Tercer Testamento - El Libro de la Vida Verdadera
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porque en muchas partes <strong>de</strong>l mundo han recibido mis mensajes que dicen que en un lugar <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte ha <strong>de</strong>scendido<br />
mi rayo divino para hab<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> Humanidad <strong>de</strong> este tiempo.<br />
Veréis cómo, llegado el instante, <strong>de</strong> otros pueblos y naciones vendrán a buscaros. Entonces los hombres <strong>de</strong> <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s<br />
religiones se sorpren<strong>de</strong>rán <strong>de</strong> que no sea a ellos a quienes vine a buscar.<br />
47 ¿No os duele tanta confusión como reina en el mundo? ¿No sufrís ante tanta tinieb<strong>la</strong> espiritual?<br />
48 Sed los buenos discípulos, gran<strong>de</strong>s en vuestro conocimiento y humil<strong>de</strong>s en vuestra forma <strong>de</strong> enseñar; os digo que<br />
<strong>de</strong>béis aprovechar cuanta ocasión <strong>de</strong> sembrar os ofrezca <strong>la</strong> vida. Mas <strong>de</strong>béis tener presente que todo aquél que a sí<br />
mismo se l<strong>la</strong>me maestro sin serlo, será responsable <strong>de</strong> cuanto haga en su camino, así como <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pruebas que a su<br />
paso reciba.<br />
49 Éste es un instante precioso para que reflexionéis, a fin <strong>de</strong> que os libertéis <strong>de</strong> <strong>la</strong> rutina, os coloquéis en una senda <strong>de</strong><br />
a<strong>de</strong><strong>la</strong>nto y lleguéis a conocer verda<strong>de</strong>ramente <strong>la</strong> pureza <strong>de</strong> esta obra, porque no todos habéis consi<strong>de</strong>rado su pureza ni<br />
<strong>la</strong> habéis comprendido.<br />
Aún contemplo entre vosotros formas y prácticas tan extrañas, que aunque agradan a algunos que tienen ten<strong>de</strong>ncia a los<br />
ritos, a los más les confun<strong>de</strong>, y no se dan cuenta <strong>de</strong> que con ello sólo están preparando un motivo <strong>de</strong> mofa para el<br />
mañana.<br />
50 ¿Creéis que el Maestro tema que los hombres <strong>de</strong>strocen su Obra? No, pueblo, el Padre a nada pue<strong>de</strong> temer, su Obra<br />
es in<strong>de</strong>structible.<br />
Lo que Yo quiero es que améis <strong>la</strong> verdad, que presentéis mi Obra en toda su pureza, porque si no lo hacéis, causaréis<br />
mucho dolor, tal como lo han causado todos aquéllos que, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cualquier religión, sin caridad para sus hermanos,<br />
han confundido, perdido o <strong>la</strong>stimado a sus semejantes, dándoles piedras por pan, tinieb<strong>la</strong>s por luz o mentira por verdad.<br />
De Enseñanza 277<br />
7 Si vais a enseñar <strong>la</strong> paz, sed vosotros pacíficos; si habláis <strong>de</strong> amor, sentidlo antes <strong>de</strong> que lo expreséis con pa<strong>la</strong>bras; y<br />
si vuestros hermanos os ofrecen también sus frutos, no los rechacéis, someted a estudio todo lo que conozcáis y tomad<br />
lo que haya <strong>de</strong> lícito y justo en sus doctrinas.<br />
9 Usad <strong>la</strong> fortaleza que os he dado para que venzáis todas <strong>la</strong>s pruebas y tentaciones. Sed pacientes en el dolor para que<br />
podáis dirigir vuestra barca y poneros a salvo.<br />
10 Quiero que vuestro culto en este <strong>Tercer</strong> Tiempo llegue a ser tan puro y tan perfecto, como es el perfume que se<br />
<strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong>s flores.<br />
De Enseñanza 278<br />
18 Haced compren<strong>de</strong>r a vuestros hermanos que no necesitan mortificar o <strong>la</strong>cerar su cuerpo para conmover a mi Espíritu,<br />
para <strong>de</strong>spertar mi piedad o mi caridad.<br />
Quienes se procuran sufrimientos y penitencias corporales es porque no tienen <strong>la</strong> menor noción <strong>de</strong> cuáles son <strong>la</strong>s<br />
ofrendas más agradables para Mí, ni tienen i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> mi amor ni <strong>de</strong> <strong>la</strong> misericordia <strong>de</strong> vuestro Padre.<br />
19 ¿Creéis que sea necesario para Mí ver en vuestros ojos <strong>la</strong>s lágrimas y en vuestro corazón el dolor para apiadarme <strong>de</strong><br />
vosotros? Eso sería atribuirme dureza, insensibilidad, indiferencia, egoísmo; ¿concebís estos <strong>de</strong>fectos en el Dios que<br />
amáis?<br />
20 ¡Cuán poco os habéis preocupado por conocerme! Es que no habéis educado a vuestra mente para que piense <strong>de</strong><br />
acuerdo con el espíritu.<br />
De Enseñanza 279<br />
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