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Lauros y palmas, de Amadeo Burdeos, sdb - Hispania Martyr

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e imágenes religiosas, ejecutadas por él durante tantos años, y que le dieron<br />

justa fama <strong>de</strong> hábil escultor. Cuando el tren pasaba junto a la tapia <strong>de</strong>l Colegio,<br />

los viajeros podían contemplar llenos <strong>de</strong> curiosa admiración, el magnífico<br />

grupo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scendimiento que coronaba la cripta, en cuyo interior se guardaba<br />

otro no menos valioso que representaba el Santo Entierro.<br />

Resonaron <strong>de</strong> nuevo en aquellas estancias las alegres risas <strong>de</strong> los niños; la<br />

humil<strong>de</strong> capilla volvió a llenarse con los ecos <strong>de</strong> las <strong>de</strong>votas plegarias y los<br />

acordados cánticos piadosos, y los salones <strong>de</strong> estudio volvieron a cobijar a<br />

un escogido grupo <strong>de</strong> jovencitos que se preparaban con entusiasmo al Sacerdocio<br />

Salesiano.<br />

FINAL DE CURSO<br />

El viernes, 17 <strong>de</strong> Julio, para celebrar el final <strong>de</strong> curso, se organizó una<br />

expedición al Tibidabo, en don<strong>de</strong> al día siguiente celebraba su fiesta el Director<br />

<strong>de</strong> aquella resi<strong>de</strong>ncia, don Ernesto Miglietti.<br />

Nuestros jóvenes cantores dieron una hermosa muestra <strong>de</strong>l sincero afecto<br />

que sentían por su antiguo Director, interpretando con exquisito gusto una<br />

misa en canto polifónico, y ejecutando, a<strong>de</strong>más, alegres y escogidas composiciones<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la comida.<br />

Al atar<strong>de</strong>cer emprendieron, a pie, la vuelta a su Casa, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedirse<br />

<strong>de</strong> sus compañeros que, terminados los cursos <strong>de</strong> latín, <strong>de</strong>bían partir el<br />

día siguiente para Gerona a fin <strong>de</strong> comenzar su Noviciado.<br />

El vacío que éstos <strong>de</strong>jaban, lo llenaron los que, habiendo aprobado el primer<br />

curso en la Casa <strong>de</strong>l Tibidabo, <strong>de</strong>bían completar los restantes en San<br />

Vicente.<br />

El domingo, 19 <strong>de</strong> Julio, transcurrió tranquilo, con el horario acostumbrado.<br />

Cierto que en dirección a Barcelona se oía, muy amortiguado, el retumbar<br />

<strong>de</strong> los cañones... Pero, ¿qué tenían ellos que ver con las disputas <strong>de</strong> los<br />

hombres?<br />

PRIMERAS ALARMAS<br />

El reverendo don Félix Solanes, confesor <strong>de</strong> la Casa, que había bajado<br />

el día anterior a Sarria para disponer el viaje <strong>de</strong> los Novicios a Gerona, se<br />

encontró el domingo con la revolución dueña <strong>de</strong> las calles y caminos y no<br />

pudo salir <strong>de</strong> allí en todo el día; pero el lunes por la tar<strong>de</strong>, viendo cómo en<br />

Sarria no había ya seguridad porque Barcelona era una hoguera <strong>de</strong> conventos,<br />

<strong>de</strong>cidió volver a San Vicente, creyendo que la tormenta no habría llegado<br />

hasta aquel tranquilo pueblecito.<br />

Así se lo propuso a don Julián Massana, Secretario Inspectorial, el cual,<br />

aleccionado por la experiencia <strong>de</strong> la Semana Trágica <strong>de</strong>l 1909, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

hacer ver a don Félix lo comprometido <strong>de</strong>l paso que se proponía dar, le encargó<br />

dispusieran allí alojamiento, para el caso probable <strong>de</strong> que los Salesianos<br />

<strong>de</strong> la capital tuvieran que abandonar sus colegios.<br />

Con esta i<strong>de</strong>a emprendió don Félix a pie el camino, mientras ya las turbas<br />

saqueaban la iglesia parroquial <strong>de</strong> Sarria. Por las carreteras no se atrevía a<br />

transitar nadie, a excepción <strong>de</strong> las patrullas <strong>de</strong> milicianos.<br />

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