Satto Vriteh - indice - Vaisnava
Satto Vriteh - indice - Vaisnava
Satto Vriteh - indice - Vaisnava
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
debía depender tanto de una institución, si quería predicar, a pesar de<br />
mis insuficiencias, tenía que tomar responsabilidad, tenía que transmitir<br />
el mensaje de los devotos puros del Señor, y por supuesto, mantener las<br />
instrucciones de mi maestro espiritual sobre mi cabeza, más aun, tenía que<br />
salir y predicar en nuevos lugares, donde conocería nuevas situaciones.<br />
En la época de Srila Prabhupada no existían computadores, no había<br />
Internet ni otras facilidades que hoy en día marcan tanto el desarrollo<br />
de nuestro entorno. Tampoco había conciencia ecológica en esos días.<br />
De este modo las cosas han ido cambiando y seguirán haciéndolo, y la<br />
prédica deberá ajustarse a eso.<br />
No me sentía capaz de asumir tanta responsabilidad... era mucho, a<br />
menos que la divina gracia desciendiera sobre mí podría intentarlo,<br />
de lo contrario, no podría hacer nada. No lo veía como un asunto de<br />
inteligencia, o de tener buena lógica, ni dependía de la habilidad de haber<br />
memorizado algunos versos, ni de haber ejecutado austeridades. Sólo si<br />
la gracia descendía sobre mí, sería posible cargar semejante peso en mis<br />
hombros por el resto de mi vida. Sentí la necesidad de más iluminación<br />
espiritual, y sentí la necesidad de una asociación confiable muy buena.<br />
¿Y quién podía ser la mejor persona a quien acudir en ese momento si<br />
no la misma a quien Srila Prabhupada había llamado su siksha guru? Así<br />
pues, fui lo suficientemente afortunado como para ir y poner el polvo de<br />
los pies de loto de mi sannyas y siksa guru, Srila Bhakti Rakshak Sridhar<br />
Deva Goswami Maharaja, sobre mi cabeza. Inspirado por sus libros, por<br />
su ejemplo y por sus palabras alentadoras, Srila Bhakti Bhimala Harijan<br />
Maharaja y yo mismo empezamos a aceptar discípulos, para tratar de<br />
servirlos como Srila Prabhupada lo había hecho con nosotros. Tratamos<br />
de transmitirles el mismo amor que habíamos recibido de nuestro guru,<br />
porque vimos que no había nadie más que pudiera hacerlo.<br />
Adhikara, ¿quién podría decir?<br />
Las disputas referentes a quién podía ser guru después de la partida de<br />
Srila Prabhupada llenó varias circulares y libros. Se preguntaban acerca