Satto Vriteh - indice - Vaisnava

gustaban las conversaciones muy profundas y este estado de ánimo de
arrepentimiento, en ese estado de ánimo él nos enseñaba las cosas. Por
ejemplo cuando una mataji entraba a su cuarto y trataba de tocarle los
pies, él le decía: “No mataji, por favor no, yo soy un sannyasi, tengo
que dar un ejemplo de permanecer muy firme en mis votos”. Con este
comentario él nos enseñaba a ser muy cuidadosos porque esta es la forma
en que maya trabaja en este su mundo lleno de peligro. Así el maestro
espiritual es alguien bondadoso que algunas veces nos revela las cosas
que le son más queridas.
Se enternece nuestro corazón cuando vemos cómo nuestros maestros
espirituales fueron también muy bondadosos con sus familiares. Srila
Prabhupada por ejemplo trató una y otra vez de animar a sus hijos para
que participaran en la propagación de la conciencia de Krishna. Una vez
él animó a uno de ellos para que formara parte de la fiesta de distribuir
sus libros en las universidades de India. Srila Puri Maharaja también
fue muy bondadoso con sus hermanos y trató de volverlos devotos. Él
estuvo también muy cerca de su madre, siempre la glorificaba como una
extraordinaria vaisnavi y que era siempre muy bondadosa con él. Srila
Sridhar Maharaja, por otro lado, solía hablar muy poco, casi nada, de
su familia, pero sus hermanos eran sus discípulos, y más bien ellos nos
hablaban acerca de él. Cuando fui a Hapaniya y encontré a sus hermanos
que vivían allí, vaisnavas muy amables, me contaron de la infancia de Srila
Sridhar Maharaja, cómo él caminaba varias millas para llegar a su escuela
y cómo siempre estaba absorto en los temas trascendentales. Desde muy
niño él deseaba encontrarse con Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakur.
Uno de sus hermanos era profesor en el instituto de Srila Bhaktisiddhanta
Saraswati Thakur en Mayapur, así es que ya habían tenido una relación
desde antes. Yo, por no hablar bengalí, no podía entender todo lo que
me contaban de la vida personal de este gran vaisnava. Yo conocí más el
aspecto de predicadores de mis maestros espirituales, los vi completamente
absortos en tratar de salvar al mundo entero y dar su bondad a todos.
Un alma rendida no puede cometer una ofensa