Satto Vriteh - indice - Vaisnava

deseaba, a aquel que realmente podía enseñarme cómo ayudar a los
demás, cosa que siempre había sido lo más importante para mí. El primer
paso para expandir la Conciencia de Krishna se enfocó principalmente
en la distribución de libros trascendentales. Nuestra esperanza de que las
personas leyeran estos libros y cambiaran sus vidas se basaron en el hecho
de que varios venían al templo con un libro en sus manos, diciendo: “Leí
esto, ahora quiero servir a Krishna, ¡esto es maravilloso!”. Como fue el
caso de Bhaktivedanta Paramahamsa Maharaj. Él llegó al templo con un
libro de Srila Prabhupada y dijo: “Leí este libro, ahora quiero servir a
Krishna”. Él obviamente entendió el mensaje de Srila Prabhupada, por
lo que yo, al ver esto, me sentí muy feliz. Pero también, cuando más
tarde maduré en el proceso, entendí que no consistía sólo en dar a la
gente algunas obras literarias, sino que además teníamos que establecer
un proyecto espiritual completo, donde todos pudieran formar parte de la
adoración y del servicio a Krishna.
Servicio al maestro espiritual en separación
Luego, cuando en 1977 mi maestro espiritual entró en su nitya lila, comenzó
una parte muy difícil de mi vida. Habíamos recibido la asociación de
semejante gran alma y ahora quedábamos a solas con toda esa fe, y con
toda esa responsabilidad, siendo aún tan jóvenes. A pesar de que nuestras
contaminaciones occidentales todavía nos acompañaban, ya estábamos
a cargo de una gran misión espiritual. Esos años fueron muy difíciles,
había que aprender una nueva lección: la de servir al maestro espiritual
en separación.
El encuentro con Srila Bhakti Rakshak Sridhar Maharaja
Por la divina gracia de Sri Krishna y de Srila Prabhupada en 1981 uno de
mis hermanos espirituales me invitó a conocer a Srila Sridhar Maharaja.
Tomé el bote de Mayapur a Navadwip y fui a su ashram místico, situado a
orillas del Ganges. Una vez allí, me acerqué al cuarto donde Srila Bhakti
Rakshak Sridhar Maharaja daba charlas informales a los devotos que
llegaban para recibir consejo. Puedo recordar mi primera conversación con