Tercer Testamento - El Libro de la Vida Verdadera
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hasta materializarse.<br />
No, el espíritu es incomparablemente más fuerte y nunca <strong>de</strong>jará <strong>de</strong> serlo; mas si ha caído, ha sido voluntariamente,<br />
seducido por los atractivos <strong>de</strong> un mundo que, aunque sea fugazmente, le ofrece a través <strong>de</strong> los sentidos <strong>de</strong> <strong>la</strong> carne una<br />
vida fecunda en p<strong>la</strong>ceres y en tentaciones.<br />
63 Es natural que su materialidad le impida el conocerse a sí mismo y no le permita manifestar sus dones a través <strong>de</strong> su<br />
parte humana. Porque <strong>la</strong> naturaleza material parece ser <strong>la</strong> más opuesta a <strong>la</strong> naturaleza espiritual; sin embargo, cuando<br />
en vosotros lleguen a armonizar ambas, llegaréis a ver que vuestra naturaleza material es como un espejo límpido que<br />
refleja en toda su belleza lo espiritual y aun lo divino.<br />
64 Buscad mi presencia en <strong>la</strong>s obras llevadas a cabo por Mí y a cada paso podréis encontrarme; tratad <strong>de</strong> oírme y me<br />
escucharéis en <strong>la</strong> voz potente que surge <strong>de</strong> todo lo creado, porque no encuentro dificultad alguna en manifestarme a<br />
través <strong>de</strong> los seres <strong>de</strong> <strong>la</strong> Creación.<br />
Lo mismo me manifiesto en un astro, en el furor <strong>de</strong> una tempestad, que en <strong>la</strong> dulce luz <strong>de</strong> una aurora. Lo mismo hago oír<br />
mi voz en el melodioso trino <strong>de</strong> un ave, que lo expreso por medio <strong>de</strong>l aroma <strong>de</strong> <strong>la</strong>s flores.<br />
Y cada expresión mía, cada frase, cada obra os hab<strong>la</strong> a todos <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> cumplimiento a <strong>la</strong>s leyes, <strong>de</strong> justicia, <strong>de</strong><br />
sabiduría, <strong>de</strong> eternidad en el espíritu.<br />
65 ¿Por qué no habéis logrado llegar a mostraros en toda <strong>la</strong> plenitud espiritual, en <strong>la</strong> gran belleza <strong>de</strong> vuestro espíritu,<br />
habiendo tenido potestad sobre lo material? Por haberos <strong>de</strong>jado arrastrar por <strong>la</strong>s pasiones <strong>de</strong>l mundo.<br />
66 Por tanto, no huyáis <strong>de</strong>l estudio y <strong>de</strong> <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> mi enseñanza, sabiendo que por ese medio alcanzaréis mayor<br />
espiritualidad; <strong>de</strong>béis apren<strong>de</strong>r a merecer<strong>la</strong> con sabiduría y habréis alcanzado el principio <strong>de</strong> <strong>la</strong> armonía universal en <strong>la</strong><br />
que sabréis <strong>de</strong>jar que vuestro espíritu se manifieste.<br />
67 Interpretad y cumplid <strong>la</strong> Ley, y con ello os prepararéis para llegar a habitar en <strong>la</strong>s moradas superiores <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
espiritualidad. Mientras existan mundos materiales, es necesario que el mundo espiritual siga vibrando y <strong>de</strong>rramando su<br />
luz sobre ellos.<br />
68 Consi<strong>de</strong>rad que si ahora no habéis podido dominar una frágil envoltura, ¿qué misión podré confiar a vuestro espíritu<br />
cuando esté morando en un valle <strong>de</strong> mayor espiritualidad?<br />
69 Sólo Yo puedo daros estas lecciones, oh humanidad. ¿Qué hombre podría llegar a <strong>de</strong>ciros lo que para vosotros tengo<br />
reservado en mi arcano? Meditad y orad, oh discípulos, para que mi enseñanza os conduzca a <strong>la</strong> reconciliación <strong>de</strong>l<br />
espíritu con su envoltura.<br />
De Enseñanza 171<br />
69 <strong>El</strong> amor tiernísimo <strong>de</strong> Dios para sus criaturas no tiene forma; sin embargo, en el Segundo Tiempo tomó forma <strong>de</strong><br />
mujer en María, <strong>la</strong> madre <strong>de</strong> Jesús.<br />
70 Compren<strong>de</strong>d que María siempre ha existido, ya que su esencia, su amor, su ternura, siempre han estado en <strong>la</strong><br />
Divinidad.<br />
71 Sobre María ¡cuántas teorías y confusiones se han forjado los hombres! Sobre su maternidad, su concepción y su<br />
pureza ¡cuánto han b<strong>la</strong>sfemado!<br />
72 <strong>El</strong> día que ellos comprendan en verdad esa pureza, se dirán: -¡Más nos valiera no haber nacido!- Lágrimas <strong>de</strong> fuego<br />
quemarán su espíritu; entonces María les envolverá en su gracia, <strong>la</strong> Divina Madre les protegerá con su manto y el Padre<br />
les perdonará diciéndoles con amor infinito: Ve<strong>la</strong>d y orad que os perdono y en vosotros perdono y bendigo al mundo.<br />
82 Una lucha intensa espera al hombre <strong>de</strong>l mañana, una lucha noble y elevada por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual será restaurada <strong>la</strong><br />
paz y el amor en el mundo.<br />
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