Tercer Testamento - El Libro de la Vida Verdadera
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albedrío.<br />
63 Preparaos para seguir recibiendo en vuestro seno a los hijos que Yo os confíe. Tened pleno conocimiento <strong>de</strong> vuestra<br />
misión y <strong>de</strong> vuestra responsabilidad; esa luz <strong>la</strong> hal<strong>la</strong>réis en mi Doctrina.<br />
De Enseñanza 100<br />
28 Apren<strong>de</strong>d a acercaros a Mí, apren<strong>de</strong>d a pedirme, a recibir y a esperar; veréis entonces cómo se hacen patentes los<br />
prodigios en vuestra vida.<br />
29 Este es un tiempo en que el hombre pondrá su parte <strong>de</strong> espiritualidad y fe para que se realicen los nuevos mi<strong>la</strong>gros.<br />
<strong>El</strong> mundo quisiera volver a ver <strong>la</strong>s obras que hizo Jesús <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> los hombres, a lo cual Yo os digo que no <strong>de</strong>béis<br />
empeñaros en seguir viviendo una era que ya pasó. Habéis penetrado en un nuevo tiempo, y en él os daré lecciones que<br />
aún no os han sido reve<strong>la</strong>das y repetiré mis obras, mas ahora en forma más espiritual.<br />
30 Debéis estar ve<strong>la</strong>ndo, discípulos, porque no sólo os hab<strong>la</strong>ré por este conducto; también buscaré comunicarme con<br />
vuestro espíritu en los instantes que vuestro cuerpo duerme; os enseñaré a penetrar con preparación en ese reposo y a<br />
que vuestro espíritu se <strong>de</strong>sprenda, para que se eleve a <strong>la</strong>s regiones <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> tomará <strong>la</strong> profecía para iluminar<br />
su camino, transmitiéndole su mensaje al entendimiento.<br />
31 <strong>El</strong> discípulo que sabe recibir a su Maestro en el instante que éste le busca, no tiene tropiezo en el sen<strong>de</strong>ro, ni se<br />
consi<strong>de</strong>ra débil o solo en <strong>la</strong> lucha.<br />
32 Llegad a compren<strong>de</strong>r cuál es <strong>la</strong> espiritualidad que quiero <strong>de</strong> vosotros, para que no vayáis a confundiros en un<br />
misticismo fanático, que en vez <strong>de</strong> facilitar a vuestro espíritu el que comprenda <strong>la</strong>s lecciones divinas, ponga ante él<br />
nuevas tinieb<strong>la</strong>s.<br />
35 Mi pueblo crece, se multiplica, no sólo en <strong>la</strong> Tierra sino también en el valle espiritual. Entre aquel<strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s<br />
espirituales se encuentran los que tuvieron <strong>la</strong>zos <strong>de</strong> sangre con vosotros, ya sea que hayan sido vuestros padres,<br />
hermanos o hijos.<br />
36 No os sorprenda que os diga que mi pueblo es tan numeroso, que <strong>la</strong> Tierra no podría darle albergue y que <strong>de</strong>berá ser<br />
mucho más gran<strong>de</strong> aún. Cuando ya lo haya reunido y no falte uno solo <strong>de</strong> mis hijos, le será dada por morada el infinito,<br />
ese valle <strong>de</strong> luz y <strong>de</strong> gracia que nunca termina.<br />
37 Aquí, en <strong>la</strong> Tierra, sólo vengo a prepararos, a instruiros con mi Doctrina, para que sepáis cómo acercaros a aquel<strong>la</strong><br />
vida. Esta Humanidad es sólo una porción <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> Dios; es menester que todos sepan estas explicaciones para<br />
que encaminen su vida hacia el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> perfección.<br />
38 Mientras <strong>la</strong>s religiones permanezcan sumergidas en su sueño y no rompan su rutina, no habrá <strong>de</strong>spertar en el<br />
espíritu, ni conocimiento <strong>de</strong> los i<strong>de</strong>ales espirituales y, por tanto, no podrá haber paz entre los hombres ni aparecerá <strong>la</strong><br />
caridad; no podrá bril<strong>la</strong>r <strong>la</strong> luz que resuelve los graves conflictos humanos.<br />
De Enseñanza 101<br />
29 Cada día trae sus pruebas y Yo miro cómo <strong>la</strong>s recibís y el fruto que me presentáis. Muchas <strong>de</strong> esas pruebas son<br />
pequeñas y con el<strong>la</strong>s podíais dar principio a una vida <strong>de</strong> enmienda y perfeccionamiento, pero sin analizar<strong>la</strong>s <strong>la</strong>s<br />
<strong>de</strong>secháis, y si así obráis ¿cómo podréis prepararos para pruebas mayores?<br />
60 No confundáis <strong>la</strong> humildad con <strong>la</strong> pobreza <strong>de</strong> indumentaria; tampoco creáis que es humil<strong>de</strong> el que llevando en sí<br />
mismo una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> inferioridad, consi<strong>de</strong>ra ésa <strong>la</strong> causa que lo obliga a servir a los <strong>de</strong>más y a inclinarse <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> ellos.<br />
Os digo que <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra humildad está en aquél que, sabiendo valorizar que es alguien y sabiendo que algún<br />
conocimiento posee, sabe <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r a los <strong>de</strong>más y gusta compartir con ellos lo que tiene.<br />
61 La humildad es <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l espíritu y, por el contrario, <strong>la</strong> carencia <strong>de</strong> el<strong>la</strong> es oscuridad en él; <strong>la</strong> vanidad es fruto <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
ignorancia.<br />
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