellos espíritus hasta que por fin sus <strong>la</strong>bios exc<strong>la</strong>men: -¡Jesús fue el Mesías!<br />
33 De cierto os digo que el espíritu es como una simiente, es como <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> que vosotros conocéis -os hablo en sentido<br />
figurado-. También germina, echa raíces y crece, florece y fructifica. Pero algo más tengo que <strong>de</strong>ciros: No todos los<br />
espíritus germinan al mismo tiempo, ni fructifican en tiempo <strong>de</strong>terminado.<br />
Unos lo hacen antes y otros <strong>de</strong>spués, aun cuando hayan sido sembrados en el mismo instante. Esto compren<strong>de</strong>dlo y<br />
aplicadlo vosotros al pasado, al presente y al futuro vuestro y <strong>de</strong> toda <strong>la</strong> Humanidad, porque <strong>de</strong> ello entresacaréis<br />
gran<strong>de</strong>s conclusiones, gran<strong>de</strong>s reve<strong>la</strong>ciones y gran<strong>de</strong>s contestaciones a <strong>la</strong>s interrogaciones y dudas <strong>de</strong> los hombres.<br />
De Enseñanza 333<br />
7 Apren<strong>de</strong>d a orar y a meditar a <strong>la</strong> vez, para que surja en cada uno <strong>de</strong> vosotros el conocimiento y <strong>la</strong> comprensión. Sólo el<br />
que sabe no duda, ni <strong>de</strong>sconfía.<br />
La duda proviene <strong>de</strong> <strong>la</strong> ignorancia y Yo no quiero que viváis más en <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> ignorancia. ¿Veis por qué no he<br />
querido realizar ante vuestros ojos esas obras que l<strong>la</strong>máis maravillosas? Porque con el<strong>la</strong>s sólo lograría que creyeseis en<br />
que Yo <strong>la</strong>s había hecho, pero vuestra ignorancia seguiría siendo <strong>la</strong> misma.<br />
Yo he preferido ofreceros el mi<strong>la</strong>gro oculto en <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> mi pa<strong>la</strong>bra para que, buscándolo, halléis sabiduría y luz,<br />
conocimiento, reve<strong>la</strong>ción y verdad, porque entonces se disiparán todas <strong>la</strong>s incertidumbres y <strong>la</strong>s dudas.<br />
322