Satto Vriteh - indice - Vaisnava

mantienen en un estado de ánimo conflictivo, minimizando el servicio
de los demás, no será una buena señal. Debemos ser muy humildes y
debemos apreciar el servico que nuestros hermanos hacen. Alcanzar el
verdadero amor no es algo barato.
Srila Bhakti K. Tapasvi Maharaja fue también uno de esos devotos
afectuosos que solía ir a visitar a Srila Sridhar Maharaj. La dulzura de
esta relación saltaba a la vista. Este es el tipo de relación que queremos
entre los devotos, ésa es mi meta. A todos los que llegan a mi misión les
pido que sean amorosos, y si no pueden serlo con alguien, entonces mejor
quédense lejos de él, pero nunca tengan una relación áspera y mala. Tener
una mala relación es una descalificación para el avance espiritual. Nunca
digas sin necesidad algo que pueda herir a otra persona. Si, por lo que
dices, sólo causas dolor a otro devoto, no será en absoluto bueno para tu
devoción. ¡Ten presente este tan importante consejo!
El amor entre Srila Prabhupada y Srila Sridhar Maharaja fue también
maravilloso. Una vez uno de mis hermanos espirituales, Acyutananda
Prabhu, estaba escuchando una conversación entre Srila Prabhupada y
Srila Sridhar Maharaja. Una vez terminada ésta, él le preguntó a Srila
Prabhupad: “De qué estaban hablando con tanto entusiasmo?” Prabhupad
le contestó: “Si supieras, te desmayarías”. Srila Prabhupada por años tuvo
ese tipo de conversaciones con Srila Sridhar Maharaja, por esta razón él
quiso que Srila Sridhar Maharaja fuese el presidente de Iskcon, y más
tarde quiso que sus discípulos fuesen donde él. Él les dijo: “Considero que
Srila Sridhar Maharaja es mi siksa guru, qué decir del beneficio espiritual
que ustedes pueden obtener de él”.
Nunca digas que no recibirán la gracia divina
De hecho, tuvieron una gran amistad, pero no era el deseo de Krishna que
Srila Sridhar Maharaja fuese el presidente de una gran institución a nivel
mundial. Fue Su deseo que Swami Prabhupada saliera e hiciera lo que
hizo y que ese amor entre ellos se difundiera como un ejemplo de cómo
los devotos deben tratarse afectuosamente entre sí, y no pensar: “Yo tengo