Satto Vriteh - indice - Vaisnava

nosotros aceptábamos todo lo que Srila Prabhupada nos decía, no pusimos
objeción, y en la reunión que tuve con él en el momento de despedirnos,
él me dijo: “Un erudito es conocido en el mundo entero, pero un rey es
conocido y respetado solo en su país. Cuando tenemos la Verdad, todo está
a nuestro favor y todo el sustento necesario nos será dado. Nunca exijas
respeto pero haste respetar, compórtate de tal manera que las personas
vean que estás dedicado a la Verdad”. Nos sentíamos muy felices de haber
compartido esos pocos días de asociación íntima con Srila Prabhupada,
no había muchas personas en Vrindavan en aquella ocasión, así es que
pudimos también acompañarlo en su caminata matutina y así pudimos
aprovechar lo más posible su asociación divina y trascendental.
De todas maneras estaba muy arraigado en mí el deseo de ser un sannyasi de
Srila Prabhupada. Posteriormente tuve un sueño en el cual él me aceptaba
en esa orden e incluso me daba el mantra de sannyasi. Al despertar me
sentí tan animado que quería dedicarme completamente a su misión y
concluí que como sannyasi sería la mejor forma de hacerlo. De todas
maneras, en ese momento así se dieron las cosas, para que posteriormente
pudiera obtener la amorosa protección y el mantra de sannyasi de su
Divina Gracia Srila Bhakti Raksak Sridhar Maharaja, y así reforzar mi
conexión con todos los gaudiya vaisnavas. Como dicen: “No hay mal
que por bien no venga”. Siento que la protección de Srila Prabhupada
ha estado conmigo siempre, y que se intensificó más con la misericordia
recibida de Srila Bhakti Raksak Sridhar Maharaja.
En 1975 me encontré nuevamente con Srila Prabhupada en Vrindavan,
esto fue en ocasión de la apertura del Krishna Balaram Mandir.
Srila Prabhupada hizo todo en forma muy eficiente y algunos de sus
discípulos entendidos ayudaron a construir este hermoso templo. Ese año
muchos devotos llegaron de todas partes del mundo para participar de
la inauguración, de esta forma nos reunimos de nuevo con muchos de
nuestros queridos hermanos espirituales, pero como habían tantos, era
casi imposible acercarse a Srila Prabhupada para conversar con él; aun así,
estar en sus clases, bailar frente al altar, verlo tocar la campana poniendo
a todo el mundo en éxtasis, fueron momentos inolvidables en mi vida, y
sólo puedo orar a Krishna para que me permita tener la compañía de mi