Satto Vriteh - indice - Vaisnava

Bhakti Bhimal Harijan Swami Maharaja
Como fue justo el caso de Bhakti Bhimal Harijan Swami Maharaj. Si bien
él no tuvo un contacto personal con Srila Prabhupada porque vivía en
Colombia, fue iniciado por él. Antes de llegar a la misión de su maestro
espiritual estaba ocupado en muchos asuntos, incluso hubo un período
en su vida en que él fue torero. Es casi inimaginable que hubiese hecho
semejante actividad tan antagónica, que dista tanto de la cultura vaisnava.
Pero aun así, cuando recibió la iniciación de Srila Prabhupada, ¡se rindió
tanto a él! Yo presencié esto personal e íntimamente, porque por muchos
años estuve en estrecha relación con él y compartí sus pensamientos, sus
planes y acciones para la prédica de la misión de Srila Prabhupada en
América del Sur.
Srila Harijan Maharaj era tan trabajador y esforzado que inspiró a muchos
con su ejemplo. Sus clases eran dulces y prolongadas. Tuvo la oportunidad
de tomar sannyas de Srila Bhakti Rakshaka Sridhar Maharaj, quien le había
dado sannyas al sannyas guru de Srila Prabhupada, como así también a
Srila Bhakti Saranga Goswami Maharaj, y a muchos otros. Al aceptar a
Harijan Maharaja como uno de sus sannyasis, le dio el mismo nombre
de su propio maestro espiritual, Bhimala Prasad, y así pasó a llamarse
Bhakti Bhimal Harijan Maharaja.
Él también le puso nombre a nuestras Deidades en Colombia: Sri Sri
Gouranga Radha Vrajesvara. Srila Sridhar Maharaj envió la bella Deidad
de Gouranga Mahaprabhu con Harijan Maharaj a fin de que pudiéramos
llevar a cabo la misma adoración de la maravillosa tradición de la Gaudiya
Math que tiene a Mahaprabhu y a Radha-Krishna en el altar.
En India, uno de los más notables acaryas dijo acerca de él: “Cuando vi
a Harijan Maharaja no pude entender su lenguaje pues su inglés no era
muy bueno, pero percibí en él muy claro los sentimientos de Vrindavan
y el espíritu de las Vraja gopis”. Cuando escuché esto comprendí que la
sinceridad del servicio de Srila Harijan Maharaj era reconocida. Nunca
lo vi deprimido ni desanimado, a pesar de que enfrentó más de una