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Tercer Testamento - El Libro de la Vida Verdadera

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Analizando estas enseñanzas concluiréis por reconocer que verda<strong>de</strong>ramente todo vive, camina y crece bajo un mandato<br />

supremo; llegaréis a <strong>de</strong>scubrir, también, que en medio <strong>de</strong> esta Creación surge el hombre, distinto a todas <strong>la</strong>s <strong>de</strong>más<br />

criaturas, porque en él existe <strong>la</strong> razón y el libre albedrío.<br />

En el espíritu <strong>de</strong>l hombre existe una luz divina que es <strong>la</strong> conciencia, <strong>la</strong> cual ilumina a su inteligencia y le inspira el<br />

cumplimiento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber. Porque si una fuerza irresistible le obligara so<strong>la</strong>mente a seguir el camino recto, no tendría<br />

ningún mérito su cumplimiento y se sentiría humil<strong>la</strong>do al compren<strong>de</strong>rse incapaz <strong>de</strong> obrar por voluntad propia y que, a<br />

pesar <strong>de</strong> ello, estuviera sujeto a una Ley; mas en <strong>la</strong>s condiciones en que se <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong> vuestra existencia ¿quién podría<br />

guiar vuestros pensamientos hacia el bien? Sólo <strong>la</strong> luz divina <strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia que inspira al hombre a cumplir con <strong>la</strong><br />

Ley, luz que habita en el espíritu y a través <strong>de</strong> él se manifiesta a <strong>la</strong> materia.<br />

5 ¿Por qué no siguió el hombre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su principio los dictados <strong>de</strong> <strong>la</strong> conciencia? Porque su espíritu no había<br />

evolucionado lo suficiente para compren<strong>de</strong>r y cumplir los mandatos que el<strong>la</strong> le inspiraba y, al mismo tiempo, saber<br />

dominar los impulsos <strong>de</strong> <strong>la</strong> carne.<br />

<strong>El</strong> libre albedrío y <strong>la</strong> influencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> materia son <strong>la</strong>s pruebas a <strong>la</strong>s que está sujeto vuestro espíritu.<br />

6 Si <strong>la</strong> Humanidad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio hubiera escuchado el dictado <strong>de</strong> su conciencia como lo hizo Abel, ¿creéis que<br />

hubiera sido necesario que vuestro Padre tuviera que materializarse <strong>de</strong> tiempo en tiempo para explicaros <strong>la</strong> Ley y<br />

enseñaros el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> evolución <strong>de</strong>l espíritu? De cierto os digo que no.<br />

Si hubieseis sido sumisos y obedientes a mi Ley, todas mis reve<strong>la</strong>ciones y enseñanzas os hubieran llegado a través <strong>de</strong><br />

vuestra conciencia; pero cuando vi a esta Humanidad cautiva <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pasiones que el mundo le brindaba, sorda a mi voz y<br />

ciega para mirar <strong>la</strong> luz espiritual que alumbraba su camino, tuve que materializar mi Ley en el Primer Tiempo <strong>la</strong>brándo<strong>la</strong><br />

en <strong>la</strong> piedra y manifestándome en sus sentidos corporales, para vencer su materialismo.<br />

7 Nuevamente <strong>la</strong> Humanidad se apartó <strong>de</strong> mis mandatos y tuve que llegar a los hombres para doctrinarlos. No fue<br />

suficiente que os hubiese dado mi Ley en aquel<strong>la</strong> forma material, ni tampoco encerraba el<strong>la</strong> todo lo que el Padre tenía<br />

que <strong>de</strong>ciros; y así, os envié a Jesús por quien escucharíais al Verbo <strong>de</strong> Dios. Él habló a vuestro corazón.<br />

Aquel Maestro conocía los caminos que conducen hasta lo más íntimo <strong>de</strong>l ser humano y con sus pa<strong>la</strong>bras, con sus obras<br />

y su sacrificio en <strong>la</strong> cruz, conmovió <strong>la</strong>s fibras dormidas, <strong>de</strong>spertó vuestros sentimientos aletargados, sabiendo que sin<br />

esa preparación, no llegaría el tiempo en que el hombre escuchara en su propio espíritu <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> su Señor, al que ahora<br />

tenéis entre vosotros como os fue anunciado.<br />

34 Muchos se preguntan por qué he vuelto a <strong>la</strong> Tierra, si ya os había doctrinado con mi pa<strong>la</strong>bra en el Segundo Tiempo;<br />

mas habíais olvidado mi Ley y os he encontrado naufragando en un mar <strong>de</strong> ignorancia. He luchado para llevaros al<br />

camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz y <strong>la</strong> verdad; os ofrezco un báculo para que os apoyéis porque estáis cansados <strong>de</strong> peregrinar sin una<br />

guía y por eso he venido a ayudaros.<br />

42 La Ley espiritual es antes que <strong>la</strong> humana, por tanto, <strong>de</strong>béis darme vuestro tributo antes que al mundo. Mirad <strong>la</strong><br />

Naturaleza con sus campos y montañas, sus mares, selvas y <strong>de</strong>siertos, toda el<strong>la</strong> está tributando en todo momento su<br />

ofrenda al Creador que le ha dado vida y le sustenta. Todos me manifiestan su tributo dando testimonio <strong>de</strong> Mí. ¿Por qué<br />

vosotros no me ofrecéis un culto digno? ¿Por qué pedís mi presencia, para <strong>de</strong>spués dudar <strong>de</strong> Mí?<br />

De Enseñanza 16<br />

38 En los tiempos <strong>de</strong> Moisés le fue dada al pueblo una ley <strong>de</strong> justicia que <strong>de</strong>cía: Ojo por ojo y diente por diente. Dicha<br />

ley, que hoy os parecería monstruosa y vengativa era, sin embargo, justa para los hombres <strong>de</strong> aquellos tiempos.<br />

39 Tiempo <strong>de</strong>spués, cuando me humanicé en Jesús, me oísteis <strong>de</strong>cir, y escrito quedó, que con <strong>la</strong> vara que midieseis<br />

seríais medidos. Ante esa pa<strong>la</strong>bra algunos se han preguntado si en esa frase existen el amor, <strong>la</strong> caridad y el perdón que<br />

Jesús predicaba.<br />

40 Tiempo es <strong>de</strong> que Yo mismo os explique el porqué <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ley <strong>de</strong>l Primer Tiempo y el porqué <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> frase <strong>de</strong> Jesús,<br />

porque muchas <strong>de</strong> mis lecciones he tenido que dáros<strong>la</strong>s por partes a través <strong>de</strong> los tiempos.<br />

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