Satto Vriteh - indice - Vaisnava

él dijo que quería darme un regalo e hizo traer prasadam, eso es común,
servir prasadam, no llamarías a esto un regalo especial, invitar a alguien a
tomar prasadam. Pero de pronto empecé a entender a qué regalo se refería.
Swami Maharaja me regaló el entender el poder del Santo Nombre. Me
permitió entender que todos, incluso los occidentales y demás personas
de cualquier condición, pueden venir y recibir toda la gracia del Nombre
y vivir una plena transformación. Ellos no son devotos de segunda clase,
brahmanas de segunda, o sannyasis de segunda clase, o imitadores. Él
me dio el regalo de entender el poder de ese Santo Nombre que he estado
cantando durante toda mi vida. ¡Él me dio un regalo tan dulce! Desde
entonces, entendí que debo también dedicar mi capacidad y mi tiempo
a servir a los devotos de los países occidentales. Desde ese momento
cambié mi mentalidad hacia los devotos occidentales y les ofrecí toda la
ayuda que les pudiera dar. Ese fue el regalo de Swami Maharaja para mí”.
Luego, cuando me dijo que se había sentido avergonzado, pude entender
lo que me había dicho tantas veces: “Somos iguales, somos todos iguales.
No debemos hacer ninguna diferenciación entre los devotos, hacerlo sería
caer en la trampa de maya”.
Es cierto que Srila Prabhupada no introdujo de una vez toda la tradición
cultural en su misión. Lo que era más difícil de practicar o de entender
no lo introdujo al principio, lo fue haciendo en forma gradual. Incluso en
Bengala podemos ver que cada misión tiene su estilo, sus particularidades,
algunos son más estrictos en un sentido, otros lo son en otro. Algunos de
ellos hacen el niyama seva de una forma, otros lo hacen de otra forma y
Srila Prabhupada practicó su niyama seva haciendo magníficas prédicas
alrededor del mundo, llevando devotos al dham que venían de todas partes
para celebrar el sagrado Kartik y para participar en el Vraja mandal y
Navadwipa mandal parikrama. Srila Prabhupada hizo todo de un modo
grandioso. No siempre tuvo el suficiente tiempo como para dedicarse
a cada detalle del achar, porque achar quiere decir práctica, cultura,
etiqueta vaisnava. Achar es algo que se aprende con el paso del tiempo,
pero él estaba más dedicado a prachar, a predicar, a extender su ayuda a
los demás. En un sentido se puede decir que los vaisnavas occidentales
no siempre llegaron al estándar de la tradición ortodoxa, pero en esencia,
estas cosas son secundarias, tal como Srila Rupa Goswami enseñó: