Satto Vriteh - indice - Vaisnava

templo. “No, nosotros hemos comprado este lugar”, ellos contestaron.
Luego se supo que este llamado devoto de Prabhupada, secretamente
había vendido el templo y había desaparecido con todo el dinero. Los
devotos fueron echados y junto con las Deidades tuvieron que buscar otro
lugar. ¡Qué experiencia tan inimaginable! Más tarde Srila Prabhupada se
encontró con ese devoto en Los Ángeles y volvió a darle su misericordia,
a pesar de que había hecho algo tan abominable, para una vez más tratar
de rescatarlo del enredo material. Prabhupada siempre, bajo todas las
circunstancias, alentó a los devotos y les dio otra oportunidad para
hacerse concientes de Krishna.
Brahmacari mordió a un sannyasi
Otra asombrosa historia es acerca de un joven brahmacari que fue a
Calcuta en los inicios de los setenta. Él era muy entusiasta pero no podía
vivir en armonía con los sannyasis de Calcuta. La relación se volvió tan
mala, que en una ocasión terminó en una pelea a golpes y el brahmacari
mordió al sannyasi a fin de soltarse. Prabhupada llegó a Calcuta a los
pocos días y el brahmacari lo estaba esperando, pensando que iba a ser
expulsado. Tan pronto Prabhupada entró en su habitación el brahmacari
corrió a donde él y le dijo: “Prabhupada, tengo que hablar con usted”.
Prabhupada le preguntó qué quería. El brahmacari le respondió que
deseaba tomar sannyas. Prabhupada le preguntó porqué, debido a que
sólo llevaba un año y medio en la misión. El brahmacari respondió:
“No puedo hacer servicio con ninguna de estas personas, quiero servirlo
directamente a usted. Por favor déme sannyas.” Prabhupada dijo: “Esta es
una buena razón para tomar sannyas”. Todos estaban muy sorprendidos
que Prabhupada no lo regañara por todo lo que había hecho.
Unos pocos días después Prabhupada le dio sannyas y lo envió a Hong
Kong para que abriera un templo allá. De esa forma Prabhupada enfrentó
los problemas. Él siempre amó y confió tanto en los devotos, que ellos no
podían resistirse. Ellos trataban de avanzar más, aunque todos sabemos
que la vida espiritual en esta era de Kali puede ser muy difícil. Estamos
siempre rodeados por los objetos de los sentidos y por las tentaciones, y