Satto Vriteh - indice - Vaisnava
Satto Vriteh - indice - Vaisnava
Satto Vriteh - indice - Vaisnava
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
al instante, sino que internamente abracé a cada uno de los devotos<br />
presentes y no presentes. Pude entender que todo es positivo y que todo<br />
es el plan de Krishna, aunque algunas veces las cosas tomen giros muy<br />
desafortunados, en la forma de diferentes dudas y anarthas que afligen a<br />
las almas condicionadas. Esto fue un plan a largo plazo, para bendecir al<br />
mundo con el mensaje de los vaisnavas.<br />
¿Quién guiará a quienes les estamos predicando?<br />
Srila Prabhupada nos pidió que continuáramos con la prédica por el resto<br />
de nuestras vidas, pero esto presentaba una nueva incógnita: Ahora que<br />
vamos a seguir predicando en la ausencia de nuestro maestro espiritual,<br />
¿quién se va a hacer responsable por las personas a quienes les estemos<br />
predicando? ¿Quién los va a guiar? ¿Quién los cuidará? ¿Cómo gozarán<br />
del mismo nivel de protección, de amor y verdad que Srila Prabhupada<br />
nos había proporcionado? ¿Dónde encontrarán esa alegre atmósfera para<br />
entusiasmarse en el servicio devocional con austeridad y dedicación?<br />
¿Cómo y dónde encontrarán ese lugar maravilloso donde ese entusiasmo<br />
no sea cuestionado y donde grandes festivales de canto y baile continúen<br />
haciéndose a diario? ¿Cómo podrán sentirse estimulados para estudiar con<br />
regularidad los libros de Srila Prabhupada y de otros acharyas? ¿Cómo se<br />
podrá conseguir todo esto?”<br />
No éramos muy maduros todavía, estábamos huérfanos, nuestro Gurudeva<br />
había partido, sus discípulos mayores sólo tenían diez años de experiencia<br />
en la vida espiritual. La gran mayoría de nosotros habíamos estado bajo<br />
el cuidado amoroso de nuestro guru por sólo dos, tres, cuatro, cinco, seis,<br />
siete u ocho años. Todos éramos bebés, niños, neófitos, y de repente esta<br />
gran misión recaía sobre nuestros hombros y pasábamos a ser responsables<br />
de protegerla. Por supuesto que recibimos maravillosos consejos de Srila<br />
Sridhar Maharaja pero no fueron apreciados. El peso de mantener la<br />
adoración de la Deidad, la prédica, la alimentación de los devotos, y todo<br />
lo demás, pesaba sobre nosotros, los discípulos de Srila Prabhupada.<br />
Después de recibir esta respuesta de Krishna Balaram, realicé que no