Satto Vriteh - indice - Vaisnava
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ealizado. De este modo, después que los brahmanas terminaron de recitar<br />
los últimos mantras y que todo fue hecho dejando a todos complacidos,<br />
miraron la campana a la espera de que sonara, pero no lo hizo. Pensaron<br />
entonces que algún error habían cometido. Entonces un devoto se aproximó<br />
al Señor Krishna y le preguntó: “¿Qué podemos hacer ahora? Alguna<br />
falla hubo en el sacrificio, ¿qué habremos hecho mal? Complacimos a<br />
los semidioses, a los rishis, y glorificamos al Señor Supremo. Todo fue<br />
hecho de acuerdo con las reglas y regulaciones”. Krishna les dijo: “Sí,<br />
pero ustedes olvidaron algo muy importante, no complacieron al nirupati<br />
vaisnava, a ese devoto que no guarda posesión alguna, al que está dedicado<br />
a servir a su Guru sin ninguna posición”. Yudisthira Le preguntó qué<br />
hacer y Krishna le respondió que Él conocía a uno de estos vaisnavas,<br />
“él vive en las afueras de la ciudad, en una pequeña choza, así es que<br />
Arjuna, ve a buscarlo y que Draupadi cocine lo mejor para él”. Arjuna<br />
de inmediato salió en su carroza a buscarlo, y al llegar a su choza le<br />
ofreció reverencias y le dijo: “Por favor mi querido vaisnava, Yudisthira<br />
Maharaja necesita que usted vaya a su sacrificio rajasuya. “No, no, debes<br />
estar equivocado, ¿por qué Yudisthira Maharaja habría de necesitarme?”<br />
Arjuna le dijo que el rey especialmente lo había enviado donde él y que<br />
el Señor Krishna estaba también allí presente. Pero el vaisnava insistió<br />
diciendo que Arjuna estaba equivocado, que él lo sentía mucho, que él<br />
sólo era un alma insignificante que no tenía nada que dar, que ellos no<br />
lo necesitaban. Pero Arjuna le insistió diciendo: “Con toda sinceridad le<br />
pido que por favor venga conmigo.” De este modo presionó tanto, que<br />
finalmente el vaisnava aceptó. Él se sentía muy avergonzado de estar<br />
yendo al palacio de Indraprastha donde todos los grandes sabios estaban<br />
reunidos. Le hicieron un artik, le ofrecieron un asiento confortable y le<br />
dijeron que lo habían hecho venir para complacerlo con lo que Draupadi<br />
le había cocinado. El vaisnava pensó que esa recepción ya había sido<br />
demasiado, y que ahora además lo invitaban a comer.<br />
Draupadi cocinó un gran banquete y las diferentes preparaciones le<br />
fueron servidas. Todos lo animaron a que comiera cuanto quisiera, y al<br />
momento en que le sirvieron, mezcló las preparaciones y las empezó a<br />
comer. Después de esa gran ofrenda, Arjuna lo llevó de regreso a su choza,<br />
pero la campana siguió sin sonar. “Hemos servido a un nirupati-vaisnava,